La Alfa Raven de Esclava a Reina by Luna Nova

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laver 

Raven, lo siento Sena murmure en mi interior, mientras me sentabaa cuha en un sitio del boogdeedorando 

e verdad que no quena doloman mas, pero tanta impotencia me iba a 

natar. 

li resentimiento se convirtió en octeterminación y al otro día a penas I sol salió, me escabulli para pecora Alfa. 

stábamos en la plaza central y maradja lvividia prospera y 

parentemente pacifica de esta ana sada mientras las esclavas, que acían su vida más fácil y les serviela apone caladas, sufrían todo tipo e humillaciones. 

le preguntaba ¿qué clase de Alfa sena sancic Water? 

ensé que como nos rescató, era de los buenos.anora, ya no estaba en segura, sin embargo, el era mi único caringio 

Mira, Raven, una carreta, que parece que va a dala aansión de Alfa” lens me avisó y vi como cerca de mi, se estaciontown moment fectivamente, una fuerte carrera, llena de cestala del coppas ti 

Miné a mi alrededor, a ver si alguien habia reparadol en mippero aendo tan pequeña, lo dudaba. 

he acerque con el corazón latiéndome como un tamboca talareado 

a carrera y vigilé que el conductor estaba hablando con el dipuerar 

rataentrada 

a ouano que no revisaran el contenido, asi que, apostando o viciala, e core te cole dentro de una de las enormes cestas llenas de coppas 

mpias 

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Me cubrí con ellas y esperé a salir ilesa. 

-¿Trajiste las sábanas de seda de lady Amalia? – una voz grave muy cerca se escuchó 

– Sí, sí, todo está aquí, ¿quiere revisarlo? – casi infarto al escuchar otra voz preguntar 

– No es necesario, con que estén listas, basta, sabes que no puede utilizar todo tipo de tejido. 

– No se preocupe, están limpias y perfumadas, como a ella le gusta. 

No sabía quién era la tal Amalia, pero ¿sábanas de seda? Hay que ver la extravagancia de estos ricos. 

Gracias a todos los cielos, la carreta comenzó a avanzar con un traqueteo y luego de unos minutos, se detuvo. 

“Sena, ¿hueles cerca a alguien?, ¿el conductor se alejó?” 

“Puedes salir ahora, no huelo a nadie, ¡rápido!” 

Y como mismo me trepé, me bajé de la carreta y me di cuenta de que estaba en un enorme patio interior de la mansión del Alfa. 

Antes de que alguien me cuestionara, caminé deprisa a uno de los tantos pasillos que se abrían al patio, rezando por tener buena suerte y encontrar una manera del ver al Alfa. 

“Sena, concéntrate, necesitamos dar con el Alfa” 

Sabía que esto era una locura total, pero la desesperación ya me podía más. 

Si iba como una esclava a la puerta de entrada, de ahí no pasaría y volver atrás, era imposible. 

-… Lady Amalia está de nuevo enferma, me da tanta tristeza verla tan débil… unas voces me llegaron de repente y comencé a entrar 

US 

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-… el Alfa está muy preocupado, esta vez parece una recaída seria… 

Miraba a todos lados pensando en regresarme, pero igual no me iba a dar tiempo, las voces se escuchaban a la vuelta de la esquina. 

Entonces vi una puerta, que no había reparado en ella. Arriesgándolo todo, la abrí y entré. 

“Sena, ¿hay alguien aquí?”, le pregunté arrugando la nariz por el fuerte olor a medicina adentro. 

“Raven, esto huele horrible, no tengo ganas ni de respirar” si mi nariz e estaba sufriendo, me imagino el sensible olfato de mi loba. 

Miré a mi alrededor, a la habitación en penumbras. 

EEstaba en una pequeña sala, pero todo en este sitio era delicado y rarefinado, con colores suaves y hermosos. 

SSi no fuera por la amargura del medicamento en el ambiente, daban gganas de quedarse a admirarlo, pero un sonido de pasos aacercándose, me despertaron. 

Esas mujeres venían a esta habitación! 

Coaminé rápido, buscando dónde esconderme y pasé a un cua unaacporne cama, llena de cortinas blancas de gasas ondulant fuennebion aqui era más intenso. 

¡Ubiaanaadio! 

Ya escuachando abrirse la puerta de entrada, me colé dentro de enonna@amandelde madera antigua y cerré la puerta poniéndome e cuclillas y esopraando. 

Los pasos suavesse acercaron a esta habitación. 

– Lady Amaliekia, ha mandado a preguntar cómo amanece, 

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ப 

เนร 

1 vol que no picyumu. 

– Puede decirle que estoy mejor, que no se preocupe, que no se apure en venir y dejar sus deberes, sé que se encuentra muy ocupado. 

Una voz le respondió, ¡le respondió y casi infarto! ¡Había otra persona en esta habitación y en mi locura no la vi! 

“Raven, creo que ahora, si estamos muertas, ha sido un placer ser tu 

loba” 

Casi daban ganas de reír las ocurrencias de Sena, si la situación no fuera tan crítica. 

Por una rendija de la puerta entreabierta, me fijé en la hermosa mujer, que estaba leyendo acostada en un rincón de lectura, un poco oculto, al lado de la ventana. 

Tenía el cabello rubio platino, ondulado y sedoso, un par de ojos cálidos cafés y un rostro inolvidable. 

Si no fuera por el color demasiado blanco de su piel, que le daba un aspecto muy débil, pensaría que había un hada perdida en este sitio. 

Pero muy refinada y exótica, o lo que fuera, me había visto. 

Era imposible que no reparara en mí cuando entré e irrumpl demente en su habitación. 

Así que me tensé, esperando lo peor. 

– Su baño medicinal ya está listo, la ayudo a prepararse – la conversación seguía en el cuarto. 

– No, sale a buscarme flores de olores frescas que el olor a medicamento es sofocante, cuando regreses, tomo el baño. 

Despachó a la chica que salió y una vez más, nos quedamos solas, entonces, miró en mi dirección. 

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-¿Vas a salir o tengo que irte a buscar? – me preguntó y hubiese querido tener la habilidad de desaparecerme. 

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