Dilema entre el Odio y el Amor novela completa

Chapter Capitulo 37



Capítulo 37 

Un hombre de casi doscientos kilos y un metro ochenta fue empujado fácilmente hacia atrás por Estefanía, quien lo hizo retroceder unos pasos y cayó de culo al suelo con apenas un empujón. 

Estefania frunció el ceño y dijo con voz grave: “Me parece que los maleducados son ustedes. ¿Acaso sus padres no les enseñaron que no se señala a la gente con el dedo? ¡Así que sus hijos son aún peores!”. 

Después de eso, miró uno por uno a los niños. 

La mirada de Estefania era intimidante, los niños se asustaron y se escondieron detrás de sus padres. 

“De ahora en adelante, al que se atreva a burlarse de Joaquín, no me importa quiénes sean sus padres, ¡se las verá conmigo!”, dijo Estefania en voz baja. 

“¡Y ahora, pidanle disculpas a Joaquin, inmediatamente!”. 

Ella no podía creer que no pudiera manejar a unos cuantos críos. 

Esas personas no conocían bien a la familia Mendoza, nadie había visto antes a una hermana tan formidable como Estefanía, pero el empujón que había dado antes los había asustado a todos. 

Y, según lo que acababa de decir, ellos estaban equivocados, además de que no querian problemas con Carlos. 

Los más cobardes le pidieron disculpas a Joaquin de inmediato y se marcharon, no quisieron involucrarse más con Estefania. 

El hombre que había caido se levantó, estaba sucio y se sentía avergonzado, pero aún quería ajustar cuentas con Estefania. 

Ella lo vio levantarse y acercarse: “¡Hoy podría venir el mismisimo dios y aun así tendrás que disculparte!”. 

Estefanía no pudo evitar sonreir levemente al ver la mano del hombre frente a sus ojos. 

“Para ser honesta, soy bastante rica”, dijo con una sonrisa. 

“¡Qué me importa tu dinero a mi!”. 

“Lo que quiero decir es que no me importa pagar compensación médica”, continuó Estefania tranquilamente. 

Luego, soltó la mano de Joaquin. 

Miró al gordito arrogante y le dijo con una sonrisa: “Mira cómo tu papá recibe su merecido, y si no estás contento, sigue molestando a Joaquin”. 

No tuvo paciencia con esas familias y sus hijos. 

Ya que habian causado un trauma psicológico a Joaquin, ella se encargaría de devolverles el favor 

Tres minutos después, el hombre yacia en el césped, estaba gimiendo y sosteniendo su brazo derecho, no podia levantarse. 

Estefania pisó el brazo que acababa de romper y dijo con calma: “Llamare a una ambulancia y me haré cargo de los gastos médicos y el daño moral, no tienes que agradecerme” 

Después, sacó una tarjeta bancaria de su bolso y la tiró al hombre: “Tiene trescientos mil dólares, no 

13.05 

Capitulo 37 

necesitas devolver nada”. 

Los directivos del lugar palidecieron de miedo. 

No tenía sentido llamar a la policía, ya que el jefe de la estación era el primo de Carlos, y todo Esperanza Nueva lo sabia. 

Estefania se sacudió el polvo de las manos, cargó a Joaquin y le pregunto: Te duele algo más aparte de la cara?”. 

“No duele!”. Joaquin nego con la cabeza enérgicamente. 

“Si no te duele, entonces volvamos a clase Estefanía llevó a Joaquín a través del césped hacia el aula 

Joaquin abrazo el cuello de Estefanía, sus ojitos brillaban: “¡Qué impresionante eres, señora!”. 

Estefanía bajo la vista, vio la admiración en el rostro de Joaquín y no pudo evitar sonreir. “Si te vuelven a molestar, diselo a tu papá, él es aún más impresionante”. 

“Papa?”. Una sombra de confusion cruzó el rostro de Joaquin. 

Estefania le dio un beso en la mejilla y lo puso en la puerta del aula, “Entra”. 

Joaquin aún no queria separarse de Estefanía y miraba hacia atrás a cada paso, caminó más lento que una tortuga 

Queria estar siempre con Estefania. 

Ninguna de las otras señoras había sido tan buena con él como Estefania. 

1105 M 


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