Chapter Capítulo 195
Capítulo 0195
En la villa Oasis.
Los rayos de sol caían sobre su rostro cuando Silvia abrió los ojos, ella levantó rápidamente la vista y se encontró con el apuesto rostro del hombre. Justo cuando estaba a punto de decirle algo, Julio la atrajo hacia él de nuevo.
-Buenos días.
Los labios delgados de Julio se posaron con delicadeza en su frente.
Silvia se quedó un poco aturdida por esto. Parecía que él ni siquiera recordaba muy bien lo que le había dicho. Ella se apartó directamente.
Los ojos de Julio se entrecerraron, llenos de confusión. Él agarró la barbilla de Silvia y la besó directamente. Esa vez no fue tan suave como la vez anterior, fue bastante dominante y brusco.
Silvia intentó apartarlo, pero no pudo.
Justo cuando él estaba a punto de ir más lejos, sonó el teléfono de manera urgente. Frunció el ceño. ¿Qué pasaba ahora?
Extendió la mano y tomó de inmediato el teléfono, era el de Silvia, y vio el nombre: Viviana. Con gran disgusto, le pasó el teléfono a Silvia:
-Es tu amiga.
Ella no dijo nada, tomó el teléfono y salió de la cama, dirigiéndose al balcón para contestar la llamada.
-¿Qué sucede, Viviana?
Viviana, sin saber que Silvia y Julio estaban en la misma habitación, inmediatamente le contó lo que había sucedido hoy.
-¿Crees que David tiene algún problema en la cabeza?
Silvia también se sintió algo extraña después de escuchar toda la historia. Después de
reflexionar un poco, le preguntó:
-Viviana, cuando habla del niño, se refiere a Oscar, ¿verdad?
Aparte de Oscar, no había otros niños alrededor de Viviana.
-¿El pequeño?
Viviana estaba bastante sorprendida:
-¡Exacto! Olvidé decirte algo muy importante, la última vez que fui a recoger a Oscar al jardín
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de infantes, me encontré con David agarrándolo, por suerte estuve all…
Viviana sintió un fuerte escalofrio de miedo.
Silvia también estaba incrédula. ¿Por qué David seguía fijándose en Oscar? ¿Realmente fue porque el niño lo golpeó accidentalmente durante el banquete de cumpleaños del anciano señor Ferrer? Ella sabía muy bien que David guardaba cierto rencor, pero no podía estar tan en contra de un niño pequeño.
-Viviana, ¿crees que Oscar nos está ocultando algo?
Silvia siempre confiaba muchísimo en Oscar, porque actuaba un adulto y rara vez mentía, a menos que temiera ser herido.
-¿Qué nos podría ocultar un niño de cuatro años?
Viviana se quedó muy perpleja en ese momento.
-Silvia, no te preocupes demasiado, no quiero el dinero de David, y no le entregaré el niño.
-Bien.
Silvia se detuvo por un momento y luego le preguntó:
-¿Y tu papá?
-Déjalo. ¿Crees que me obligaría a casarme con ese tal David?
Viviana se sintió bastante extraña en el fondo de su corazón.
-No sé porque su abuelo quiere que él se case conmigo, ni siquiera conozco al señor.
El padre de Viviana no era como la madré de Silvia, él todavía se preocupaba aún por su hija en su corazón y no la forzaría a nada. Solo que no sabía qué tan lejos llegaría David…
Mientras hablaba con Viviana, Silvia seguía muy atenta a los movimientos de Julio a través del ventanal, el hombre la miraba perezosamente mientras ella continuaba hablando por teléfono, y estaba a punto de levantarse.
Silvia en ese momento le pidió a Viviana que estuviera muy atenta a Oscar durante esos días y colgó inmediatamente el teléfono cuando Julio, envuelto en una bata negra, llegó frente a ella.
-¿De qué estabas hablando con ella? ¿Y por qué colgaste en cuanto llegué? le dijo Julio mientras extendía con delicadeza la mano para tomar el teléfono de Silvia.
Ella rápidamente guardó el teléfono detrás de él
-Todos tienen secretos,/¿no es así?
Fue ese gesto lo que hizo que Julio quisiera aún más saber qué había en su teléfono que ella en realidad no quería que él viera.
Silvia notó la fría mirada de Julio al instante y agregó:
—Le dije que ayer me dejaste y fuiste a ver a Natalia. ¿Está bien?
+15 BONUS