Chapter 48
48–¡Papá!
48-1Papá!
(Caspien)
Me moví más rápido de lo que nunca lo había hecho, ese maldito bastardo. Tenía una corazonada, todos la teníamos, pero una pequeña parte de mí no se dio cuenta de que él serfa tan estúpido.
Salí corriendo, abriéndome paso entre los densos árboles que nos obstaculizaban. Correría hasta encontrarlo y le arrancaría la garganta.
Pensé que ya había sentido ira antes, pero esto era avasallador. Mi visión estaba borrosa, la oscuridad parecía palpitar en los bordes. Lo único que escuchaba era mi corazón latiendo y el sonido de mi sangre corriendo. Todo dentro de mí estaba consumido por la ira y el odio que solo se calmarían con su sangre.
Un mundo de color marrón claro saltó frente a mí, gruñendo. Le gruñí a Holden. Olvidé lo rápido que era ese cabrón. Lo aparté y él me mordió el talón. Me volví hacia él, gruñendo de nuevo, y él se acobardó bajo mi aura.
Retrocede–ordené.
Se puso de pie, con piernas temblorosas, luchando contra el peso de mi mandato.
Sabes que este no es el camino correcto. Arruinarás todo y habrá un caos detrás de ti–me enlazó Holden.
¡No me importa! -grité a través del enlace, gruñéndole.
Debes hacerlo. Podrías iniciar una guerra.
Bien–gruni, pero tenía razón.
Este no es el líder que Emmett necesita ver.
Me quedé congelado, ese cabrón.
Sé que eso fue bajo, pero… -Holden se detuvo.
Respiré profundamente, aun temblando. Mi ira no estaba calmada, solo estaba controlada un poco.
No me iré hasta que vuelvas a tu forma humana.
Holden era la única persona que podía llegar a mí cuando estaba así. Griffen todavía cuestionaba su papel, era demasiado complaciente.
Vamos, hombre. – Suplicó una vez que no me transformé – El Alfa Jasper no está bajo nuestra jurisdicción. Necesitamos hablar con el Consejo y los Ancianos. Luego será todo tuyo.
Gruñí al mencionar el nombre de ese bastardo. Quería correr hacia él ahora mismo y destriparlo frente a su
manada.
Además, estás corriendo en la dirección equivocada -Continuó
Suspiré. Atlas, mi lobo generalmente dócil, estaba luchando contra mí. No quería devolverme el control, exigía
sangre.
Está bien – Respondí mentalmente.
Prometí a Atlas que pagaría. Públicamente. Pero eso hizo poco para calmarlo.
Me transformé de nuevo, pero mi cuerpo no dejaba de temblar. Holden se transformó después de mi y parecía
aliviado.
-Sabes que odio ser el racional -Él pasó su brazo alrededor de mí y comenzó a guiarnos de regreso al
claro.
-Quiero al consejo en el teléfono en el auto de regreso y una reunión con los Ancianos. Hoy. Diles que no aceptaré un no como respuesta –Era peligroso hacer demandas a los Ancianos, pero eso era lo que menos me preocupaba.
+25 Pure
48–¡Papa!
Holden asintió.
-Haré que suceda. Los autos nos están esperando. Griffen nos encontrará en casa cuando esté hecho. Cali apareció de la nada y Holden rodeó su otro brazo alrededor de ella.
-Tengo algunos deberes que atender, cosas que debemos resolver susurró en su cabello. Pero después, nos marcaremos y no te apartarás de mi vista ni por un minuto.
Ella se rio, casi fue una risita, y fue tan inesperado para ella. Se sintió aliviada, pero yo no podía compartir ese sentimiento. Me preguntaba si podía sentir algo más que ira o si esto era todo, que me consumiría por completo sin posibilidad de retorno.
——
-Creo que salió bien dijo Cali, y Holden estuvo de acuerdo, soltando un largo suspiro.
-Ahora, pasemos al siguiente paso
-¿Cuál es…?–preguntó ella.
respondió Holden, acurrucándose con su pareja.
-Desafiar a un Alfa a muerte – respondió Holden, y Cali se quedó congelada por un segundo, pero luego siguió
adelante.
Malditas formalidades legales–gruni.
Holden me dio palmaditas en la espalda.
Los autos están por aquí -Nos guió hacia afuera.
El Consejo, o aquellos que podían atender una llamada en el último minuto, estuvieron de acuerdo con lo que ya sabía. Deberíamos hablar con Los Ancianos antes de desafiar a otro Alfa fuera de nuestro territorio. No estaban seguros de los protocolos, ya que no había sucedido en su tiempo, pero pensaron que necesitábamos algún tipo de permiso.
Ya sabia que, sin importar si Los Ancianos me decían que no, aún iba a desafiarlo. Todo mi respeto por los protocolos se iría por la ventana. Esto era solo una formalidad. En mi mente, el Alfa Jasper ya estaba prácticamente muerto. Atlas gruñó en mi mente en acuerdo.
-Los Ancianos pueden atender una llamada cuando volvamos–me informó Holden.
El auto parecía arrastrarse por la ciudad.
-Déjame salir le ordené al conductor-. ¡Ahora! Se detuvo a un costado de la calle y salté. Estábamos a unas cuadras de distancia y necesitaba hacer algo, moverme en lugar de quedarme allí sentado.
No me importaba que estuviera descalzo, solo llevaba pantalones de chándal, dejé salir mi aura solo un poco y todos en la acera se apartaron de mí.
Entré sigilosamente en la casa de la manada y tomé el ascensor, considerando subir las escaleras para liberar algo de energía, pero necesitaba verlos.
Ignorando a los guardias afuera de mi puerta, entré y mis ojos recorrieron el apartamento hasta que se posaron. en Willa. Estaba sentada en el suelo. Su cabello medianoche reflejaba la suave luz mientras caía sobre su hombro mientras se inclinaba para recoger algo y entregárselo a Emmett. Se quedó quieta cuando me percibió, sus ojos verdes se encontraron con los míos y una amplia sonrisa levantó sus labios carnosos.
Diosa, era impresionante, y era mía.
Emmett se volteó y se levantó, corriendo hacia mí.
-¡Papá! -gritó, y me derretí, cayendo al suelo y abrazándolo.
Willa vino a sentarse junto a nosotros y apoyó su cabeza en mi hombro, su mano suave acarició mi espalda desnuda y sentí como si todo el aire se me hubiera escapado. Podría llorar, pero no estaba seguro de por qué. Me dejé caer con alivio, la ira controlada ahora que estaba con ellos, estaban a salvo y una de las amenazas contra mi familia había sido anulada.
Hueles mal–Emmett retrocedió, arrugando la nariz y abriendo mucho sus ojos verdes-. ¿Es sangre?
-48–¡Papá!
preguntó, poniendo una pequeña mano en mi rostro.
-Sí–suspiré, ni siquiera se me ocurrió cómo debía lucir. Todo está bien ahora les dije a ambos. Willa se dejó caer, sus ojos se movían entre Emmett y yo.
-Emmett, cariño, ¿puedes ir a jugar y cuidar de Nora? Se soltó de mis brazos y asintió a su mamá.
Willa me levantó y me abrazó, acomodándose en mi pecho. Un pequeño sollozo escapó de ella mientras exhalaba, enterrando su cabeza en mí. La abracé y apoyé mi cabeza en su cabello, envuelto en su aroma. Todas las emociones del día me recorrieron. Finalmente sentí un poco de alivio. Un paso más, y mostraría al mundo lo que le sucedería a cualquiera que intentara cruzarme o a lo que era mío.
caer.
–
-Ven–Ella retrocedió, sus ojos brillaban con lágrimas no derramadas. Las limpié antes de que pudieran
Le di un beso en la frente y le dije:
-Estás a salvo. Estamos a salvo. Todo va a estar bien -prometí.
Ella me llevó por las escaleras hasta el baño, lavándome en silencio, mi ira suprimida por un momento bajo la abrumadora oleada de amor que sentía por esta mujer.
Principe Dracos–comenzó El Anciano usando mi título formal-, mi nombre es Anciano John. Estoy aquí con un pequeño consejo para escuchar tu solicitud y brindar asesoramiento basado en nuestras leyes. Después de esta llamada, encontraremos la mejor manera de ayudarte y procederemos desde allí. Cuéntanos, ¿cuál es tu consulta?
-Gracias, Ancianos, por atender una llamada con tan poco aviso comencé tratando de recordar algún sentido de protocolo y formalidad. Un Alfa de una manada vecina, pero fuera de mi jurisdicción, contrató a un asesino para intentar llevarse a mi hijo, mi heredero -El Anciano inhaló profundamente-. Quiero permiso para desafiarlo, pero no quiero que se vea como un acto de guerra. Mi problema es con el Alfa Jasper de la manada Piedra Negra – Luché contra el impulso de gruñir ante su nombre.
-¿Qué harías con su manada? -preguntó el Anciano.
-No me interesa su manada. Pueden elegir vivir aquí o asignar otro Alfa. No quiero ni necesito su territorio
dije.
-Desafiar a un Alfa sin querer tomar el control de su manada es algo inaudito.
Mi problema es con el Alfa Jasper–repetí-, y cualquiera que supiera de esto o se mantuviera al margen. No dañaré a los miembros de su manada.
-Un momento -El Anciano hizo una pausa, buscando algo y susurrando a los demás. Vemos que el Alfa Jasper desafió al Alfa anterior por la manada. Además, muchos de sus miembros se unieron a tu manada después de eso, mientras tu padre era el Alfa.
-Eso es correcto. Creo que todavía nos guarda rencor.
-Parece ser así, lo siento, Alpha Dracos, pero no podemos ayudar. Solo aconsejar.
-¿Cuál es tu consejo? -Traté de mantener mi voz firme y no dejar que la ira o la molestia surgieran.
-Necesitas la aprobación de los otros Alphas en tu jurisdicción. Al menos el setenta por ciento de ellos debe estar de acuerdo para que puedas hacer esto. Podría poner en riesgo todo tu territorio, y no depende de nosotros, depende de ellos.
Respiré profundamente.
-¿Cómo?
-Consíguelo por escrito y haz que lo firmen. Solo necesitas su aprobación -dijo el Anciano John-. Lamento no poder ser de más ayuda, pero te aconsejaría que tengas un plan sobre qué sucederá con su manada después.
48–¡Papá!
Como dijiste, tu lucha no es con los miembros inocentes de la manada. Te aconsejaría encarecidamente que tengas un plan sólido para que esto se lleve a cabo sin problemas y sin represalias.
-Así lo haré–prometí. Necesitaba pensar en los miembros de la manada y superar mi necesidad de derramamiento de sangre. Necesitábamos un plan para asegurarnos de que estuvieran cuidados.
-Bien. Buena suerte.
-Gracias
Colgué.
¿Cuántos Alphas había? ¿Podía llamarlos a todos ahora?
No, sabía que necesitaba hablar con ellos en persona. Era mucho más persuasivo de esa manera, y no podía apresurarme. Si decían que no, no sabía qué haría. Aun así mataría al bastardo, pero eso podría causar conflictos dentro del territorio si iba en contra de los deseos de los otros Alphas.
La conferencia–sugirió Holden desde su asiento frente a mi escritorio.
–
-Descansa un poco. Loreli puede quedarse con nosotros le dije. Emmett y Loreli ya estaban durmiendo profundamente en nuestra casa de todos modos-. Ha sido un día largo.
-Gracias, Cas. Se levantó sonriendo-. Es hora de ir a buscar a mi pareja.
-¿Podrías enviar a Willa aquí, por favor? – pregunté.
estaba
Griffen ya se había ido. Volvió para informarme que los cuerpos estaban siendo atendidos y que monitoreando lo que se decía sobre la muerte del Asesino Silencioso. Hasta ahora, nadie parecía haberse dado cuenta, y lo tomé como una buena señal. Lo despedi temprano para pasar tiempo con Nora; no necesitaba estar aquí para la llamada.
Willa tocó suavemente la puerta abierta. Su largo cabello todavía estaba recogido en el moño que llevaba cuando me cuidaba en el baño. Mechones caían y se rizaban alrededor de su rostro.
-¿Me necesitas? -preguntó, entrando y sentándose al borde de mi escritorio.
Le expliqué la conversación con Los Ancianos y lo que necesitábamos hacer. Sus cejas se fruncieron y mordió su labio mientras me escuchaba pensarlo.
-¿Quieres hablar con ellos en persona? ¿Cuánto tiempo llevará eso? -preguntó.
-Habrá una conferencia pronto, este fin de semana, de hecho dije, sus ojos se abrieron de par en par.
-¿Por qué no vamos entonces? Nunca lo mencionaste.
-Tenía la intención de hacerlo. Rara vez voy en persona, envío a alguien en mi nombre. Esta es en Blue Ridge, y pensaba darte la opción de ir incluso si yo no planeaba hacerlo.
Se quedó quieta al escuchar el nombre de su manada anterior, aquella en la que estaba destinada a ser Luna.
-No tienes que venir, pero creo que necesito hacerlo. Sé que tengo que ir–La miré fijamente:
-Voy a ir–dijo con determinación, y levantó un poco la barbilla.
-Perfecto sonref, tomando su pequeña mano en la mía.
Necesitaba que estuviera a mi lado más de lo que ella sabía.
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