La Alfa Raven de Esclava a Reina by Luna Nova

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A través de los ojos de mi loba, dentro de ese mismo almacén, vi la escena más… en realidad no sé ni cómo describirla, en una palabra. 

Diana, mi compañera de cuarto, estaba a cuatro patas en el sucio suelo, mientras detrás de ella, uno de los guerreros de la manada, martillaba sus caderas, follándosela con rudeza. 

Delante, otro hombre metía su miembro en su boca, aguantándola por la cabeza para hundirse profundo en su garganta, con sonidos de ahogos y chapoteo. 

Gemidos excitados y el olor a sexo y lujuria inundaban el viejo almacén. 

Un gruñido gutural salió del hombre que penetraba su boca, a la vez que descargaba su semen. 

«Cof, cof, cof>> 

Escuché cómo Diana respiraba pesadamente y comenzaba a toser con la cabeza baja, mientras hilos blancos salían de entre sus labios. 

– ¡Yo también me vengo! – gimió el que estaba a su espalda, tomándola duro, con fuerte estocadas y vaciándose en su interior con un gruñido profundo. 

Vi a Diana caer exhausta en el suelo, sin embargo, eso no se había 

terminado. 

– Bien, al fin, se estaban demorando mucho. 

час дне 

– No me ya estás cansada muñeca, a penas empezamos 

contigo, la noche es larga- otros dos hombres, que no había 

reparado en ellos, aguardaban su turno en la oscuridad. 

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Los vi avanzar y por su ropa de combate, supe que eran parte de los guerreros de la manada. 

Quizás la patrulla que no me había encontrado, porque estaban entretenidos haciendo esta asquerosidad. 

– Espera… dame solo unos segundos…cof, cof, necesito…un. 

momento Diana les suplicó con voz temblorosa, tirada en el suelo como un trapo usado. 

– ¿Crees que tenemos toda la noche para ti, princesa? 

¡Paf!, una sonora bofetada cayó sobre una de sus nalgas y la hizo gemir de dolor. 

Ya no podía seguir mirando sin hacer nada. 

Recuerdos reprimidos de mi propia experiencia sexual volvían a mi mente y si acostarse casi a la fuerza con un hombre, te marcaba para siempre, no quería imaginar que pasaría con cuatro. 

Tampoco entendía por qué Diana estaba aquí y permitiendo esto, pero era obvio que no lo hacía a placer. Lloraba y suplicaba, todo su cuerpo marcado de manos, de semen y dolor. 

“Raven, ya nosotros estamos en problema, ni siquiera podemos defendernos solas, ¿cómo haremos para salvarla?” Sena me 

obvio. 

“No sé, ¡pero no puedo!, no puedo dejarla a su suerte” mi conscien no me lo permitía y ya empezaba la próxima ronda. 

– James, le dejaste el agujero más abierto que un túnel, maldicion por eso quería ser el primero, bueno, si no es el de adelante, será el de atrás – uno de los hombres tomó posición a su espalda y escupió, para luego pasar las manos entre sus nalgas. 

– No, no, en ese lugar no, no por favor….jahhhh!- ni siquiera pudo 

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JYuSTTTTHUT estaba detrás de ella gimiendo perdido en su propio placer mientras se hundía hasta la base. 

Comencé a mirar a mi alrededor, la impotencia creciendo en mí, ya no podía ver más, no aguantaba más. 

Buscaba un arma con que defenderme, hacer ruido, dudaba que salir a buscar ayuda, sirviera de algo. 

“¿Raven?”, de repente, un susurro se escuchó en mi mente a través del vinculo de la manada. 

Era tanta mi desesperación, que había llegado hasta ella. 

“¡Diana, aguanta! Quiero ayudarte, pero no sé cómo, haré algún ruido, los alejaré de aquí, resiste un momen…” 

“¡No, no, no, márchate de aquí, te van a descubrir, no hagas nada, no hagas nada, márchate de aquí!”, me gritó en pánico en mi mente y volví a mirarla a través de las tablillas viejas de la pared. 

“Pero, Diana, tú…” las lágrimas comenzaron a caer sin poderlo evitar, mientras veía cómo la abusaban. 

“Esta es mi decisión, márchate, Raven, no quiero que te pase márchate, antes de que sea muy tarde!”, por un segundo, a t la distancia, los ojos de mi loba conectaron con los suyos sollozantes. 

da, i 

le 

sert: 

Sentía tanta impotencia y humillación. Una vez más la maldici ser tan débil me golpeaba de frente. 

Una fuerte espalda tapó mi visión de la cara de Diana y de nuevo, sonidos de ahogamiento comenzaron. 

Salí corriendo del sitio, llorando y desesperada, temblando de la rabia, como si fuese yo la que estuviese en ese sucio almacén, siendo tomada por cuatro hombres sin ninguna piedad, como solo un objeto 

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Éramos esclavas, las últimas en la cadena alimenticia, donde los más fuertes devoraban a los más débiles. 

Eso tenía que cambiar, esta esclava ya estaba cansada y se rebelaría con todo. 

Luna Nova 

Author 

Muchas gracias a todos por leer mi libro. Esto va a ser una historia llena de emociones, amor, traiciones, sentimientos crudos y giros inesperados. Espero que les pueda gustar y muchas gracias por el apoyo. Los quiere, Luna 

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