Chapter Capítulo 768
Capitulo 768
Marisol se detuvo en seco, alzo la vista y vio a Antonio que se erguia junto a la
lapida.
Se veia raro, no llevaba su preferido color gris carbon, sino un traje negro
completo, incluso la camisa debajo del abrigo era negra, lo que le daba un aire
més sobrio y enfatizaba los contornos de su rostro, haciéndolo parecer mas
marcado, y sus pantalones estaban impecablemente planchados.
Marisol trago saliva, ese hombre realmente destacaba sin importar donde
estuviera.
Al escuchar la llamada de Sayna, Antonio, cuyos ojos permanecian bajos sobre
la lapida, giro ligeramente su cuerpo para mirarla de lejos, directamente a la cara
de ella.
SET
Con el corazén como hierro fundido, Marisol camino hacia él lentamente,
“¢ Cuando llegaste?”
Antonio, con una mano en el bolsillo, sonrié perezosamente, “iHace un rato!”
Marisol noté que debajo de las dos lapidas de sus padres habia dos ramos de
lirios frescos. La brisa de la montafia soplaba suavemente, trayendo consigo el
delicado aroma de las flores mezclado con su fragancia.
Ella mir6 hacia atras, donde sus tios se acercaban rapidamente, y mordiéndose
el labio, le dijo. “Antonio, realmente no necesitas tomarte la molestia de venir...”
Si se tratara de cuando su matrimonio continuaba, visitar la tumba de los
suegros era algo esperado, pero ahora que se habian divorciado, ciertas
responsabilidades ya no eran suyas, ni tenian que ver con él.
iTe lo prometi!” Antonio le dijo de repente.
“¢ Qué?" Marisol no entendia lo que queria decirle.
La luz en los ojos de Antonio centelled levemente, y sus labios se curvaron en
una sonrisa apenas perceptible. “Cada afio, en el aniversario, vendre contigo a
visitar a mama y papa.”
“... Las manos de Marisol se cerraron de golpe.
Esos eran asuntos de hace mucho tiempo, si él no lo hubiera mencionado, ella
casi lo habria olvidado. La
primera vez que ella lo acompafié al cementerio a visitar a su madre, luego el le
pregunto por el aniversario de sus padres, ella le dijo que ya habia pasado, y él
le habia dicho eso...
Con la mirada perdida, Perla y Jordi ya se habian acercado. “jAntonio!”
Antonio se sac6 la mano del bolsillo y los saludo con una sonrisa cortés, como
siempre. “Tia Perla, tio Jordi!”
“iMira, querido! Yo sabia que Antonio, siendo tan considerado, no faltaria en un
dia como hoy aunque en el hospital estuviera ocupado”, le dijo Perla feliz al
verlo, y le pregunté con preocupacion. “Antonio, ¢viniste manejando desde
temprano?”
“Si,” Antonio sonri6.
Al oir esto. Perla se sinti6 ain mas compasiva, “iDebes estar agotado! Con tanto
trabajo en el hospital seguro que tampoco descansaste bien anoche. Después
de limpiar las tumbas, cuando volvamos a casa. jdebes tomar una siesta!”
“iClaro, tia Perla!” Antonio asinti6é sonriendo.
Después de més de una hora limpiando las tumbas, al salir del cementerio, no
tomaron un taxi sino que se subieron al Cayenne negro de Antonio.
Cuando llegaron a casa y Marisol se demoro intencionadamente al cambiarse
los zapatos, aprovecho que
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los demas no miraban para tirar suavemente de su manga y le susurro, Antonio,
eso... todavia no te hemos dicho a tia Perla y tio Jordi sobre nosotros”
Antonio levanto levemente las cejas at oir esto, “Perfecto!”
De hecho, el ya habia adivinado parte de la situacién por la reaccion de Perla y
Jordi.
cou
Marisol truncié el ceno, estaba algo confundida por su estado de &nimo. Estaba
a punto de explicar que n queria causarle problemas, pero al levantar la vista, vio
un destello de diversion en sus ojos encantadores, como si estuviera de muy
buen humor.
Perla ya la estaba llamando desde la sala. “Marisol, qué haces ahi parada, por
qué no llevas a Antonio a la habitacion para que descanse un poco?”
Marisol se quedo sin saber qué hacer.
Parecia que queria verla confundida, y después de un rato, finaimente le hablo
con calma. “No te preocupes. tia Perla, ino tengo suefio!”
“iEsta bien!” Perla le respondi6 con una sonrisa y asintio, “Antonio, entonces
quédate a dormir esta noche. Seria muy cansado volver a manejar, y mafiana es
domingo,
¢£Supongo que no tienes trabajo, cierto? Después del almuerzo, tu tio Jordi y yo
iremos al mercado, compraremos mas mariscos y carne de res paral hacerte
algo delicioso.”
“Perfecto, gracias tia Perla.” Antonio sonrié.
Perla se rio alegremente, “Este nifio, todavia tan formal conmigo, jsi somos
familia!”
La sonrisa de Antonio se amplié, y luego agregé. “También estoy libre después,
puedo llevarlos al mercado.” Después del almuerzo, el Porsche Cayenne negro
se puso en marcha una vez mas.
Aunque Antonio habia dicho que llevaria a Perla y Jordi, Marisol también fue
practicamente forzada por Antonio a ir con ellos. La razén era que Perla pensaba
que el mercado era un lugar sucio y desordenado y no queria que Antonio
entrara, y seria aburrido para él esperar solo en el coche, asi que la llamaron
también, Al llegar al mercado, Perla entré tomada del brazo de Jordi.
Solo quedaban ellos dos en el carro, y tendrian que esperar al menos media
hora. Marisol enderezo su espalda e inconscientemente cambié su postura.
Antonio apag6 el motor y cruzé los brazos al frente, reclinandose en el asiento
en una postura relajada. Parecia cansado, como habia dicho Perla, y pronto
cerr6 los ojos para descansar.
Apesar de que ya era primavera y el clima era célido, no hacia tanto calor.
Marisol noté que Antonio habia colocado su abrigo sobre el respaldo del asiento
al entrar al coche, y ahora solo vestia una camisa negra con las mangas
enrolladas, dejando al descubierto sus-fuertes y bien formados antebrazos.
Ella miraba hacia la entrada del mercado, pero su visién periférica no podia
evitar desviarse hacia el. Después de unos segundos, Marisol finalmente no se
resistié y giro la cabeza, con cuidado tomo el abrigo del respaldo y, inclinandose
ligeramente, se lo colocé sobre el.
En el momento en que retiré su mano, fue abruptamente capturada por su gran
mano que emergia de debaj del abrigo.
Aunque aun tenia los ojos cerrados, Marisol estaba segura de que estaba
despierto, de lo contrario no hubiera agarrado su mano con tal precision, y su
agarre se fortalecia cada vez mas.
Capitulo 769
iSueltamer
Marisol apreto los labios.
Viendo que et sequia fingiendo dormir, ella fruncié el cefio y con un tirén firme,
libero su mano.
Quizas fue con demasiada fuerza, ya que Marisol cay6 de nuevo en su asiento,
golpeando su espalda contra el respaldo con un “bang” y su codo chocé contra
la ventana, causandole un dolor agudo que la hizo frunci
el rostro.
En ese momento, Antonio abrié de golpe sus ojos, y como se esperaba, no habla
rastro de suefio en Extendio la mano hacia ella con preocupacion, “Marisol,
déjame ver, ¢te has lastimado mucho?”
“iNo hace falta que te preocupes por mi!” Marisol se aparté molesta.
Frotandose el codo adolorido, probablemente se habia golpeado un nervio, Pero
al apartarse de él, su cuerpo se congelo repentinamente, su expresién era dificil
de describir.
El broche de su sujetador se habia desabrochado silenciosamente...
iNo puede ser!
Capitulo 769
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