Se Volvió Loco Tras Mi Muerte ( Violeta and Maurino )

Capítulo 112 

Maurino arrastró una silla a su lado y se sentó, Violeta se acercó y se sentó junto a él, el olor a tabaco danzaba en la punta de su nariz y entre ellos reinaba el silencio. 

Hasta que el hombre giró su pluma de firma, hecha de un metal valioso, con iniciales 

doradas grabadas en el tapón. Sus dedos, bien definidos, sostenían el cuerpo del bolígrafo y su voz grave rompló el silencio, “¿En qué pregunta te has atorado?” 

al 

Violeta, cabizbaja y en silencio, sentía como si un peso de mil libras aplastara su pecho. Porque, después de todo, ¿no fue por eso que Maurino decidió alejarla cuando ella lastimó a Lucrecia en su vida pasada? 

Ahora, al recordar el daño que le había hecho a Lucrecía, se odiaba a sí misma. Le había causado un accidente que casi la deja sin caminar, le puso drogas para que perdiera a su bebé y siempre buscaba maneras de separarlos. 

Haciendo eso, ¿qué diferencia había entre ella y esa amante que quería tomar el lugar de la esposa legítima y matar a la madre de Maurino? 

Ella había estado equivocada, totalmente equivocada. 

No era de extrañar que ni Maurino, ni nadie más, pudieran entenderla. 

Todo lo 

que 

ocurrió en su vida pasada fue su propia culpa. 

Violeta señaló en el examen la pregunta que no podía resolver, tragando las lágrimas, con la voz entrecortada preguntó, “Entonces, ¿al final te vas a casar con Lucrecia, verdad?” 

Maurino estaba escribiendo en el reverso de un contrato desechado, se detuvo y guardó 

silencio. 

La respuesta era obvia. 

No es de extrañar que cuando ella le confesó su amor a Maurino, él mostrara esa expresión de disgusto y rechazo. 

Porque sabía que ya estaba comprometido y que no podía casarse con otra mujer. 

De lo contrario, Noa no habría elegido a la futura ‘Sra. Paz‘ para Maurino desde que era muy pequeño, críándola a sú lado como si fuera una nuera adoptada. Si no hubiera sido por ese accidente, Maurino no se habría separado de Lucrecia por tantos años. 

En su vida pasada, ¡Violeta había sido esa amante que desesperadamente quería entrar en la vida de Maurino! 

¡El matrimonio de Maurino con Lucrecia estaba predestinado! 

Violeta apretó el ruedo de su falda, conteniendo la respiración, pretendiendo que todo estaba bien, “Hermano, cuando cumpla dieciocho años y vaya a la universidad, envíame al extranjero a estudiar. 

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Capitulo 112 

No quiero que mi presencia cause malentendidos. Hermano, realmente ya no te quiero como hombre, puedes ser bueno con Lucrecia, no hay problema. Ya has hecho suficiente por mí, en el futuro, si te molesto, podrías incluso ayudarme a encontrar una familia que quiera adoptarme. Tengo bien guardado mi certificado de nacimiento y mi registro familiar, si algún día me extrañas, puedo volver en cualquier momento para verte. 

Me has criado por once años, a mis ojos eres mi único familiar.” 

Violeta se levantó de repente y abrazó a Maurino, sintiendo el cuerpo cercano de la joven, los ojos del hombre se profundizaron aún más, “Hermano, envíame con la familia Paz y deja que la cuñada se mude aquí. 

No haré cosas que dañen a otros, como dicen ellos.” 

Maurino aún levantó la mano para calmar a la joven, “¿Lo has pensado bien?” 

“Sí.” 

Maurino guardó silencio, sin prometer nada. Si ella se iba con la familia Paz, nadie sabría qué podría pasarle allí. 

“No hay prisa, primero recupérate, luego hablamos.“