Chapter Capítulo 53
Capitulo 53
La noche estaba oscura, una capa de nubes cubría la luna y parecia que se avecinaba una tormenta
fuerte.
El último fuego artificial estallo, iluminando el cielo nocturno con chispas que calan desde arriba como estrellas fugaces.
En un restaurante adornado con flores y sueños, fuera de la ventana bajo la oscuridad de la noche, el reflejo de los fuegos artificiales en los ojos de la muchacha era invadido por la figura de un hombre.
Una respiración cálida y poco común se esparcía en el rostro delicado de la chica. Por primera vez, desde su renacimiento, Violeta vio en los ojos de Maurino un brillo de conquista y posesión. Esa mirada no podia considerarse inocente, e incluso hacia que Violeta sintiera que estaba envuelta en la atmósfera fría que emanaba de él, formando una prisión invisible que la atrapaba.
No podia escapar.
Pero también se hundia voluntariamente en esos profundos ojos oscuros.
No… no se puede…
Como si se diera cuenta de algo. Violeta empujó a Maurino, pero su tono ansioso la traicionó, “Por supuesto que me gustas, pero es un cariño de hermanos. Ya no tengo, no tengo fantasias poco realistas.
Maurino eres… muy destacado, nadie más que Lucrecia podría merecerte.”
Si la primera afirmación de Violeta era falsa, entonces la última era su verdad.
Ella tenia miedo, ¡realmente tenia miedo!
En su vida anterior se enamoró de Maurino, aun siendo doce años mayor que ella y el resultado de eso fue que la entrego a otros hombres, quedó embarazada de su hijo, fue torturada hasta la muerte y enterrada en un vertedero.
Para Violeta, esas palabras ambiguas de Maurino no eran más que una prueba de si ella aún albergaba fantasias poco realistas hacia él.
Maurino se levantó lentamente con una mano en el bolsillo, y toda la emoción en sus ojos se replegó en ese momento, volviéndose frios y distantes como siempre.
“Eso no es lo quiero escuchar.
Te adverti que no te acercaras mucho a Adrián, ¿por qué no escuchas? ¿Solo porque ahora no puede vigilarte, siempre tomas mis palabras como si fueran el viento que pasa por tu oido?”
Violeta tembló un poco y explicó. “Adrián me ayudó a estudiar, saqué una puntuación perfecta en matemáticas gracias a él. La maestra dijo que si seguia asi, me iban a expulsar de la escuela. Quise llamarte varias veces, pero tu celular siempre estaba desconectado, pensé que ya no me querías, que me considerabas una carga, por eso no me atreví a buscarte. Si realmente me expulsan y no puedo seguir estudiando, a mi edad, si salgo de la escuela, no sé cómo seguir viviendo.
No tenia otra opción, por eso busqué a Adrián,”
La mirada de Maurino se profundizó, él realmente había cancelado su número anterior y habia estado ocupado con el trabajo de la empresa, olvidando darle su nuevo número.
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¿Una carga?
Realmente lo había pensado, pero no sabia desde cuando, ese pensamiento se habla ido desvaneciendo dia tras dia.
Maurino pareció acostumbrarse a la existencia de esta “hermana” sin ningún lazo de sangre.
Violeta habla sido criada por Maurino desde los cinco años y él podia adivinar lo que pasaba por la mente de esta niña, hasta el más minimo detalle.
La mitad de esas palabras eran verdaderas, la otra mitad falsas!
¿Por qué mentiria sobre algo?
“Algunas mentiras, solo se pueden usar una vez en la vida, si hay una próxima vez, ¿con qué excusa piensas engañarme, Violeta? ¿Eh?”