Chapter Capítulo 54
Capítulo 54
Violeta replicó: “Yo no he mentido, he dicho la verdad.”
Maurino soltó una risa suave, con un tono de voz grave pero helado dijo. “Pero no te atreves ni a mirarme cuando hablas.
Ahora que has crecido, tienes tus propios secretos, tantos que ni yo puedo distinguir, qué palabras son verdaderas y cuales son mentiras.
Maurino tenia un temperamento impredecible, un paso en falso y podria enfurecerlo, tal vez no tendria ni la oportunidad de gritar por ayuda.
Finalmente. Violeta se ablando y pidió disculpas obedientemente, “Lo siento, hermano, sé que me equivoqué. fui yo la que no actuo bien, no volverá a pasar. De verdad, yo fui la que buscó a Adrián, insistiendo en que me ayudara con los estudios.”
Resolver las cosas con Maurino en realidad era muy sencillo.
“Yo… quiero regresar a casa…” Violeta murmuro con la cabeza baja, cautelosa.
La expresión de Maurino se suavizó un poco. “Te he estado esperado mucho tiempo y tú estabas por ahi jugando hasta tarde con otros. Lo que hice hoy también fue por tu bien.
Ven, acompañame a comer algo más.”
Violeta insinuo: “Hermano, ya es muy tarde.”
Maurino insistio: “Si puedes acompañar a Adrian, ¿por qué no puedes acompañarme a mi?”
Esa frase sonaba como si estuviera celoso.
Mejor lo ignoraba, el siempre había sido así, ¡con un deseo de controlar todo!
El hombre se metió una mano en el bolsillo y se giro para volver a sentarse en la mesa. Pronto, un camarero trajo el plato favorito de Violeta, no era el desagradable bistec, sino algo que le encantaba, luego empujo hacia adelante un pastel que parecia un castillo.
Maurino le sirvió un poco con sus cubiertos. “¿Qué haces parada ahi? Come algo para llenar el estomago, hay tiempo de sobra para el pastel.”
Violeta se sentó frente a la larga mesa, pero Maurino dijo: “Ven y sientate a mi lado. ¿Cómo voy a servirte si estas tan lejos? ¿Eh?”
Ella se movió como una muñeca a la que se le dicta qué hacer, sentándose a su lado. En su vida pasada, ella habla sido muy obediente, haciendo todo lo que Maurino decía. Ahora, no sabía por qué. pero no le gustaba.
Queria liberarse del control y las ordenes de Maurino.
Tomando una sopa caliente, el dolor de estómago de Violeta empezó a disminuir.
Ella no quería comer, solo quería dormir.
Lo que habia comido antes la habla dejadr
ganas de más.
Maurino sabia que ella tenía una mala reacción estomacal por eso no tenia apetito y comia poco; tenía todo el tiempo del mundo para acompañarla a comer despacio.
Capitulo 54
No tenían mucho sentido de la ceremonia, en los cumpleaños simplemente se saltaban el paso de soplar las velas y pedir un deseo. El hecho de que Maurino estuviera alli perdiendo el tiempo con ella, hacia que la impresión de Violeta hacia él comenzara a cambiar.
Por lo que recordaba, Maurino raramente tenía la paciencia para acompañarla en esas cosas.
Después de la cena, Violeta comió un par de bocados del pastel a regañadientes, “Hermano, ya estoy llena, son las tres, ¿puedo irme a dormir?”
“¿Estás muy cansada?”
Violeta asintió con los ojos cerrados, luciendo totalmente agotada.
Maurino también había terminado de comer y se limpió con una servilleta, “Quédate a dormir aquí esta noche, mañana cuando despiertes, te llevo a casa.”
El camarero se acercó, “Sr. Paz, Srta. Violeta, la habitación de descanso está lista, por favor siganme.” Tomaron el ascensor hacia abajo.
El camarero abrió la puerta de la habitación y luego entregó la llave a Maurino.
Al ver que Maurino entraba con ella, Violeta sintió un escalofrio.