¿Tuvimos un hijo

Chapter Capítulo 53



Capitulo 53
Anastasia no se dio cuenta de lo que había hecho Maya. Después de poner los documentos en el gabinete, miró la hora y le dijo
a la mujer. –
Está bien, deberiamos irnos también. Hay tres tiendas que deben ser inspeccionadas esta noche, así que estamos un poco apr
esuradas de tiempo.
—De acuerdo, IVámonos! – Maya tomó la iniciativa de tomar el bolso. –Yo lo sostendré por ti, Anastasia
Tan pronto Anastasia salió; aun así, tomó su bolso. –Yo lo sostendre!
Maya se la entregó de inmediato, y las dos bajaron las escaleras. Ya que ninguna tenia auto, sólo podian viajar en taxi. Desafort
unadamente, era justo la hora del cambio de turno de
los taxis, y ninguno se detenia por ellas. Anastasia estaba comenzando a frutarse justo en ese momento un Rolls–
Royce Phantom de la nada se detuvo. Bajó la ventana, revelando a un atractivo hombre en un traje negro que estaba sentado el
egantemente en el asiento del conductor. Se miraba dominante, misterioso y particularmente encantador. Maya se quedó sorpre
ndida por la vista. «¿Es el auto del presidente Palomares?».
– Entren al auto. Las llevaré a ambas ahí – dijo Elias con una amabilidad sin igual.
Anastasia contestó amablemente. ––No hay necesidad de eso, gracias.
Sin embargo, Elias no tenía ninguna intención de irse. Sus profundos ojos miraron al obstinando rostro de Anastasia y después l
o repitió por segunda vez. –Entren al auto.
Maya no podia esperar en sentarse en el auto de Elias. Si sólo pudiera tomar ventaja de la suerte de Anastasia y subirse una ve
z, sería la chica más suertuda del mundo.
–Anastasia, no podremos tomar un taxi ahora. Vamos a llegar tarde, iasi que hay que entrar al auto del presidente Palomares! –
Después de hablarlo, Maya tomó la iniciativa de abrir la puerta del pasajero y la empujó dentro del auto.
Anastasia naturalmente no estaba feliz con esto, pero ya que Elias insistió en llevarlas a su destino y Maya ya había abierto la p
uerta del auto, le dijo: – Tú siéntate en frente.

Después de eso, abrió la puerta trasera
y se sentó atrás. Al escuchar eso, estaba loca de la emoción. Fue suficiente afortunada en sentarse en el asiento del pasajero c
on Elias. Después de hacerlo, no se atrevió siquiera a respirar. Su cuerpo entero estaba tenso, y estuvo nerviosa todo el tiempo.
Mientras que
Anastasia, estaba sentada en la parte trasera. Tan pronto levantó su cabeza, se encontró con los profundos ojos del hombre en
el espejo retrovisor. Rápidamente miró hacia la ventana y el auto lentamente se alejó. Dirigiéndose a la calle comercial que era
a donde iban.
–¿Cómo sabe que vamos para allá, presidente Palomares? – preguntó Maya sorprendida.
–Lei la información –respondió Elías.
Media hora después, el auto de Elias se estacionó en una tienda en la calle comercial. Maya salió del auto desconcertada, mien
tras que Anastasia rápidamente le dijo al hombre en el asiento del
Después de eso, Elías las miró caminar dentro de la tienda Burgués. Estaciono su auto en un lugar cercano, pero no se fue. En l
con un traje recto, que desencadeno un temperamento superior y misterioso. Bajo la luz, desbordaba un aura real. «¿Algo está m
– ¿Dónde está Anastasia Torres y los demás?
–¡Oh! La señorita Torres está en la antesala, y le he dado la información de los compradores. – Después
de eso, el gerente se apresuró a llevar a Elías a la antesala.
Anastasia estaba mirando la información de los compradores recientes y los informes de ventas de los artículos más populares d
–Sigan con su trabajo –dijo Elías en voz baja mientras se sentaba a su lado.


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