Chapter Capítulo 36
Capítulo 36 – iJesús! ¡Estás loco!
Nidia se escuchaba preocupada. Siempre supo qué Gloria viviría un impredecible giro del destino. Todos sabían que Gloria y
Jordi mostrarían su amor en público, en cada fiesta a la que asistieran.
Pero ahora...
Jonathan arqueó una ceja sin decir nada. Si gloria asistía a la fiesta con él, le daría un gran golpe a la familia Collins. Y eso era
justo lo que quería hacer. Gloria curvó los labios en una sonrisa.
–No te preocupes.
Tarde o temprano tendría que poner su pan en marcha, además, había perdido la paciencia con Jordi, a no tenía que tolerarlo
más. Y aunque Gloria no hiciera nada, Ángela se encargaría de hacer hasta lo imposible para separarlos. Era mejor terminar la
relación por su cuenta y así poder tener el control de todo
Nidia suspiro.
– Esa no es una mala idea. Puedes divorciarte más suavemente de esa manera.
Jonathan levantó las cejas y preguntó con una expresión de asombro, como si no supiera nada.
– ¿Qué quieres decir?
Nidia apretó los dientes, estaba indignada.
– Jordi, ese bastardo, es un descarado. Firmó el divorcio, pero está arrastrando los pies por
conseguir el certificado de divorcio. Gloria merece a un hombre mejor que él
Jonathan asintió con la cabeza.
– Estoy completamente de acuerdo. Después de que gloria se divorcie, tal vez yo me considere un candidato para ser ese
mejor hombre.
Gloria no le dijo a Nidia como se conocieron ella y Jonathan, pero no quiso preguntarle al Sr. Brown por miedo a que se
molestara. Por fortuna, el Sr. Brown no le hizo preguntas personales a Nidia sobre Gloria.
En cuanto Jonathan se fuera, Nidia tenía que interrogar a Gloria.
–El Sr. Brown ha visto y admirado a muchas mujeres hermosas – Dijo Gloria con una débil sonrisa. — Pero yo solo soy un ramo
de flores silvestres que nadie más nota.
Jonathan levantó las cejas y sonrió débilmente.
–La belleza está en los ojos de quien la ve. A mí me gustan las flores silvestres.
Ese era el tipo de palabras que diría un mujeriego, y Jonathan lo era. Gloria y Nidia no se lo tomaron personal
Al terminar la comida, mientras hablaban y reían, después Nidia fue a lavar los platos, y Jonathan se volvió para mirar a Gloria.
– ¿Podrías probarte el vestido?
Los ojos de gloria brillaron.
–Lo haré, pero no ahora, esta noche y cualquier detalle te lo haré saber.
Aunque mujeriego, Jonathan era un caballero, por lo que no le insistió. Al ver la hora decidió que era mejor irse, no solo por lo
tarde que era, sino porque tal vez sería una molestia para ellas si se quedaba por más tiempo.
–Me iré. Por favor, descansa, duerme temprano.
Eso sería poco probable porque Nidia se quedaría en casa de Gloria esa noche. Aun así, Gloria asintió ante la sugerencia de
Jonathan.
– Está bien. Cuídese Sr. Brown.
Jonathan frunció el ceño.
– ¡Oye! Hemos comido juntos varias veces. Hoy, incluso vine hasta tu casa y probé tu comida. Deberíamos ser amigos ¿No
crees?
Nidia se fue a lavar los platos, y al mismo tiempo los espió y le pareció que había un leve flirteo entre ellos.
Gloria sonrió sin dar ninguna respuesta. Jonathan se acercó a la puerta y dijo en un tono diferente,
–Llámame Jonathan.
Los ojos de Gloria parpadeaban.
– Está bien.
Jonathan sonrió y se fue.
Después de que la puerta se cerrara y Nidia terminara de lavar los platos. Se limpió la mano mojada con un pañuelo de papel y
miró a Gloria con picardía.
– ¿Qué ha pasado entre vosotros dos? ––Cuando Gloria iba a responderle, Nidia levantó el brazo inmediatamente. – ¡Háblame!
¡No trates de engañarme!
Gloria suspiró con impotencia, no habló sobre Jonathan porque no quería incomodarla. Pero si seguía ocultándolo de Nidia, ella
podría malinterpretarlo. Por ende, le dijo a su amiga, por lo que le dijo a Nidia las partes de poca importancia, evitando revelar lo
más importante, como su apoyo con
Jonathan
Cuando Nidia escuchó a Gloria hablar de sus intenciones de asistir al ramo, su rostro cambió de color. Se puso de pie en
seguida.
– iJesús!, ¿estás loca? Vas a...