Chapter 18
18–El Grupo Dracos–1
18–El Grupo Dracos–1
(Willa)
Antes de que pudiera pensar realmente en esto, ya estaba en camino en un taxi. Esto parecía una conversación en persona y, sinceramente, estaba un poco molesta, más que un poco, pero no podía precisar exactamente por
qué.
A medida que avanzábamos en el viaje, me sentía cada vez más confundida y enojada. No entendía por qué él pensaba que tenía que hacer eso. No quería que me viera como alguien a quien tenía que jodidamente salvar.
-Llegamos dijo el conductor.
Pagué la tarifa y casi me sentí enferma. Probablemente sería la mitad de mis propinas de hoy, si no más. El
trayecto duró más de treinta minutos y apenas encontramos tráfico.
Gracias murmuré y pisé la acera frente a uno de esos edificios grandes. El sol de la tarde brillaba en las
ventanas del piso superior. Me sentía completamente fuera de lugar con mi camisa negra y mis vaqueros
oscuros.
Llegué hasta aquí, así que atravesé la puerta giratoria y entré en un lugar hecho principalmente de mármol
blanco con detalles de madera oscura.
Definitivamente estaba fuera de lugar.
Me acerqué a la primera recepcionista que me miró. Su pelo castaño corto y sus labios rojos se curvaron hacia
arriba al verme.
-Hola -dije.
-Hola, ¿en qué puedo ayudarte? -Su voz era suave como la mantequilla. Realmente no encajaba.
-Estoy buscando a Caspien, eh, Dracos. ¿El señor Dracos?
-Hmm Ella hizo clic en su computadora-. ¿Y cuál es tu nombre?
-Willa Balfour.
No te veo en su agenda.
Suspiré. Ni siquiera lo había pensado. ¿Por qué no lo había pensado?
-¿Tiene algún horario disponible? -pregunté.
La mujer me miró de arriba abajo.
No respondió sin volver a mirar su computadora.
-¿Puedes por favor decirle que estoy aquí? Esperaré–pedí, crucé los brazos y ella levantó una ceja. Sus labios. se apretaron. Sabía que eso era un rechazo rotundo.
Está bien, lo preguntaré yo misma -bufé, dándome la vuelta y tambaleándome con mi teléfono.
-Willa, ¿hola, está todo bien? -Su voz grave sonó después del primer timbre, haciendo que mi estómago se
hundiera a pesar de mí misma.
-Seguro encogí los hombros pero me di cuenta de que él no podía ver el movimiento-. Estoy en tu oficina ¿ estás aquí? ¿tienes un minuto?
-¿Estás aquí?
-Sí, en el vestíbulo de algún castillo de mármol blanco–levanté una mano.
Se rio.
–Dame un momento -dijo y el teléfono quedó en silencio, me volví hacia las recepcionistas que ahora se miraban entre sí y a mí. Crucé los brazos, sin saber qué esperar.
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18 El Grupo Dracos–1
Una de ellas levantó el teléfono, sus ojos se abrieron por un segundo antes de susurrarle a la primera morena
con la
que
hablé. La morena me miró a mí y a la computadora e hizo clic en algunas cosas.
Bueno, esto era aún más incómodo de lo que esperaba.
Minutos después, Caspien bajó, su rostro mostraba una mirada dura y familiar que no lo hacía menos atractivo.
Podía sentir cómo la recepcionista se enderezaba, y no estaba segura si era por su posición o su aura. Las recepcionistas eran humanas, pero vi cómo los humanos eran afectados por él cuando iba al restaurante.
-Willa me sonrió de una manera que no era una de sus sonrisas reales y me hizo señas para que me acercara
a él cerca del largo mostrador.
-Señoras, ella es Willa Balfour. Memoricen su rostro dijo e hizo una pausa por un largo momento. Se le deben otorgar todos los permisos de seguridad y, sin importar qué esté ocupado, si ella aparece, será llevada personalmente a mi oficina —dijo. Su voz sonaba fría, más fría de lo que jamás la había escuchado.
—Sí, señor Dracos dijeron todos casi al unisono.
La primera chica me entregó una tarjeta de seguridad con mi nombre. Caspien la tomó de ella.
-Vamos. Te mostraré arriba -dijo y puso su mano en la parte baja de mi espalda, me llevó a un ascensor.
Me sentía un poco tonta ahora que no estaba tan molesta. La incomodidad del vestíbulo calmó mi ira.
-Dijiste que tu oficina estaba cerca del restaurante–recordé, lo miré fijamente mientras una comisura de sus
labios se curvaba hacia arriba.
Cerca es relativo
respondió.
Me miró y lo enfrenté con una mirada vacía. El ascensor se detuvo en lo que podría haber sido el último piso, y él me hizo un gesto para que avanzara. Esperé en otra recepción, sin embargo, no había nadie detrás del
escritorio.
-Te das cuenta de que esta es mi primera vez aquí. No sé a dónde se supone que debo ir–crucé los brazos,
tratando de no dejarme afectar por la forma en que su sonrisa suavizaba su rostro.
-Por aquí -Me condujo más allá del escritorio y por un largo pasillo con ventanas que mostraban salas de
conferencias vacías antes de llegar al final del pasillo. Empujó unas puertas negras dobles que conducían a su oficina privada.
¿Había alguien más en este piso?
Otra pared de ventanas mostraba los extensos edificios grises más allá. La mayoría de ellos no eran tan altos como éste, y la vista, incluso durante el día, me impresionó.
Frente a nosotros había un gran escritorio de mármol con una silla negra de aspecto cómodo y asientos frente a él. A la izquierda había estantes de libros minimalistas con algunas esculturas cromadas y libros negros que definitivamente estaban dispuestos junto a una zona de estar, con muebles blancos bajos alrededor de una
mesa.
-¿Eres algún tipo de villano? -Sonreí, olvidándome de mí misma.
Él se sentó al otro lado del enorme escritorio y colocó las palmas de las manos sobre él.
-Sí–su labio se curvó hacia arriba. ¿Quieres algo de beber? -preguntó mientras señalaba un asiento frente
a él. Sacudí la cabeza y me quedé de pie junto a una silla, aunque no me senté.
Odiaba estar vestida con mi ropa de trabajo, incluso sin el estúpido delantal rosa. Este lugar me hacía sentir pequeña y no me gustaba. De alguna manera, cuando él estaba sentado frente a mí en el restaurante con su traje, se
sentía más natural que yo aquí, en mi ropa negra sucia frente a su escritorio.
-Willa–preguntó, y me agarré el brazo.
Respiré profundamente.
-¿Pagaste por mis clases?
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Frunció el ceño, pero asintió.
-Si.
-¿Por qué? exigí.
Parecía un poco sorprendido.
-Porque quería hacer algo por ti.
Levanté la barbilla, esperando que continuara, pero no lo hizo.
-No necesito tu ayuda.
-¿Estás enfadada conmigo? -Se acarició la barba y me dejé caer en la silla.
-Tal vez. No estoy segura. Simplemente, no me siento bien de que hayas hecho eso. Sé que tienes dinero. Señalé el escritorio de mármol, pensando en su grupo de secretarias como una empresa con su maldito apellido.
-Pero quieres hacerlo tú misma -terminó por mí, y asentí.
-No quiero que pienses que tienes que hacer eso. No lo espero de ti. No lo quiero de ti. Esta es la primera vez que puedo hacer algo por mí misma, y quiero poder hacerlo sola.
- ti.
-Lo siento, cometí un error–Suspiró. No lo pensé bien. Pensé que estaba haciendo algo agradable por
Lo estudié, parecía realmente preocupado, y eso me ablandó.
-Fue un buen gesto. Simplemente no puedo aceptarlo.
Se recostó.
-¿Por qué no?
-No quiero que tengas eso sobre mí. Siempre sentiría que te debo algo.
-Willa, no lo haces. Esto no era para comprar tu afecto o atarte a mí. Solo quería hacer algo por ti porque puedo. Me importas, y sé lo duro que estás trabajando. No quiero que te sientas rezagada o agotada, especialmente porque Emmett está involucrado.
Mi mirada se dirigió hacia él. Tenía sentido, pero podía hacerlo. Sola.
-Tengo todo bajo control.
Lo sé Su voz se suavizó. Pero, ¿podría darte un poco de margen mientras lo resuelves todo? Me haría sentir mejor.
-No hagas eso–dije levantando una ceja.
-¿Hacer qué?
-Giralo para que parezca que te hago un favor al tomar tu dinero–dijo él, cerrando la boca de golpe pero parecía que intentaba no sonreír.
-Tienes que admitir que estás trabajando mucho. Estás pagándolo todo tú solo. Déjame cubrir tus clases de verano mientras te pones en pie, y luego veremos qué pasa -propuso él.
Tenía razón, sería un gran alivio. Ya estaba preocupado por comprarle ropa nueva a Emmett para el invierno, y también nécesitaba zapatos nuevos, además de que aún no teníamos todo lo necesario para el apartamento.
-Te pagaré con intereses–añadí, y él sonrió un poco.
–
-Nada de intereses, una cita a la semana, esos son mis términos dijo él, inclinando la cabeza y observándome.
-Está bien, pero yo pago la próxima cita–respondí. Disfrutaría viéndolo comer un hot dog de un puesto en el parque con su traje. Sonrei ante esa idea.
-Trato–dijo él, extendiendo la mano. Me acerqué y la agarré, estrechándola una vez.
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(Willa)
-Pero, espero que me permitas estar ahí para apoyarte–continuó. No retiró su mano de la mía-. No financieramente, sino emocionalmente. Somos amigos, ¿recuerdas?-levantó una ceja, desafiándome a estar en
desacuerdo.
-Asi es estuve de acuerdo, aunque definitivamente estábamos convirtiéndonos en algo más que eso. -¿Entonces me permitirás estar ahí para ti mientras lo descubres? -preguntó y parecía contener la respiración.
Si–con esa palabra, supe que no había vuelta atrás. Lo que fuera que esto fuera, estaba sucediendo y ninguno de los dos podía o quería detenerlo. Sí – repetí, y en ese momento sentí algo que nos unía.
Hubo un golpe en su puerta antes de que se abriera de golpe. Retiré mi mano de la suya al instante.
firme.
La mayoría de las veces, es educado que las personas llamen y esperen una respuesta dijo Caspien con voz
No tenías ninguna cita.
-Vamos, hombre, tal vez solo quería hacerlo a solas–respondió el intruso.
Me di la vuelta para ver a un rubio alto que parecía haber salido de un anuncio de tablas de surf, y a un hombre más bajo, pero más robusto a su lado, con cabello oscuro salvaje y ojos que parecían pozos de obsidiana.
-Este es mi Beta, Griffen -señaló al más oscuro-. Y mi Gamma, Holden–El rubio me sonrió.
El más oscuro, Griffen, asintió profundamente hacia mí, casi como imitando una reverencia. Caspien suspiró
detrás de mí.
-Iban a irse… comenzó Caspien.
En realidad… —Holden empezó.
Soy Willa les sonreí, tratando de aliviar algo de tensión que sentía de parte de Caspien.
-Finalmente, alguien con modales -Holden me sonrió pero lanzó una mirada desafiante a su Alfa.
Es un placer conocerte finalmente -Griffen me miró, pero no sonrió.
Él hace eso Holden hizo una mueca en dirección a Griffen-. No te lo tomes personal. Simplemente no suele sonreír mucho. De hecho, tengo que hacerlo por todo el grupo. Mi mandíbula está agotada después de una reunión dijo Holden, se frotó la mandíbula y Griffen le lanzó una mirada inexpresiva.
Rei.
-De hecho, estaba a punto de irme -Me levanté, mirando a Caspien.
-¿Qué tal si nadie se va y todos se quedan? -Caspien suspiró, pero no apartó los ojos de mí.
-Me parece bien–aceptó Holden, ocupó el asiento junto a mí y Griffen se quedó de pie detrás de
nosotros.
-¿Quieres mi asiento? -le pregunté. Literalmente estaba en medio de su reunión ahora.
Sus ojos se abrieron ligeramente.
-No, claro que no.
-A él le gusta estar de pie explicó Holden y me guiñó un ojo-. Por si acaso una amenaza invisible entra por la puerta.
-¿Y tú?-le pregunté–¿No te preocupan las amenazas invisibles?
-Eh–cruzó las manos detrás de la cabeza y se recostó-. Me gusta creer que tendré suerte. Demasiado estrés
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preocuparse por todo eso, malo para las arrugas del ceño fruncido.
Caspien se pellizcó el puente de la nariz.
– Holden es el hijo del Gamma de mi padre. Heredó el título, no fue elegido -explicó, mirando a Holden con expresión de reproche.
-Ah, el bebé del nepotismo–comenté, lo que me valió una risa no solo de Caspien, sino también de
Griffen.
Así que, ¿qué puedo hacer por ustedes, caballeros, ya que han irrumpido aquí? -preguntó Caspien.
-Las nuevas patrullas no están funcionando tan bien como pensábamos. Ha habido algunos problemas dentro de los grupos a pesar de que se les ha asignado rango–afirmó Griffen.
Dentro de nuestros grupos especificó Caspien.
-Si–respondió.
Caspien dirigió su mirada hacia mí.
-Estamos trabajando con otro Alfa, fuera de nuestra jurisdicción, que limita con un lado de nuestra manada. Se ha vuelto un poco complicado, principalmente debido a la incompetencia del otro Alfa–me informó. Nuestros grupos de patrullas especializadas se entrenan en unidades según sus habilidades desde temprana edad. Viven y entrenan juntos para convertirse en unidades expertas.
Algunas de las unidades se han vuelto muy unidas, casi demasiado, y no están acostumbradas a trabajar bien
con otros continuó Griffen desde atrás de mí.
Supongo que esa era una forma de hacerlo si tenías los recursos que tenía su manada. Blue Ridge solo tenía un pequeño grupo de guerreros. No creo que tuviéramos suficientes como para siquiera pensar en una unidad especial
o como sea que se llamen.
¿Necesitas que vaya allá y los ponga en orden, o puedes hacerlo tú? -Caspien dirigió su atención al
Griffen.
Puedo hacerlo. Solo quería darte el informe y hacerte saber -Griffen empujó una carpeta hacia Caspien,
quien la abrió de inmediato y hojeó las páginas.
Lo siento, realmente debería irme. No quiero entrometerme en su reunión. Obviamente esto es asunto de la manada y quiero que puedan hablar libremente -me levanté.
Aunque no seas oficialmente parte de la manada, puedes escuchar esto -Caspien miró en mi dirección. Si
te sientes cómoda, quiero que te quedes.
Me volvi a sentar. Incluso cuando iba a ser la Luna de Blue Ridge, cuando Nolan estaba en una reunión con su
padre o su futuro Beta y Gamma, se esperaba que me retirara. Su madre me descubrió una vez al principio, sentada
en una reunión, y me regañó por entorpecer.
-¿Estás seguro? No me molestará si eso es lo que te preocupa -le sonreí.
Me cae bien–intervino Holden.
Me encantaria contar con tus perspectivas en el futuro, si estás de acuerdo con eso. De manera no oficial, por supuesto me dio una sonrisa sabia, y asenti, acomodándome en la silla mientras continuaban hablando.
-Siempre es el grupo de Ray. No trabajan bien con los demás volvió a hablar Griffen desde atrás de mí-. Podría devolverlo a las patrullas regulares si no puede comportarse.
-No estás resolviendo el problema a largo plazo me sorprendí diciendo.
Sigue dijo Caspien, inclinando la cabeza hacia mi.
-Obviamente no conozco las dinámicas ni mucho sobre peleas, sinceramente–sacudí la cabeza-. Tuve que dejar de entrenar cuando estaba estudiando para convertirme en una Luna – Los vi mirándose entre ellos.
-La opinión de un externo puede ser beneficiosa – dijo Griffen, dando un paso adelante al lado del escritorio
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de Caspien para que también pudiera verlo-. No digo que seas un externo, solo una perspectiva fresca – agregó rápidamente.
-Solo digo que tener un grupo en el que puedas confiar parece genial, construcción de equipos y todo eso les sonreí. Pero, si solo están acostumbrados a trabajar dentro de esas unidades, ¿qué sucede si tienen que trabajar
fuera de ellas?
-No suelen tener que hacerlo -respondió Griffen.
Asenti.
-Eso está bien, pero ¿qué sucede si surge un problema desde fuera de la manada? -Griffen se acercó a mí y tuve que apartar la mirada de su mirada intensa. ¿Qué sucede cuando se vuelven hacia la persona a su lado en una batalla y esa persona no es parte de su unidad? ¿Qué sucede si están luchando junto a alguien cuyo estilo no entienden o cuyas debilidades no han memorizado y pueden cubrir las lagunas? -Encogí los hombros. No puedo evitar preguntarme qué sucedería si las unidades tuvieran que luchar juntas. Dudo que los problemas a los que se enfrentan ahora desaparezcan solo porque haya una amenaza común.
-Sigue–Griffen me estaba estudiando ahora, pero su rostro no mostraba ningún juicio. ¿Qué sugieres?
-Tal vez podrían entrenar con otras unidades o intercambiar algunos o todos ellos. No para siempre, pero se han acostumbrado a trabajar con las personas a su alrededor. Eso está bien, pero podría hacerlos complacientes. ¿ Cuándo fue la última vez que aquellos en estos equipos especiales realmente tuvieron que desafiarse dentro de sus unidades?
Miré hacia Caspien y Griffen, ambos estaban en silencio, y me sentí más idiota de lo que me sentía cuando entré aquí. Probablemente me excedí o fui completamente inapropiado.
Rotación parcial–frunció el ceño Griffen.
-¿Cuánto tiempo tomaría implementarlo? -preguntó Caspien a Griffen.
-Dependiendo de la escala, no mucho. Una semana o dos como máximo.
-Podríamos empezar con unos pocos y ver cómo va. Prueba diferentes enfoques antes de hacerlo a gran escala añadió Holden. Lo miré y se estaba frotando la barbilla como si estuviera contemplando algo, aun luciendo como
un maldito modelo de Hollister.
-Comencemos con los que están en la frontera con los renegados. Quiero que los retiren y reemplacen esta noche. Mañana comienzan a mezclarse. ¿Tienes suficiente tiempo para comenzar un programa? -preguntó
Griffen.
Griffen asintió.
-Holden, ven conmigo.
-¿A dónde vamos?-se quejó Holden, pero se levantó y comenzó a seguirlo.
-Tenemos que trabajar en esto, y extraño a mi compañera, así que trabajaremos desde casa, mi casa ordenó
Griffen.
Holden suspíró y se dio la vuelta, haciendo una reverencia hacia ambos.
Sus majestades, fue un placer.
-Gracias por tu perspicacia, Lun- Willa. Willa–dijo Griffen. Sentí cómo mis mejillas se sonrojaban ante la
casi mención del título-. Les mantendré informados sobre la primera fase.
-Fue un gusto conocerlos a ambos, gracias por permitirme entrometerme les dije. Realmente me gustaron los dos.
Senti… no sé. Me senti bien, validada, vista. Todas las cosas que pensé que ser Luna sería, hasta que realmente
estuve en mi entrenamiento de Luna.
-¿Esperas traernos una guerra, señorita Balfour? – La sonrisa de Caspien era maliciosa, pero brillante.
Me encogi de hombros.
Déjame instalarme primero y luego veré qué puedo conseguir para ti.
-Eres jodidamente brillante, Willa–dijo y sacudió la cabeza con nada más que admiración en sus ojos.
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