Chapter Capítulo 196
Capítulo 0196
Julio captó con el rabillo del ojo la fuerte incomodidad de Silvia y no siguió preguntando, Silvia retrocedió un paso, evitando su mirada ardiente.
-Voy a bañarme.
Apenas dio dos pasos cuando Julio la agarró por detrás, envolviéndola por completo en sus brazos, con la respiración agitada.
-Sigamos.
Silvia se sintió muy tensa. Antes de que pudiera rechazarlo, los labios de Julio ya estaban puestos sobre su rostro y su cuello…
-No quiero…-dijo Silvia, intentando apartarlo en ese momento.
Julio se detuvo, respirando profundamente. No sabía por qué, desde que había estado con Silvia una vez, se le hacía cada vez más difícil contenerse, y también se volvía aún más codicioso.
-¿Por qué?-suv
su voz estaba ronca.
Antes de que ella pudiera responder, él le preguntó de nuevo:
Si no lo quieres, entonces, ¿por qué vuelves a provocarme? ¿Qué es lo que realmente quieres? ¡Dímelo! ¡Te daré todo lo que pueda darte, todo!
Julio nunca se había sentido tan desorientado. Había investigado el pasado de Silvia, sabia
muy bien de su trabajo en el extranjero, y sabía que había vivido con Luis durante cinco años. Pero no sabía por qué de repente había regresado, y mucho menos por qué vino junto a él.
Silvia se sentía cada vez más apretada en su abrazo, su hombro comenzaba a sentir el doler.
Suéltame.
Pero Julio se negaba a hacerlo, siempre sintiendo que, si la soltaba, ella desaparecería de nuevo. Mientras ambos se mantenían en un tenso impasse, el timbre de la puerta sonó abajo, interrumpiéndolo todo de nuevo.
Julio se cambió de ropa y bajó las escaleras. Nadia ya estaba esperándolo abajo y se apresuró hacia él.
-Julio, hoy quiero que traigas al niño a verme.
Hacía unos días, cuando se enteró de que Julio había traído un niño a casa, envió a alguien a investigar. Pero debido a las estrictas medidas de seguridad de Julio, aún no había podido
encontrar al niño.
+15 BONUS
Cuando Julio supo cuál era su intención, respondió friamente:
-El niño no es mío.
Nadia se quedó asombrada.
-¿Qué estás diciendo?
Había esperado tanto tiempo para ver a su hermoso nieto, y ahora resultaba que no era suyo.
-Entonces, ¿de quién es el niño?
No podía creer que Julio estuviera cuidando el hijo de otra persona sin ninguna razón aparente. Julio tiró de una silla v se sentó muy cómodo.
No tienes que preocuparte por esto.
Los ojos de Nadia se enrojecieron al instante.
-¿Qué quieres decir con que no tengo que preocuparme? ¡Tu madre quiere un nieto! Si realmente tienes problemas, como tu hermano, tú mamá estaría dispuesta a que lo adoptes.
Al mencionar a su hermano, la expresión de Julio se volvió de repente muy fría. Arriba, cuando Silvia salió, también escuchó muy claramente las palabras de Nadia, sorprendida. ¿Julio tenía un hermano? ¿Por qué ella no lo sabia?
Nadia notó que Julio no estaba contento y no se atrevió a decir más, se levantó en ese
momento.
-Me voy, por favor, no dejes que me decepcione.
Poco después de que se fue, Julio levantó la mirada hacia Silvia, quien acababa de salir. No pudo evitar recordar al niño que aún no había nacido.
-Ven aquí.
Silvia permanecía allí, sin moverse. Julio la miraba con gran indiferencia, sintiéndose muy abatido. Finalmente, se levantó y se acercó a Silvia.
-Cámbiate de ropa, vamos a salir.
-¿A dónde?
-¿No dijiste antes que querías ver el mar? -le dijo Julio.
Silvia no esperaba que él lo recordara.
-Ya he visto el mar.
Ella vivía muy cerca del mar cuando estaba en el extranjero.
Al escuchar eso, Julio pensó por un breve momento.
+15 BOHUS
-Entonces, vamos a ver los cerezos en flor.
Recordaba que Silvia solía hablar de ir a Toledonia, pero después de casarse con él, durante los
tres años siguientes, no había viajado definitivamente a ningún lugar.
Silvia miró por la ventana.
-Es otoño ahora, no hay cerezos en flor.
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