Se Volvió Loco Tras Mi Muerte ( Violeta and Maurino )

Chapter Capítulo 46



Capítulo 46 

Lucrecia soltó esa frase y si que sono un poco condescendiente. 

Después de todo, Lucrecia era la heredera del Grupo Joyería de la capital, la primera dama social de la 

ciudad, con su estatus de princesa, aunque anduviera con ropa desgastada, su posición era inigualable. 

Y más aún, teniendo a su lado a un prometido asi. 

Viajar de Aguamar a la capital llevaba dos horas y media

La reunión de padres era al mediodia, a las doce. 

Si se apuraban, llegarían con tiempo de sobra. 

Violeta, aún en la capital y sumida en el sueño, se despertó sobresaltada por una pesadilla. En su sueño, todo era oscuridad; sentia claramente que estaba enterrada bajo tierra, aguantando esa sensación de asfixia. Intentó despertarse varias veces, pero no lo conseguía. 

Luchó en su sueño sin saber cuánto tiempo, hasta que al final vio un destello de luz y alguien llamándola por su nombre. 

El peso de la tierra que la oprimía se alivió poco a poco; alguien la habia encontrado. 

Cuando la sacaron del suelo, lo que vio fue la mirada dolida de Maurino. 

En su sueño, Violeta creyó ver a un Maurino de cuarenta o cincuenta años, vestido 

con un traje negro caro y las manos manchadas de sangre, abrazando lo que quedaba de su esqueleto, como si lamentara haber perdido algo de inmenso valor. 

Violeta se cubrió el corazón, sin entender por qué caian las lágrimas. 

Le dolia mucho el pecho. 

Era solo un sueño, ¿por qué reaccionaba así? 

Se sentía como si todo hubiera sido real. 

Ella no podía creerlo. 

Imposible, tenia que ser falso, solo un sueño. 

En su vida pasada. Maurino se había casado con Lucrecia y tenían un hijo. ¿Cómo iba a recordarla? 

Había hecho tantas cosas malas contra Lucrecia y habia causado tanto daño, que Maurino la odiaba, 

¿Cómo podría ser que después de su muerte, él mostraria ese semblante? 

Después de todo, había sido él quien la entregó a ese hombre perturbado. 

Ella habia muerto: Maurino debería vivir en paz con Lucrecia y disfrutar de su vida sin que nadie los molestara. 

Violeta recordó que era su cumpleaños y que lo pasaría a solas con Adrián. 

Se secó las lágrimas rápidamente, se levantó se duchó. Se puso el vestido más bonito que tenía en el armario, un vestido largo oscuro que dejaba ver sus piernas delgadas y pálidas. Sin necesidad de maquillarse, su rostro juvenil y distinguido resaltaba por si solo. Tomó su mochila de lona, donde 

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11-50F 

guardaba su celular y los cuadernos de cada materia 

Cuando balo las escaleras y vio al chico, que no sabia cuánto tiempo llevaba esperando, se acerch y le pregunte con una sonrisa: ‘Adrian, ne ven bien?” 

¿Seguiria siendo como en su vida pasada, sin esperanza, pero enamorado de ella? 

Aduan aparto la mirada, pero sus orejas ya estaban tan rojas que no podia disimular más. 

El tráfico estaba pesado y el coche que casi llegaba a la escuela solo podia avanzar lentamente. 

En ese momento, Ernesto recibió una llamada de la escuela. Después de unas pocas palabras, colgó y reportó: “Sr. Paz, la Srta. Violeta no está en la escuela hoy.” 

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