Chapter 18
018
Raavan
Ahta puana del armario con timidez y sali con la cabeza baja.
Senora Ido siento… lamento mucho haberme colado así en su
C
-¿Quieres? No recuerdo haberte visto nunca por aquí – me preguntocconvoz suave, nada enojada y eso era lo que me tenía desconceandda.
-Yo…yo, estoy buscando al Alfa-solté sin poder pensar en ninguna
Loca excuSS
-¿Al Alfa? ¿Y porquée.escondes entonces, por qué no pides una audiencia como todos para verlo? ¿Acaso tienes malas intenciones?..
-¡No, no, yo nollevaara fila cabeza para mirarla de frente a sus hermosos ojos que me esccodriñaban con dudas.
-Lo vine a ver…porque you mine quiero confesar al Alfa, pero soy muy hurnilde y no me iban a dahauddiencia solté la primera estupido que me pasó por la cabeza..
Raven, estás local ¿Qué clase de cocusa en esa?”
“Sena, que no te escuché dando dicea’s’
Un silencio se hizo y de repente, comenzó a escucharse una risa disimulada.
Ah mirar a la mujer, vi que intentaba aguantar la sonrisa y taparse l boca con las manos.
Ge veia tan linda, que hasta yo de estupitia mappuse a sonreír. Entonces comenzó a toser, tapando con disimulde sus labios.
-Lo sientconnance estoy burlando de ti, solo me pareció muy
simpático. Squeecess valiente por tu amor.
+25 BONUS
-Solo que no sestrel Alfa podrá apreciarlo finalmente me miró con ojos gentiles, sse veia tan débil, como si fuera a desaparecer de
un segundo a otro.
-La verdad es que no es correctosa que estás haciendo al colarte furtiva, te puedes meter compoolsemas, quizás hasta me mientas, pero no detecto maldad en poorscoinote delaté.
– Adelante, suerte en tu confession, pero ten en cuenta que Alfa tiene el corazon más frio que el hieldene doo y por algún motivo, sus palabras encerraban amargura.
Entonces cai en algo que se me noia sccapado por la tensión.
¿Quién era esta mujer hermosa y enreomizza encerrada en la mansión del Alfa?
¿Acaso era su amante?
Al verta, una sensación de inseguridad seensstatco en mi pecho.
-Muchas gracias, señora, de verdad muy amnale scuipe la pregunta irrespetuosa, pero, ¿Usted… bué es deba?
No soy tu rival de amor, así que tranquila voblida sonteir su hermana, la hermana del Alfa Walker.
Wasst fue como la conoci, a Lady Amalia. Una loba gentil,lssin pentoacco, con una salud precaria.
Numoa hacia escuchado hablar de ella, aun así, le agradecca mucha e nochisticernso expuesto.
-Witodecico estar en su estudio, es el pasillo a la derecha poor últimoornecido cuando ya estaba saliendo y volví a agradecede
+25 BONUS
“Raven, esa mujer es muy rara, no sentí a su loba interior” me dijo Sena de repente.
“Además, ¿de verdad será genuina tanta amabilidad?”
“No sé, tampoco confío, cien por ciento en nadie. Iremos con cuidado. Tenemos que inventarnos una mejor excusa, que soy una sirviente nueva o algo así, o no llegaremos jamás, en este laberinto de mansión al Alfa”
Pero como de costumbre, la suerte no estaba de mi lado y sin caminar muy lejos, me apresaron los guardias.
Por mucho que dije que era una doncella nueva, no me creyeron, era muy estricto el control del personal de la mansión y a pesar de mi lucha, me llevaron a rastras hasta una pequeña celda en el sótano húmedo y oscuro de la casa.
-¿Qué van a hacer conmigo? – pregunté con pánico a uno de los hombres cuando me arrojaron al duro suelo.
Una vez más, encerrada.
– El Beta decidirá qué hacer contigo, polizona. No sé con qué intenciones te colaste en la mansión, pero lo pagarás caro – y una mirada dura.
Me senté en una esquina de piso, con las piernas recogidas y la rodillas pegadas a mi pecho. Abrazándome protectoramente.
Al final, no pude lograr nada.
Era demasiado difícil y me arrepentí de las veces que tuve la oportunidad de hablarle al Alfa y no lo hice, pero no confiabal tampoco en él.
10
Si ahora me arriesgaba a todo, era porque las opciones se me habían acabado.
3M
+25 BONUS
– ¿Dónde está la intrusa?
una voz intimidante sonó de repente al
cabo de más de dos horas. Me estremecí de miedo.
Era el Beta y aunque su poder no era tan alto como el del Alfa, igual era un lobo poderoso.
Pasos pesados caminaron hasta mi prisión y a través de los barrotes vi cómo unas botas de combates oscuras se detenían frente a mi
celda.
Dime, quién eres y qué haces en la mansión del Alfa. Por tu bien, espero que no me mientas – subí la cabeza con timidez y lo vi.
Ojos negros y cabello oscuro, intimidante y fiero. Era el hombre que había señalado en la lucha de guerreros.
Lo había visto moler a golpes a otro hombre gigantesco y con músculos macizos.
A una mujer como yo, la estrangularía con una sola mano.
Con voz temblorosa, me decidí a decirle la verdad.
– Vengo a ver al Alfa, necesito una audiencia con él, es un asunto demasiado importante, por eso, me arriesgué a colarme en la
mansión.
Se quedó mirándome fijo, tan intenso que tuve que luchar con todas mis fuerzas para no bajar la cabeza.
Cuando pensé que tendría que ponerme a suplicarle y llorar, habló finalmente.
– ¡Abran la celda! – le gritó a uno de los guardias
– Espero, por tu bien, que de verdad sea muy importante lo que tienes que decir. Te conseguiré una audiencia.