Chapter CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 11
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UNA CENA TENSA.
-Fue hace un año exactamente… El príncipe solo dijo cosas terribles de usted, que tenía pensamientos suicidas desde hace mucho, y Adilá siempre apoyó su testimonio…
Zahida sintió cómo se le amargaba la boca, y negó.
-¿Hubo un sepelio? -Laya asintió..
-Su padre asistió… -Y en ese momento Zahida se levantó.
-Mi padre… Pero Laya se apresuró a decir.
-Siento darle esta noticia, pero él falleció unos meses después…
A Zahida se le escurrieron las lágrimas al instante y si no fuera porque su bebé se incomodó de nuevo, ella
no dejó de estar en shock.
-El príncipe Omar….. —Laya dijo en un susurro y Zahida se secó las lágrimas, viendo cómo Laya iba a
acunarlo. Es igual al rey… hermoso…
Zahida pasó un trago duro.
-Entonces… Esta mujer, Rania… ¿Se embarazó rápidamente?
-Fue una sorpresa para todos… La señora Yassira está más irritable que nunca, y se corría el rumor, de que
el rey iba a hacerla reina… bueno, a Rania…
Zahida abrió los ojos, y miró la puerta.
-La madre del Emir estuvo aquí, hace poco–Laya la miró.
-¿La señora Zulema?
-No sé su nombre…
-Es ella… ¿Estuvo aquí? -Zahida asintió.
-Dijo que Omar era el heredero… -Lo dijo en un susurro tan bajo, pero Laya lo pudo escuchar a la perfección, y se aseguró aún más que esta era su señora.
-Eso es…
-Lo sé… ¿Sabes lo que pensará o hará Samir?
-Se volverá loco… está obsesionado con el trono que le dejará su padre…
-Una cosa más… -Zahida se acercó otro poco-. ¿Has visto al rey? Quiero decir… de cerca…….
Laya sonrió esta vez con amplitud y asintió.
-Lo he visto parece demasiado joven para tener un hijo como Samir, pero por los rumores que he
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el príncipe Samir, nació cuando apenas tenía diecinueve años…
Zahida asintió.
-La madre del Emir parece que no quiere a Yassira… -Laya negó.
-Es algo estricta, pero muy correcta en los rumores de los pasillos, también escuché que la señora Rania
no es de su agrade
Zahida soltó el aire, y miró a su bebé.
-Creo que esta chica era algo mala…
Laya se rio.
-Mala es un cumplido… -Zahida frunció el ceño.
-¿De verdad?
Laya dejó al bebé en la cuna y se acercó a ella.
-Tienes mucho que saber… pero debo volver, creo que pueden castigarme…
Zahida negó todas las veces.
-No quiero que te vayas… yo… yo quiero que te quedes conmigo…
-Puede pedirselo al Emir… y cuente conmigo para la preparación de esa noche, me escaparé por un
momento…
Zahida se levantó con premura y abrazó a Laya.
-No sabes lo feliz que me hace, que estés conmigo… espero que esa noche sea rápida…
Laya se apartó para sonreírle mientras sus ojos se nublaron.
-Trataré de adaptarme a este rostro, pero déjeme decirle que ahora que lo sé, puedo notar que su mirada es
la misma…
Zahida sonrió con los ojos nublados, y despidió a Laya, mientras tomó una aspiración profunda…
Los días siguientes fueron agitados, ella permaneció en silencio, siguiendo las rutinas de su bebé, y poco pudo ver a Laya, pero confió en que aparecería en cualquier momento.
Hakim visitó a su hijo cuando mayormente ella estaba dormida, y aunque hablaron un par de veces, fue en pocos minutos. Sin embargo, Zahida se sentía satisfecha porque la conversación había sido amena, incluso en algunos momentos, lo vio sonreír.
Al menos ya sabía un poco más de esta mujer, y entendió por qué motivo la gente la miraba con miedo, y no era del gusto de la madre del Emir.
Incluso cuando Hakim le había anunciado que había una cena especial, el personal de servicio pasó anunciándolos, y fue por Laya que se enteró, que, en esta cena, no estarían solos.
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-Toda la familia… -Zahida pasó un trago, y negó.
-Bien no importa… te pediré delante de todos…
-Tenga mucho cuidado, debe ser inteligente.
Zahida asintió.
-No volveré a ser misma, Laya…….
Zahida tuvo ayuda de las demás criadas, pero prefirió a Laya preparar parte de su ropa.
En el tiempo actual de Omán, eran más modernos en la forma de vestir, y aunque ella usó un vestido largo, Zahida sabía que este vestido hacía que su figura realzara a pesar de haber dado a luz hace una semana.
-Me gusta el cabello suelto…
-A mí también… -Respondió Zahida, mientras una criada le informó que era hora de pasar a la cena-.
Llevaré al bebé…
Y Laya abrió los ojos.
-¿Qué?
-Confía en mí… tú lo llevarás…
Laya no entendió el punto, pero no refutó frente a las demás criadas, y caminó detrás de Zahida, junto con Omar en sus brazos.
La mesa larga estaba llena, y ella se detuvo un poco nerviosa, al ver que literalmente estaban esperando por
ella.
-Toda una realeza… -Zahida escuchó a Yassira y sonrió.
-El bebé necesitaba algunas cosas….. y le pedí a una criada que pasaba que me ayudara…
-Oh, es mi criada. Laya… -Sahar, la nueva esposa de Samir lo dijo, y antes de que Zahida dijera algo, escuchó a Adilá.
-Ella puede tomar cualquier criada, no es tuya….. y… ¿Querida? ¿Por qué no le dijiste a la criada que se quedara con él mientras venías a cenar?
Zahida tuvo que reunir mucho valor.
-Porque no quiero… y porque Omar puede estar donde quiera, y por su puesto al lado de su madre… -Por supuesto. -Adilá sonrió y Zahida giró para saber que aun Samir no estaba, y mucho menos el rey. Ella se acomodó en el puesto que daba a la derecha del Emir, y le pidió a su criada sentarse a su lado, mientras todos abrieron los ojos.
-Ella no debería estar aquí sentada… -Yassira subió mucho la voz, y en ese momento, entró Samir, y la madre del Emir.
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-¿Qué es este escándalo?
Laya miró significativamente a Zahida, pero ella negó.
-Bienvenida, Rania… -Samir la saludó de forma galante, y Zahida sintió por segunda vez que él era demasiado atrevido con la esposa de su padre.
-Creo que no está bien que una criada cene con nosotros, aun cuando sea la petición de Rania… -Adilá defendió a la madre de Samir, y todos estaban mirándola de forma acusatoria, cuando Hakim hizo acto de
presencia.
-Tab masawuk (Buenas noches…) -En el comedor se hizo un silencio prolongado, pero Zahida fue a esos
ojos negros que la escanearon completamente desde su distancia:
Ella se puso un poco tensa, pero pudo sentir cómo su cuerpo reaccionó ante su mirada vibrante. Además, Hakim estaba vestido de color gris oscuro, con una camisa blanca que lucía su piel bronceada.
No sabía cómo, pero había un magnetismo que emanaba el Emir, que la hacía quedar sin palabras, y aunque él no apartó la mirada de ella, usó esa voz ronca y aspira para preguntar.
-¿Cuál es el alboroto? -sin embargo, Zahida sabía que no se dirigía a ella.
-Una criada… sentada en nuestra mesa… -Acusó Yassira.
-Emir….. sé que Rania merece todo nuestro respeto, pero ¿Cómo es posible? -Adilá apoyó.
El Emir vio a Laya, que se puso de pie de inmediato con su bebé, y a continuación, Zahida se levantó también.
-No dejaré a mi bebé solo en la habitación, y él ha tenido compatibilidad con esta criada… si no quieren a mi bebé aquí, junto con la criada, entonces cenaré en otro lugar…
Zahida vio cómo las sonrisas de las mujeres se extendieron, y ella se preparó para lo peor.
-No tienes por qué irte… el que no acepte a mi bebé, y a mi mujer en la mesa, junto a lo que ella pida… entonces que no se siente más en mi presencia…
Laya abrió los ojos, pero Zahida, ella estaba en éxtasis cuando el Emir la tomó de la mano, y la hizo sentar a su lado, indicándole a Laya, que también se sentara.
La madre del rey, muy serena, sacó su servilleta, sentándose discreta, mientras todos se miraron en un estado impresionado.
-No quiero oír una queja más de Rania… sirvan la comida…
Zahida alzó la barbilla, y aunque quería mostrar su orgullo a Adilá, ella tenía la mirada puesta en Yassira……
Al fin y al cabo, ella era la otra esposa del Emir… y los intereses de Zahida, de cierta forma estaban cambiando…