Chapter 38
38–El Interrogatorio–1
(Willa)
-Willa, no entres en pánico -dijo Cali apresuradamente.
Tragué saliva contra el nudo en mi garganta. Su voz de pánico diciéndome que no entrara en pánico no hizo más que aumentar mi propio pánico.
-Todo está bien ahora, pero…
-Pero, ¿qué?-casi grité. Mi voz ya no me pertenecía.
Alguien nos atacó, bueno, lo intentó. Entraron. No sé cómo, de hecho, llegaron a nuestro apartamento, pero
lo detuvimos. Si Holden no estuviera aquí… se detuvo, su voz se quebró.
Traté de controlar mi respiración y pensar lógicamente, a pesar de que mi corazón latía rápidamente,
amenazando con salirse de mi pecho.
–¿Dónde está todo el mundo ahora? -pregunté, sorprendida por mi voz tranquila.
Están aquí, Holden tiene al tipo, y hay gente en camino para llevárselo o usar alguna palabra elegante que
usaban.
-¿Emmett?
-Él y Loreli están bien. Tan pronto como se lleven al tipo, iremos a la casa de la manada.
¡Y, nunca perderé de vista a ninguno de ustedes! -gritó Holden.
– Encuéntranos en la casa de la manada, ¿de acuerdo? -preguntó Cali-. Caspien está en camino aquí ahora, y
nos escoltará.
De acuerdo Colgué y aferré el teléfono a mi pecho, aturdida por los últimos minutos. No podía entender todo lo que había sucedido, pero sabía que tenía que ver con Emmett. Me sentía enferma, la ansiedad y la preocupación que se habían instalado en mí con las fiebres de Emmett habían regresado.
Caspien me llamó y me esforcé por desbloquearlo.
– Holden dijo que te habían informado. Los guerreros están en tu casa evaluando los daños. Yo escoltaré a Cali, Emmett y Loreli a la casa de la manada. Casi llego y la amenaza ya ha sido eliminada. Te están siguiendo.
-¿Qué?-Miré por la ventana.
-Por mis guerreros, perdona, debería haber empezado con eso–corrigió Caspien. Casi sonreí-. Todo estará bien, lo resolveré -Colgó el teléfono antes de que pudiera decir algo más.
Me encontré anhelando la vida sencilla que tanto me asustaba hace meses.
(Caspien)
Cali me llamó casi inmediatamente después de que Willa me enviara un mensaje sobre un posible allanamiento. Mi enojo se mezclaba con miedo al pensar en la seguridad de Willa y Emmett. Las piezas encajaron, el allanamiento de Willa y ahora esto, Dirigí a mi conductor hacia el lugar de Cali en su lugar, sabiendo que Willa ya estaba cerca de
la casa de la manada.
Podía adivinar lo que buscaban, pero necesitaba descubrir cómo se movían tan rápido. Solo habían pasado unos días desde el cumpleaños de Emmett. Era apenas suficiente tiempo para que alguien lo rastreara o descubriera el siempre cambiante horario de Willa y él, y yo estaba con ellos tanto como podía.
Podría haber sido alguien desde adentro o alguien que simplemente tuvo suerte.
Bueno, no lo lograron porque Holden estaba allí. Si él no hubiera estado allí, ni siquiera puedo pensar en lo que podría haberle pasado a Emmett. Cali y Loreli podrían haber sido víctimas, y maldición. Lancé mi teléfono el
por
Llegaré más rápido que tú en esta maldita prisión -gruñó Atlas.
Hay humanos afuera, y el auto ya está yendo rápido.
Al diablo con los humanos, al diablo con todo lo que no sea nuestra pareja y cachorro.
Tenía razón, pero ahora estaban a salvo, y tenía que ser racional. No podía correr por la ciudad como un lobo enorme solo para ahorrar unos minutos.
Te ahorraría más que eso.
Lo aparté.
No esperé hasta que el auto se detuviera por completo antes de lanzarme fuera y abrir la puerta principal, sin importarme que rompiera su timbre o la puerta misma.
Bueno, tal vez debería arreglar eso hoy.
¿Ahora quién es el racional?-se burló Atlas.
Subí corriendo las escaleras e ignoré al guerrero frente a la puerta de Cali. Entré de golpe, buscando frenéticamente a mi alrededor. Aunque Cali dijo que Emmett estaba a salvo, una parte de mi no lo creyó hasta que lo vi con mis propios ojos.
Sin daños.
Emmett sostenía la mano de Loreli y, cuando me vio, corrió hacia mis brazos. Lo levanté, inhalando el familiar aroma de nuestro cachorro que se sentía como hogar. Exhalé profundamente, algo que había estado conteniendo desde
que recibi esa llamada. Estaba a salvo y no permitiría que algo así volviera a suceder.
Después de unos largos momentos en su pequeño abrazo, me aparté y lo examiné.
-¿Estás bien?-pregunté, mi voz temblorosa, lo cual me sorprendió.
-Sí–Emmett sonrió ampliamente-. Cali le pegó con una sartén. Fue muy ruidoso – Se rio.
Miré a Cali, quien encogió los hombros. Ahora sostenía a Loreli, quien estaba enterrada bajo su masa de rizos rojos oscuros.
-¿Está bien? -asentí hacia su hija.
Mordió su labio tembloroso y negó con la cabeza.
Lo estará Alisó el cabello de Loreli y exhaló temblorosamente.
-Ahora están a salvo. Todos ustedes lo están.
Asintió con la cabeza y miré alrededor del apartamento. El sofá estaba volteado. Había algunos vidrios rotos de no sé qué. Era evidente que hubo una lucha. Algunos guerreros estaban adentro, uno observando por la ventana, y sentí a otros pocos en las otras habitaciones.
-Empaca lo que necesites para la noche. Haré que traigan el resto.
No había forma de que Holden o yo permitiéramos que regresara aquí sin protección. Se quedarían en la casa de la manada, al menos hasta que resolviéramos esto. Preferiblemente para siempre.
De acuerdo Asintió, mirando hacia abajo a Loreli. Parecía un poco reservada por primera vez desde que la
conocí, y no estaba seguro si era por su propio shock o por lo que su hija debió presenciar.
Loreli se quedó dormida en los brazos de Cali en el coche. Cali miraba por la ventana, pero sus ojos no se
enfocaban en nada.
-¿Estás lista para hablar de ello? -pregunté. Emmett estaba en su asiento de coche, jugando con un juguete—. O, ¿quieres hablar de ello?
Eso parecía lo correcto, algo que le preguntaría a Willa. Tal vez podría ser mejor con las personas si fingiera que
todos eran Willa.
+25 Puntas
38–El Interrogatorio–1
-Claro–Ella volvió sus ojos avellana hacia mí, estudiándome durante un largo momento. Básicamente, apareció un tipo, literalmente parecía aparecer de la nada. Frunció el ceño y sacudió la cabeza unas cuantas
veces.
-Puedo preguntarle a Holden si…
-No–Levantó una mano-. Solo estaba tratando de entenderlo. Estaba tan preocupada por Loreli que ahora estoy reviviéndolo sin miedo por ella.
Asentí, mirando a Emmett. Puse una mano en su rodilla y él puso una pequeña encima. Sentí una enorme sensación de amor crecer dentro de mí. Era diferente a lo que sentía con mis padres, con Griffen y Holden, incluso con Willa. Era un amor protector, un amor que no tenía que esforzarse. No podía explicarlo, pero sentía que era todo lo que me faltaba.
-Básicamente, entró y estaba mirando alrededor -Cali bajó la voz-. Se abalanzó sobre Emmett, quien estaba jugando en el suelo con Loreli, y Holden se encontró con él en el aire -Cerró los ojos- Fue tan rápido, mucho ruido, y agarré a los niños y corrí hacia la cocina. Era el lugar más cercano apartado, y estaban peleando frente al
pasillo.
Hizo una pausa nuevamente, sus ojos se movieron por el coche.
-Luego, ese hombre apareció a la vista desde donde nos escondíamos. Se estaba alejando de Holden, creo que no importa dijo y sacudió la cabeza–.Lo vi, y no sé, no pensé… Agarré lo primero que vi y le golpeé en la parte
trasera de la cabeza.
Medio sonrío.
-¿La sartén? -pregunté.
-Una sartén, sí–asintió-. Entré en pánico y me sentí impotente, lo cual me genera una ira indescriptible. Mi golpe no hizo mucho, pero lo distrajo lo suficiente, y…- Encogió los hombros, encorvándolos hacia adentro. Era tan diferente a sus movimientos normalmente seguros de sí misma-. Holden lo atrapó y lo inmovilizó, con algo que no pregunté qué era. Luego aparecieron los otros chicos, y eso es todo.
guerreros.
¿Por dónde entró?-pregunté. La puerta tenía más sentido, y tendría que obtener el informe de los No fue una sorpresa, sinceramente. Además de la puerta cerrada con llave, no había otra seguridad. Incluso para otros humanos, no sería tan difícil entrar si quisieran.
-Salió de la nada. Desde dentro de la sala de estar. Simplemente apareció.
-Cali…
-Literalmente, estábamos todos juntos y luego, no sé, no tiene sentido dijo y agitó las manos.
-El trauma puede hacer eso contigo.
Me clavó una mirada fija.
-Sé lo que visu voz no dejaba lugar a dudas.
-De acuerdo, de acuerdo, te creo.
-¿En serio? -preguntó levantando una ceja.
-Si.
-De acuerdo.
Ella volvió a mirar por la ventana.
38–El Interrogatorio–2
(Caspien)
Willa estaba caminando de un lado a otro junto a la puerta principal, con los ojos muy abiertos cuando nos vio. Emmett corrió hacia ella y lo levantó en brazos. Los abracé a ambos fuertemente.
-Gracias–comenzó ella.
-Lo siento mucho -dije apresuradamente al mismo tiempo.
Ella se apartó, sus ojos verdes fijos en los míos.
-¿Por qué?
-Debería haberte protegido. Debería haber enviado guerreros, guardias, no sé. Fui arrogante. No pensé que el Alfa Jasper realmente pudiera hacer algo, no tan rápido dije. Tragué saliva, tratando de contener mi miedo.
-También es culpa mía. Pensé que podía volver al mundo real -Willa encogió los hombros, pero su rostro
cayó ligeramente.
-Willa–Esperé hasta que su mirada se encontró con la mía. Emmett apoyó la cabeza en su hombro y jugó con su cabello. Este es el mundo real: tú, yo y Emmett. No te mantendré encerrada aquí. Si quieres ir a comer un Hot dog ahora mismo, podemos ir -Ella me sonrió- Por supuesto, un ejército nos rodeará, pero…
-Creo que estoy bien aquí por ahora. Supongo que tendré que conformarme con un ático -suspiró, una pequeña sonrisa jugaba en sus labios.
Cali está subiendo aquí con Loreli, quería pasar por el apartamento de Holden, y Nora también vendrá expliqué. Asintió y tomé la mano de Emmett-. Emmett, ¿puedes cuidar de Loreli? Está un poco asustada.
Una expresión seria cruzó su rostro.
-Sí–Asintió.
-Está bien si también tienes miedo. Puedes decírnoslo. Te prometo que no te pasará nada – le dije y crucé su mirada. Yo también tenía miedo. Aún lo tengo un poco – admití.
El simplemente encogió los hombros.
-Fue una locura, mamá, ¿adivina qué hizo Cali?
Willa besó su cabeza.
-Dime.
Golpeó al hombre con una sartén enorme dijo y la sonrisa de Willa iluminó todo su rostro y se rio a carcajadas. Fue un sonido glorioso y alivió mi tensión por un momento.
-No lo hizo -dijo Willa mirando a Emmett.
-Sí lo hizo, lo prometo -Parecía serio.
-Bueno, no puedo esperar para escuchar esa historia.
Ella negó con la cabeza y lo dejó en el suelo.
–
-Tengo que irme ahora, pero habrá guerreros afuera de la puerta y dentro del apartamento dije. El hombro de Willa se hundió y supe que estaba a punto de decir algo-. Cali dijo que apareció de la nada. Quiero cubrir todas las bases. Necesito saber que estás bien para poder concentrarme en otras cosas.
-¿Como…?
-Obteniendo la información que necesito de alguien que intentó llevarse a mi hijo.
Atlas avanzó y un gruñido bajo nos atravesó.
Estaba preocupado de que pudiéramos haberla asustado, pero Willa puso una mano en mi brazo y me jaloneó
38–El Interrogatorio–2
hacia abajo. Capturé sus dulces labios en un beso demasiado breve antes de tener que volver a ser la persona que no quería ser, el príncipe Caspien Dracos, aquel a quien todos temfan, odiaban y admiraban incluso antes de
conocerlo.
Griffen me esperaba en el sótano, el término más amable para esto. Teníamos otra celda de retención fuera de la
casa de la manada, pero me gustaba saber dónde estaban mis prisioneros especiales.
—¿Dónde está Holden? -pregunté, quitándome el traje y poniéndome una camisa blanca y pantalones. Descubrí que ayudaba cuando los prisioneros podían ver cuánta sangre y gore derramaban sobre mí.
-Mirando fijamente al prisionero -dijo sacudiendo la cabeza-. Está siendo vigilado, pero Holden no aparta los ojos de él. Ni siquiera subió a ver a Cali y Loreli. Creo que le preocupa que si aparta la mirada, el tipo desaparecerá.
-Cali dijo que simplemente apareció de la nada mencioné.
No cambia el hecho de que Holden mirándolo no lo detendría si fuera algún tipo de brujo.
-No quiero escucharte juzgar a nadie por ser sobreprotector – le dije con una mirada. -Además, Nora está arriba con Cali y Willa en mi casa. Los guerreros están apostados dentro y fuera.
Su mandíbula se tensó.
-Gracias.
-Así que centrémonos en él–asintió una vez. ¿Qué tienes? -pregunté.
No es de esta manada. Enviamos una foto a las manadas de nuestro territorio, pero ninguna respondió con
una identificación positiva. Las imágenes de la ciudad no llenan muchos vacíos. No tenemos muchos ojos en ese
lado de la ciudad.
Supuse eso. Tendría que cambiar eso. Humano o no, necesitaba saber qué estaba pasando en esta ciudad.
No hay señales de cómo entraron en ninguno de los lugares, y los olores no coinciden. El de Willa y Cali era
completamente diferente. El tipo que tenemos es un hombre lobo, pero el olor en lo de Willa, nadie pudo identificarlo por completo.
Me detuve, eso fue extraño.
-¿Estaba enmascarado? -pregunté.
Potencialmente, pero entonces, ¿por qué no enmascarar el olor del hombre lobo?
-Tal vez no estaban trabajando juntos.
-Eso sería una maldita coincidencia -Griffen levantó una ceja oscura.
-Tienes razón —Estaba tratando de pensar en todas las posibilidades. Bueno, ahora lo tenemos, así que
podemos obtener todo lo que podamos de él mientras esperamos a ver si alguien reclama esta mierda o si
encontramos más grabaciones.
-Vamos a hacerlo -Una sonrisa oscura se extendió por su rostro.
Holden estaba esperando afuera de la ventana de la celda. Puse mi mano en su hombro. -¿Listo?
-Pensé que nunca lo pedirías – respondió, su voz era fría, sin rastro de su actitud habitualmente
despreocupada.
Se estiró el cuello, dejó que su aura Gamma se expandiera y entró en la habitación. Hice un gesto a los guerreros para que nos dejaran solos, pero sabía que estarían vigilando.
No dije nada durante unos momentos, dejando que mi aura se expandiera. Rara vez lo hacía. Era suficiente cuando intentaba contenerla. Incluso Griffen y Holden se sobresaltaron un poco, pero eran buenos fingiendo en este
punto.
38 – El Interrogatorio–3
(Caspien)
-¿Sabes quién soy? -le pregunté. Apretó la mandíbula y me desafió con la mirada. Retraje mis labios. No puedes ocultar tu miedo. No importa cómo te hayan entrenado, cuánto hayas soportado. No has visto nada comparado conmigo -dije y lo rodeé.
Normalmente, Holden entraría en mi mente en este momento diciendo algo sobre cómo sonaba como Batman o algo así, pero estaba estoico, tratando de controlar su ira. Griffen sacó mis herramientas, haciendo un espectáculo con ellas. Se aseguró de poner todo en la mesa de metal más fuerte y más lento de lo necesario.
El prisionero negó con la cabeza, pero parecía más por miedo. Podría jugar a largo plazo, pero necesitaba
respuestas. Ahora.
Si algo estaba en marcha, si había una orden para Emmett, necesitaba detenerlo antes de que avanzara aún más y acabar con todos los que pensaran en formar parte de ello en el proceso.
–
-Empecemos con una pregunta fácil -Me detuve frente a él, cruzando los brazos. ¿Cuál es tu nombre?
Tragó saliva.
Extendí mi mano y Griffen puso algo en ella. Miré hacia abajo y vi una llave inglesa. Una elección interesante para empezar, pero podría hacerlo funcionar.
Agarré parte de su dedo, un poco incómodo con sus manos atadas. Apreté la llave inglesa hasta que escuché el crujido del hueso. El hombre se retorció y contuvo un gemido. Me aseguré de que la llave estuviera bien apretada y no se moviera antes de romperla en la dirección opuesta. El sonido del hueso rompiéndose fue satisfactorio.
Él emitió un sonido amortiguado y me alejé, dejando la llave inglesa colgando de su dedo. Estaba tratando de no gritar. Su rostro se puso rojo por el esfuerzo.
-Te lo voy a preguntar una vez más, y no doy segundas oportunidades. Así que considera esto tu día de suerte. ¿ Cuál es tu nombre?
Brady–jadeó, apretando los dientes.
-No te creo, pero no me importa cómo te llamaba tu madre cuando te arrastraste a este mundo como un desperdicio de espacio. No me importa de dónde vienes – Le di la espalda, caminando para elegir mi próxima
herramienta.
Hice una demostración de mi deliberación, sosteniendo un cuchillo, un martillo, una daga plateada, fingiendo evaluar mis mejores opciones. Pero no importaba lo que eligiera, podría causarle suficiente daño con un alfiler.
Enciende el fuego -Asentí a Holden, quien a regañadientes apartó la mirada del prisionero, el falso Brady, y golpeó una vez para que lo dejaran salir de la habitación.
Tenía una idea inicial. Sería un riesgo, pero uno que estaba dispuesto a tomar-. Tráeme el hierro de las brujas
-le dije a Griffen.
¿Qué? -Me preguntó enlazándose.
Una marca, cualquier cosa que parezca mística.
Griffen asintió y salió de la habitación.
Agarré un cuchillo y lo giré en mi mano antes de volverme hacia él.
-Lo único que me importa es por qué viniste tras mi hijo.
Sus ojos se abrieron de par en par. Su miedo era casi sofocante.
-Bien, ahora entiendes la situación -Di un paso lento hacia adelante.
-E- él me matará. Juro que no sabía – balbuceo e intentó retroceder, pero las cadenas lo mantenían
sujeto.
-¿Quién lo hará?
Cerró la boca.
-Vamos a dejar las cosas claras. Te voy a matar. Vas a morir aquí. Seré lo último que veas. Lo que te haré te perseguirá incluso en el más allá -Estaba a centímetros de su rostro, él cerró los ojos e intentó apartarse.
Di vuelta el cuchillo en mi mano y lo pasé por su camisa, lo suficientemente profundo como para abrirlo y dejar una herida superficial, gotas de sangre se acumularon a su paso.
-Pero, hoy me siento generoso, así que tú decides. Puedes morir hoy o podemos prolongarlo durante meses, tal vez años, si nos aburrimos. Tú eliges -Rasgué el resto de su camisa, había algunas cicatrices allí, y nos costaba mucho tener cicatrices a menos que fuera plata pura.
-¿Para quién trabajas?
-No me dijo su nombre, lo juro. Nunca lo he sabido.
-¿Cómo te refieres a él entonces?
-El Cuchillo.
¿Por qué ese nombre me sonaba familiar?
Griffen regresó y colocó algo sobre la mesa, seguido de Holden, quien se puso a trabajar calentando el horno que
había traído.
El Asesino Silencioso–me enlazó Griffen.
que pudiera
Entrecerré los ojos. Era uno de sus alias. Hizo un pacto de sangre conmigo para no aceptar contratos de o contra
miembros de la manada de Crescent Moon. Quería adoptar una actitud de vivir y dejar vivir con él, pero al parecer eso ya no funcionaba. Sin embargo, si rompía el pacto, yo lo habría sentido. No había forma de romperlo. Me ocuparía de eso más tarde, tenía asuntos más urgentes en los que concentrarme.
-Así que intentaste lastimar a alguien a quien amo. Ahora heriré a todos los que amas.
-No me conoces – Sonrió.
-No necesito hacerlo – Le sonreí de vuelta-. De hecho, me disculpo. Fue un error asumir que amas a aquellos
cuya sangre corre por tus venas. La familia no siempre es de sangre.
Lo observé. Parecía completamente confundido.
Extendí mi mano y esperé hasta sentir el frío hierro de la marca que Griffen colocó en ella. La examiné, mirando
la punta.
Eres entrenado
admití. Holden resopló detrás de mí-. Hasta cierto punto–corregi, -Tal vez puedas
resistir horas de tortura, pero ¿puede tu familia?
Di vuelta la marca en mi mano.
– Una marca, algo tan simple, tan arcaico. Pero una vez que le agregas un poco de magia, bueno, ahí es cuando
comienza la diversión -Mantuve mi voz tranquila, fascinada con la marca en mi mano.
-Una vez que estés marcado con esto, todo lo que te hagamos será sentido por aquellos con tu sangre corriendo
por sus venas.
-Padres, hermanos, hijos añadió Griffen, captando la idea.
Los ojos de llamado – Brady se abrieron de par en par. Miró la marca en mi mano.
-No tienes que creerme – Le entregué la marca a Holden-. Trae a la bruja —ordené.
-Está hecho -afirmó Griffen.
Encogi los hombros, encontrándome con los ojos desorbitados de nuestro prisionero.
-No hice nada forcejeó contra sus cadenas. La llave inglesa cayó al suelo y mordió un grito.
-Intentaste llevarte a mi hijo. Vienes tras mi familia, yo voy tras la tuya – Mantuve su mirada. Pero,
nuevamente, es tu elección.
Miré a Holden apoyado en la pared avivando las llamas.
Diez minutos, más o menos
rostro de nuestro prisionero.
anunció encogiéndose de hombros, pero su mirada fría nunca abandonó el
-Cinco minutos para decirnos lo que sabes, o tus parientes de sangre se unirán a la diversión -dije.
–
-Meses, posiblemente años — Añadió Griffen. Mantuvimos vivo a un tipo durante casi dos. Aún no estoy
seguro de cómo sobrevivió tanto tiempo sin comida y con todas esas infecciones.
-Aún puedo olerlodijo Holden, atragantándose.
Dejé que el prisionero tuviera sus últimos momentos de paz. Hice un espectáculo de hacer que Holden girara la
marca tres veces hacia la izquierda y una vez hacia la derecha, para que pareciera más mágico.
– Ella ha llegado – dijo Griffen.
No entendía a qué se refería. No quería que arruinara esto. Era más inteligente que eso.
Una luz se encendió afuera de la ventana de observación y nuestra habitación se oscureció.
Una mujer con una túnica negra oscura, la capucha cubriendo todo excepto sus labios pintados de rojo.
Esperaba que Griffen supiera que estaba bromeando acerca de una bruja.
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