Chapter 16
16–Mochi
16- Mochi
(Willa)
Decirlo en voz alta cambió algo en mí. Sabía que era verdad y ya no estaba tan confundida. El dejó claro que me permitiría ir a mi propio ritmo y no me presionaría, y yo le creí.
Estar con él me hacía sentir vista. Me escuchaba de una manera que nunca había experimentado fuera de Lola, mis padres y ahora Cali. Realmente disfrutaba hablar con él, y ver cómo su máscara se desvanecía y mostraba quién era en realidad me hizo gustarle aún más.
Sabía que él también tenía cosas para compartir, y yo tampoco lo presionaría, pero estaba empezando a confiar en él. Confianza en que era diferente, y esperaba que la Diosa de la Luna no cometiera el mismo error dos veces.
-Perfecto sonrió-. Entonces eso está resuelto.
-¿Qué está resuelto? -pregunté y me detuve, acariciando sus nudillos con los dedos.
-Hemos establecido algo.
-Supongo–Le devolví la sonrisa.
-No me iré a ninguna parte dijo y su voz se volvió más suave-. No importa cuánto tiempo te lleve confiar en mi, darte cuenta de que no dejaré que nada te lastime o haga algo para lastimarte. Estaré aquí.
Tragué saliva, teniendo que apartar la mirada.
Mírame suplicó, y lo hice-. No apartes la mirada, por favor, sé que puede que no sea cómodo, pero
necesito que veas cuánto lo digo en serio.
Maldición, sentía que casi podía llorar.
-Si te creo, pero esta vez no se trata solo de mí. No sé qué pasó con Nolan. Nunca obtuve respuestas sobre por qué eligió rechazarme y elegir a alguien que no era su pareja. Así que me preocupa que la novedad pueda desvanecerse o el vínculo pueda debilitarse
Sentía que esto era diferente.
dije y mantuve su mirada.
Mirando hacia atrás, no creo que Nolan realmente escuchara, nunca me pidió mi opinión sobre nada, pero pensé que eso era simplemente porque no era parte de mis deberes como Luna. No creo que realmente me tuviera en cuenta. Nunca sentí que fuera su igual. Solía pensar que era porque estaba obsesionada con él antes de quién era yo, pero él nunca hizo nada especial para hacerme sentir importante para él o para la manada.
que supiera
-Ya sé que esto es diferente, y no quiero que me guardes rencor por tratar de resolver todo esto. Solo estoy cautelosa debido a cómo sucedieron las cosas la última vez, y cómo me trató al principio fue mucho mejor que cómo
terminó.
Eso fue quedarse corto. Para ser honesta, aunque al principio con Nolan no fue así. Por otro lado, él no tenía que esforzarse conmigo. Lo acepté por completo en el momento en que supe que era mi pareja.
Nolan parecía adicto a mí al principio. Era protector y tal vez me veía como alguien que necesitaba ser salvado. Probablemente quería eso. Pero ahora que podía analizarlo sin que el amor o el deseo nublaran mi visión, sabía que Nolan comenzó a perder interés mucho antes de rechazarme.
Honestamente, no sabía mucho sobre él. Pasamos mucho tiempo juntos, pero no creo que hayamos tenido muchas, si es que alguna, conversaciones más profundas. No es que no lo haya intentado, especialmente al principio, pero generalmente sé convertía en sexo.
El nivel de comprensión que sentí con Caspien, incluso en los últimos días, fue mayor que lo que alguna vez obtuve de Nolan. Esto ayudó mucho a calmar parte de la ansiedad, pero no pude ignorar por completo el miedo de que me dejara.
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-¿En qué estás pensando?-preguntó Caspien, extendió la mano y apartó un mechón de mi cabello detrás de la oreja. Me incliné hacia su contacto y él apoyó la palma de su mano en mi mejilla.
-Solo pienso que esto es diferente, lo sé. Lo que siento por ti y cómo me has hecho sentir es más profundo que el vinculo de pareja. Quiero que sepas eso. Solo necesito tiempo para asegurarme de que se mantendrá
Él rio una vez, frotando su pulgar sobre mi mejilla. Nunca quise que este momento terminara. Respiré, catalogando la sensación y la emoción que me invadían. Reproduciría el calor de su contacto y la tranquilidad que sentía a su alrededor siempre que necesitara sentirme centrada.
-Se mantendrá. Mi lobo sugirió hacerse un tatuaje si eso ayuda dijo y volvió a reír.
-¿Cómo es tu lobo? – pregunté.
-Atlas es un osito de peluche.
Resoplé.
-¿En serio?-Traté de imaginar al poderoso lobo del Príncipe Alfa siendo tan tierno-. Pensé que tu lobo sería posesivo y dominante, sin ofender a ninguno de ustedes.
-Hago que la gente crea eso, pero creo que uno de nosotros tiene que mantener los pies en la tierra.
Retiró su mano de mi mejilla y la frialdad que la reemplazó me hizo fruncir el ceño.
-Me resulta difícil hablar con la gente por muchas razones – dijo pausadamente. Yo seguí acariciando el dorso de su mano, anhelando más de su contacto. Nuestros ojos se encontraron mientras esperaba a que continuara.
Los títulos no ayudan, y tampoco la reputación que no construí por mí mismo. Sabía que sería así, mi padre me advirtió, pero aun así, no me preparó para lo que sería asumir como Alfa. Incluso antes de eso, la gente me veía como un príncipe y un heredero. La única persona con la que realmente conecté por mi cuenta es ahora mi Beta, Griffen. Conocí a mi Gamma desde que éramos cachorros, pero además de eso, tenía conocidos y eso era todo.
Fruncí el ceño.
-Eso debió ser solitario – asumi. No podía imaginarlo creciendo donde la gente lo juzgaba por su titulo y le temía por ello, incluso cuando era niño.
Esa fue una de las primeras cosas que me atrajo de ti–comentó él-. Además de verte con ese impresionante vestido plateado, por supuesto.
Arrugué el ceño al recordarlo.
– Nolan pensó que parecía una cualquiera.
Los ojos de Caspien se abrieron.
Él suena posesivo e inseguro–comentó, y levanté una ceja en señal de pregunta-. A los hombres fuertes no les importa cómo se visten sus parejas, parece que no quería que otros te miraran.
No crei del todo eso.
Iba a ser Luna. Tenía una imagen que mantener
me encogí de hombros. Fue difícil equilibrar entre ser su
compañera y su Luna. Nunca logré encontrar el equilibrio adecuado para complacerlo a él y a su madre. No creo que
estuviera destinada para eso.
-Tú lo estás -dijo y apretó suavemente mi mano. Una verdadera Luna no está destinada a someterse ante su Alfa o su madre. No estabas destinada a complacer a todos. Ibas a ser líder de la manada. Para ser líder, no puedes ceder ante los deseos de los demás, o no se lograría nada.
Tenía razón, pero nunca sentí que iba a ser una lider. Era más bien un accesorio. No tomaba decisiones. Apenas hacía elecciones en la planificación de fiestas sin que su madre las cambiara en el último momento.
-Es un pensamiento bonito, pero no creo que eso fuera lo que ellos esperaban de mí.
-Luego agradece a la Diosa que te hayas ido–me sonrió a medias-. Eres una persona demasiado fuerte como para tener que cumplir expectativas tan mundanas.
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Le sonrei.
-Bien dicho.
-Es la verdad.
-Lo siento, ahora volvamos a ti. ¿Qué estabas diciendo?
-No te disculpes, pero estaba diciendo que, además de ese hermoso vestido plateado adecuado para una poderosa Luna, el hecho de que mi presencia no te afectara me tomó por sorpresa. Me hablas de persona a persona, me haces sentir normal, no tienes miedo de decirme lo que piensas y encuentro eso extremadamente sexy–dijo y
mordi mi labio.
-Hablo en serio. Me resulta difícil hablar con la gente, como dije. Gran parte de eso se debe a lo que piensan de mi, la imagen que crearon en sus mentes antes de siquiera conocerme. La gente no conoce al verdadero yo y, sinceramente, estaba empezando a preocuparme de que la persona que estaba interpretando se convirtiera en mí – Tragó saliva. Hasta que apareciste tú.
-¿Hasta que apareci yo?
Siento que me has anclado. Me recordaste quién era, quién sigo siendo, bajo todo el peso de los títulos y las responsabilidades. Sentía que me estaba deslizando hacia la personalidad que otros crearon para mí, y no me
gustaba eso.
Asentí para que continuara, sin apartar la mirada de él.
No digo que todo sea color de rosa aquí abajo – -se rio, algo que se estaba volviendo más frecuente y me encantaba escucharlo-. Todavía tengo un estándar y espero casi la perfección de mi equipo. Estoy acostumbrado a salirme con la mía y odio esperar.
-Oh–murmuré.
-Odio esperar por cualquier cosa que no seas tú corrigió, y sonreí. Esperaba que fuera sincero-. Creo que soy ambas cosas. No sé si puedo desprenderme completamente de esa personalidad porque parte de ella se convirtió en mí y me da los resultados que necesito. Pero cuando estoy contigo, me siento como yo mismo por primera vez en, supongo, mucho tiempo.
Un nudo se formó en mi garganta y mi estómago se revolvió con sus palabras.
-No entiendo exactamente cómo te sientes. No crecí como una princesa -Le sonreí-. Pero, siento que puedo
hablar contigo de una manera en la que nunca hablé con Nolan. Siento que te conozco desde siempre y no tengo que
forzarme a ser abierta contigo. Quiero serlo.
-Bien dijo, su sonrisa era genuina y apretó su agarre en mi mano-. Honestamente, me alegra mucho escuchar eso, Willa. Y si alguna vez quieres convertirte en princesa, solo dilo -Sonrió con suficiencia.
Mi boca se quedó abierta ante eso, pero decidí ignorar su comentario… por ahora.
Pasamos a temas más triviales. Me preguntó cómo conocí a Cali y compartí un poco sobre cómo era Emmett.
Dudaba en entrar en ese tema con él por muchas razones. Me preocupaba que no quisiera asumir ese papel. Era una cosa encontrar a tu pareja y otra cosa que ya tuvieran un hijo. Los hombres lobo eran posesivos por naturaleza y temía que su afecto por mi no se extendiera a mi hijo. Era una conversación para otro día, pero tendría que
ocurrir.
Terminamos la cena con un helado que él llamaba Mochi. Estaba envuelto en algo y se derretía en la boca.
-A Emmett le encantaría esto–comenté sin darme cuenta.
-¿Quieres algo más? -preguntó. Sabía que si pedía algo en este momento, él me lo daría.
-Esto ha sido perfecto, más que perfecto. Gracias agradeci.
Me ayudó a levantarme de la silla y la mujer de n***o nos entregó una bolsa al salir. No pagamos, y no quería saber cuánto le costó esto, o tal vez él era el dueño del maldito lugar.
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+25 Purs
-Aquí -Me entregó la bolsa negra con el nombre del restaurante en letras doradas. Dentro había una caja. -No lo abras aún, está liofilizado -Lo miré con curiosidad. Es un poco de mochi para que Emmett pruebe – continuó, mirando por la pared de vidrio del ascensor, sin encontrarse con mi mirada.
-Gracias–susurré.
-Te acompañaré–dijo y abrió mi puerta antes de que me desabrochara el cinturón de seguridad, tomando la
bolsa de mochi de mis manos.
-No es necesario. Conozco el camino – reí.
Quiero hacerlo.
Extendió su brazo hacia mí y yo rodeé el mío alrededor del suyo.
-Gracias por permitirme sacarte, gracias por confiar en mi con tu pasado -dijo.
Asenti, sin saber exactamente qué decir. Se sentía bien que él supiera. No quería ocultarle nada, pero había una parte de mí que temía que una vez que se diera cuenta de lo que ine había sucedido, ya no me quisiera, que me vería
como otro rechazo de un Alfa.
Debería haber sabido mejor. No quería generalizar a todos los compañeros o a todos los Alfas de esa manera, y en realidad no lo hacía. No pensaba que fuera justo hacerlo debido a una mala experiencia, pero tenía que darme algo de crédito. Esa experiencia realmente jodió todos los aspectos de mi vida.
Llegamos a mi puerta más rápido de lo que hubiera querido. Cuanto más tiempo pasaba con él, más tiempo
anhelaba.
-Tienes mi número. Úsalo–dijo y me miró hacia abajo, tomando mi mentón entre sus manos. Asenti,
cerrando los ojos, dejando que su aroma y el calor sólido y constante que emanaba de él me envolvieran.
Otro momento que quería memorizar.
Sus labios rozaron mi frente en un suave beso, y se apartó. Abrí los ojos para ver los suyos llenos de necesidad y lo que esperaba que fuera deseo.
Apartó las manos de mi mentón. Instintivamente agarré su camisa para que no pudiera poner más espacio entre
nosotros.
-Willa–Me estudió. Era una pregunta.
-Sí–suspiré, acercándolo un poco más.
Cerré los ojos antes de que sus labios tocaran los míos, mi respiración se entrecortó en mi garganta al sentir sus labios suaves enviando cosquillas que estallaban en mí y se asentaban en mi interior. Una de sus manos agarró mi cintura y me atrajo hacia su pecho mientras la otra se abrió camino detrás de mi cuello y se enredó en mi
cabello.
No podía pensar. No podía respirar. Todo en mi cuerpo se centraba en el beso, en su cercanía, en su proximidad. Sus labios se movieron contra los míos, suaves pero hambrientos. Arrastró su lengua sobre mi labio inferior. Abrí la boca para él, enredando mis dedos en su cabello mientras nuestras lenguas bailaban y él exploraba mi boca.
El calor se arremolinaba debajo de mi estómago y una necesidad aguda había despertado en mí. -Willa–susurró, retrocediendo ligeramente.
Pronunció mi nombre en mis labios y sonó como una oración.
Caspiensusurré de la misma forma. Nuestros alientos se entrelazaron y deposité un último beso suave en sus labios, sabiendo que nunca me cansaría de él a partir de este momento.
Con solo ese beso, sentí cómo algunos fragmentos dispersos de mi volvían a mí, sentí cómo esa herida abierta en mi pecho comenzaba a cerrarse, y fue más de lo que esperaba.