¿Tuvimos un hijo

Chapter Capítulo 37



Capítulo 37
Anastasia rápidamente tomó el elevador al octavo piso. Se paró enfrente de la oficina del presidente y tocó la puerta antes de a
brirla sin siquiera esperar por una respuesta.
Cuando miró a su hijo sentado en el sofá de Elías, rápidamente suspiro con alivio antes de gritar enfada:––
Alejandro, l¿Estás tratando de darme el susto de mi vida?! icPor qué huiste asi?!
Alejandro no espero que sus acciones fueran a espantar a su madre al grado de ponerse pálida. Rápidamente corrió y envolvió
sus brazos alrededor de su pierna. – Mami, lo siento. Es mi culpa.
Anastasia también se dio cuenta que había exagerado, así que lo abrazo y suspiro de nuevo. No lo vuelvas a hacer.
––Regresa a trabajar y déjalo conmigo. Lo cuidare por ti ––La voz de un hombre sono detrás de
ellos.
Ella estaba sorprendida. Este hombre debía estar intentado pagarle con amabilidad, pero no quería aceptar ninguna ayuda de él
aparte de su trabajo, no sentía la necesidad de molestarlo con una tarea como la de niñero.
– Está bien, gracias por la oferta –contestó una Anastasia renuente.
– Mami, me gusta estar con el señor galán. ¿Me dejas quedarme aquí hasta que salgas de trabajar? ¿Por favor? –
preguntó el pequeñin felizmente con una obvia anticipación en su rostro.
–No. Regresemos a mi oficina. Aún tengo una reunión a la cual asistir, pero te compraré algo delicioso para el almuerzo.
–iNo quiero! Quiero jugar aquí en la oficina del señor galán. –El pequeñin comenzó a enojarse, lo cual era realmente raro en él.
Al saber que
la junta aún estaba continuando con el evento del nuevo lanzamiento en la agenda, Anastasia apretó los dientes. Miró hacia el i
mpresionante hombre frente a ella antes de decir: ––Entonces, por favor ayúdame a cuidarlo por un momento.
––iClaro!–asintió Elías.
– Alejandro, no ocasiones problemas, ¿Está bien? Mami va a regresar a la reunión.

––Seré bueno–prometió el pequeñin.
Anastasia
se giró y se fue a la reunión. El pequeñin se sentó en el sofá felizmente de nuevo, después sacó un cubo de Rubik de su mochil
a y comenzó a jugar con él. Elias se sento frente a el y miró al pequeñin girar ágilmente el cubo. Alejandro completó el rompeca
bezas en dos minutos, una clara indicación de su maravilloso IQ.
–¿Quién te enseño eso?
–Lo aprendi yo mismo. Señor galán. ¿Cuánto tiempo le llevará completarlo?––El pequeñin se rio al preguntar.
Elias tomó el cubo lo revolvió, y después completo el rompecabezas
en 10 segundos. Lanzó el objeto de regreso al pequenin, que se quedó boquiabierto mientras miraba a Elías con admiración. –
iEs increíble, señor!–. Sólo era un pequeño clogio del niño, pero Elias se sintió extremadamente bien con ello. Sonrió y comentó
: –
Tú también eres bastante bueno–. Si alguien se encontrara por casualidad con esta escena, estaria maravillado al descubrir qu
e los dos se miraban exactamente igual cuando sonrcian.
Anastasia regresó a la sala de juntas. Afortunadamente, Fernanda no dijo mucho sobre la interrupción y cuando termino la junta,
ya era hora
del almuerzo. Anastasia se estaba preguntado a donde llevaría a su hijo a almorzar cuando el teléfono fijo sono. Se acercó y co
ntestó:
–Hola.
––Alejandro va a venir conmigo a almorzar. Ven y únetenos. Estamos en el restaurante frente a la empresa –
sonó la profunda voz del hombre, que aparentemente no aceptaba un –no–como respuesta.
Su mente comenzó a vibrar. –¿Elias ha llevado a mi hijo a almorzar? ¿Sin mi permiso? –
Demonios, este hombre se llevó a mi hijo sin decir nada. ¡Qué falta de respeto!–. Anastasia como su teléfono y bolso antes de s
Anastasia tomó una respiración profunda y camino hacia allá para sentarse a lado de su hijo. –
Yo invito este almuerzo, como mi agradecimiento al presidente Palomares por cuidar a mi hijo Con eso, finalmente se sintió mejo

Elías la
contempló con una mirada significativa, sus pensamientos eran complicados. Esta mujer había rechazado un poco de amabilidad
– Mami, el señor galán solo necesita 10 segundos para resolver el cubo de Rubik. –
El pequenin comentó ya que queria que su mami supiera que tan excelente era el señor galán como persona. Ella sonrió sin im
Oh, een serio?
Después de haber tomado sus órdenes, se les sirvió un poco de helado antes
de la comida. El pequeñin felizmente tomó un poco y comenzó a comer. Ya que Anastasia sabia que Alejandro tenia problemas e
Déjame probar un poco también.
–––Aquí tienes, mami–. El pequeñin tomó un poco de helado para ella, el cual comio
rápidamente, momentos después, tomó un poco más y miró hacia el hombre sentado frente a él. ––
Señor, ¿también quiere un poco?.
Anastasia inmediatamente entró en pánico mientras que lo detenia. —–
Alejandro, comí de esa cuchara antes, así que no debes ofrecérsela a alguien más. No es de buena educación.
Sin embargo, el hombre sentado frente a ellos entrecerró sus ojos, pensado: Ya nos hemos besado antes, asi que ¿por qué te im


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