Chapter Capítulo 778
Capitulo 778
La mirada subia mas alla, hasta los pantalones verdes de la bata quirtrgica, que
parecian tan impecables como si fueran pantalones de vestir. El aroma del
desinfectante se mezclaba con un olor familiar, provocando un escalofrio en
Marisol.
“Mansol
Ella escuché una voz sobre su cabeza, llena de frustracion y rabia.
Un miedo abrumador broto desde lo mas profundo de su ser, infiltrandose en
cada poro de su cuerpo.
Con los ojos chispeantes de inquietud, Marisol hizo un esfuerzo enorme para
levantar la cabeza y encontré la mirada de Antonio, sus ojos encantadores. Su
corazon de repente se enfrié a la mitad.
Esos ojos eran frios y penetrantes, como el cafién de un arma cargada, listo
para disparar en cualquier
momento.
Al instante, sinti6 su mufieca atrapada con fuerza por él. Marisol intent
mantener la calma y grité exageradamente, “Me asustaste! ; Qué haces,
Antonio?”
“¢, Qué hago yo?” Antonio apreté su mano con mas fuerza, sus cejas danzaban
con agitacion, “Has estado oculténdome algo tan importante, ;,cémo te atreves a
esconderme esto?”
Marisol tragaba saliva, su respiracion se habia vuelto erratica, “Yo... ;Qué te
oculté?”
Los ojos de Antonio se estrecharon en una linea delgada, y de repente le
preguntd con voz alta, “;Adénde pensabas irte con mi hijo?”
¢Como...?" Marisol palidecid, paralizada por el miedo.
El terror se abri6 paso en su corazon, extendiéndose rapidamente.
+ Como podia saberlo...?
No habla podido mantenerlo en secreto, jél lo sabia!
En ese momento, Marisol estaba completamente desorientada, y practicamente
por instinto, cubri6 su vientre con las manos, como si estuviera reclamando en
silencio que aquel nifio era suyo y que nadie podia quitarselo.
Al ver su gesto, el corazén de Antonio se encendié en rabia, y una sombra
oscura se ceri en sus 0jos.
Levanto su otra mano y tomé control de ambas manos de ella, casi gritando en
un furor que parecia a punto de estallar, “Marisol, estas embarazada de mi hijo y
ahora quieres huir con él, ino lo permitiré!”
Dicho esto, la tomd y comenzo a caminar.
Parecia que iba a cargarla sobre su hombro como si fuera un saco, pero se
detuvo abruptamente, como si recordara algo, y en su lugar la levanté para
llevarla en brazos.
“iOye, suéltame!”, gritaba Marisol, forcejeando frenéticamente.
Antonio parecia no oirla, ignorando el alboroto que causaba a su alrededor, y se
encamino hacia la salida. Los guardias de seguridad se acercaron para
detenerlo, pero se detuvieron al encontrarse con su mirada fulminante. En un
abrir y cerrar de ojos, salieron de la terminal.
El Porsche Cayenne negro estaba aparcado de manera ostentosa en medio del
estacionamiento.
Marisol fue colocada en el asiento del copiloto. Aunque parecia brusco, Antonio
habia tenido cuidado
Capitulo 778FIRMANTOLAM
de no lastimarla al bajarla.
Después de abrocharle el cinturon de seguridad, se cerré la puerta con llave.
Marisol apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que él encendiera el motor, y
solo pudo golpear frenéticamente la ventana mientras miraba fijamente a
Antonio, “jAntonio, déjame bajar!”
“iSigue sofando!” le respondié Antonio con una sonrisa fria, lanzando dos
palabras duras.
Mariso! apreté los pufios, y el coche ya estaba saliendo del estacionamiento a
toda velocidad. El sonido de las bocinas llenaba sus oidos y solo podia ver a
través del espejo retrovisor como el aeropuerto se alejaba rapidamente.
Cerro los ojos y tomd una respiracion profunda. Saco su teléfono mévil de
inmediato.
Marco rapidamente un niimero, “Hola, ¢policia? Yo...”
Antes de que pudiera terminar, su teléfono fue arrebatado por Antonio que se
estiré desde un lado, y dijo a través del teléfono, “Lo siento, me equivoqué de
numero.”
Inmediatamente colgd.
Abrié el compartimento para guardar objetos, apagd el teléfono y lo tiré adentro
antes de cerrarlo con un movimiento fluido y decidido.
Marisol miraba con incredulidad sus acciones, y cuando finalmente reacciond,
mostré sus dientes irritada, sus ufias clavandose en la palma de su mano,
arrancando el cinturoén de seguridad: “Antonio, déjame salir del coche, ya casi es
la hora de mi vuelo, tengo que volver al aeropuerto! jAhora mismo, de
Inmediato!”
La mirada de Antonio se deslizd hacia ella con lentitud, diciéndole
tranquilamente, “Marisol, si no te calmas, no me molestaria en darte un sedante".
Marisol de repente guardé silencio.
Porque la mirada en sus ojos era seria y no parecia estar bromeando.
Con las manos cruzadas sobre su vientre, se sentia ansiosa y perturbada hasta
lo mas profundo. Ahora que el asunto del nifio ya no podia mantenerse en
secreto, ¢,qué debia hacer?
Sin darse cuenta, el Porsche Cayenne negro ya habia regresado al complejo de
apartamentos.
Como si nada hubiera cambiado, el guardia de seguridad Héctor en la caseta
seguia saludandolos con
entusiasmo.
Después de que el coche se detuvo, Marisol miré el edificio frente a ella, algo
atonita. En tan solo tres o cuatro horas, habia creido que todo esto podria
convertirse en un recuerdo, pero inesperadamente habia
vuelto.
Antes de que pudiera calmarse, Antonio ya habia rodeado el auto y abierto la
puerta del copiloto.
El cinturén de seguridad se soltd lentamente, y fue levantada de nuevo en
brazos.
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Al'igual que en el vestibulo del
aeropuerto, todos sus esfuerzos por
bajarse fueron en vano. La llave giro
en la cerradura, y Marisol volvio una
vez mas a la que llamaban su casa
de matrimonio, donde cada rincén
aun conservaba rastros de su vida
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Finalmente de pie en el suelo, Marisol se levanté del sofd, y todo lo que podia
ver era el color verde de la ropa que él llevaba.
Recordaba aquella llamada telefénica en la que él habia dicho cortésmente que
no podia acompariarla
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porque tenia una cirugia esa manana. Parecia que ni siquiera tuvo tiempo de
quitarse la ropa de cirujano, probablemente habia ido directo del quiréfano al
aeropuerto.
Con el corazon latiendo aceleradamente, Marisol respiraba profundamente,
“Antonio, ¢qué es lo que realmente quieres?”
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“., iy. .
¢Me lo preguntas a mi? jQuiero
b 2 I Z : 1”
saber qué es lo que tu quieres!” Los
ojos de Antonio se entrecerraron,
mientras tiraba de sus labios finos
con un tono sombrio y enfatico,
«, . » .
iEstas embarazada!” The content is
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Como antes, no era una pregunta, sino una afirmacion.
Tan seguro como si estuviera afirmando que la Tierra es redonda.
“Si, admitié Marisol, sabiendo que no podia negarlo, apretando los labios, “pero
eso no tiene nada que
ver contigo...”
“¢,Coémo que no tiene que ver? {Sé de quién es el nifio!” La voz de Antonio salia
tensa entre dientes.
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Marisol apretd los pufios, como si
estuviera luchando por Ultima vez,
intentando ocultar la verdad con una
. “, .
voz firme, “¢Y como sabes que es
tuyo? jPodria ser de otra persona,
oo . » «
también es posible!” The content is
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chapter therel
“iimposible!” La respuesta de Antonio no mostraba vacilacion alguna
Capitulo 779