Chapter Capítulo 470
Capítulo 470
Cualquier cosa relacionada con Jazmín, para él nunca era un asunto menor.
Para lidiar con el Grupo Alcaraz, tenía mil maneras de hacer que sufrieran.
También podría haber dejado este asunto completamente en manos de Caleb.
Pero esta vez, quería tomar cartas en el asunto personalmente.
“Pero con tu intervención, veo que el Grupo Alcaraz está a punto de caer de rodillas. Elio, ¿estás seguro de que esto es solo
una péqueña lección?”
El Grupo Alcaraz estaba a punto de desplomarse.
Cada dos minutos, su valor en el mercado se evaporaba por millones.
A estè ritmo, el Grupo Alcaraz no aguantaría ni media hora antes de desaparecer por completo.
¡La “pequeña lección de Elio estaba a punto de llevar al Grupo Alcaraz a la bancarrota!
Con una mirada fría y profunda, Elio le respondió con voz gélida: “Sí, solo es una pequeña lección”
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Al llegar al estacionamiento subterráneo.
Las puertas del elevador se abrieron y Elio avanzó con pasos largos y firmes, dignos de un supermodelo, hacia su coche.
Junto al auto, estaban parados dos hombres en trajes negros, acompañados por varios policías.
Uno de los hombres en traje sostenía una caja con cuidado.
“Ese movimiento tuyo, no solo el Grupo Alcaraz, sino cualquier gran empresa no podría soportarlo“, le comentó Isidro. “Pero
bueno, la familia Alcaraz se lo buscó. Nunca había visto algo así, despreciando a su propia hija y mimando a la otra que no es ni
su hija
biológica.”
“¿Qué les pasa a los Alcaraz, tienen un tornillo suelto?”
Elio se quedó callado.
Isidro siguió: “Ellos tratan mal a Jazmín, ¿creen que porque creció en el campo no vale nada? Ja, ¿qué pasaría si un día se dan
cuenta de lo increíble que es esa chica y le ruegan que vuelva?”
“Pobre niña, en cierto modo“, suspiró Isidro. “Secuestrada de pequeña, su única familia, su abuela, la dejó, y fue devuelta a sus
padres biológicos, quienes la tratan así.”
“Apenas es una adolescente, sola en el mundo. Aunque tiene familia, es como si no tuviera. Incluso si es madura y capaz de
cuidarse sola, estar tan sola da pena.”
Elio apretó los labios, sus ojos destellaban frío.
Lamentaba no haber sido más duro con el Grupo Alcaraz antes.
“¿Qué hay de la otra cosa que te pedí investigar? ¿Algún avance con eso?” le preguntó Elio.
“Sí. Ya tenemos una idea de por
dónde empezar a
buscar.”
Continúa investigando.” La voz de Elio estaba cargada de frialdad. “Cuando tengas algo concreto, le daremos un ‘regalo‘
especial.”
“¡Hecho!” Isidro también se rio con frialdad. “Esos ratones de cloaca que aspiran a trepar hasta el cisne, vamos a exponerlos
por lo que son, a que se vean tal cual.”
“Te aviso cuando tenga noticias. Voy a mi auto.”
“Espera, hoy es el cumpleaños de tu niña, ¿no lo olvidaste? ¿Ya tienes el regalo preparado?”
Isidro sonaba preocupado: “Si no sabes cómo planear una cita, te doy unos consejos. Reserva en un restaurante con encanto,
de esos de cena a la luz de las velas, y contrata a unos violinistas para crear ambiente. Ah, y no olvides comprar un ramo de
flores. No hay chica a la que no le gusten las flores.”