Chapter Capítulo 27
Capítulo 27
Todo iba bien en el chequeo, y el bebé estaba muy saludable. La mayor sorpresa fue descubrir que no era uno, sino dos bebés los que Sofia llevaba en su vientre.
El médico le dijo a Sofia: “Ahora que estás de tres meses, los bebés están más estables y podrias tener una vida conyugal adecuada. Pero como estás esperando gentelos, aún debes tener cuidado. No dejes que tu esposo se exceda.”
Sofia se sonrojó y tortamuded en su respuesta. Està… está bien… doctor, lo tendré en cuenta.”
“Con esto. concluimos la revisión de hoy. Recuerda volver el próximo mes para el seguimiento.”
Mientras sostenia los documentos en el vestibulo, Sofia instintivamente se tocó el vientre, maravillada por la magia de tener dos pequeñas vidas creciendo en su interior. Pronto podría sentir sus movimientos. Al salir del ascensor, pensó reconocer a dos personas. Aunque no quería creerlo, el hombre se parecía mucho a Rafael. Sofia apuró el paso, pero al salir, ya no había rastro de ninguno de ellos. Nego con la cabeza, pensando que se habla equivocado. Si Rafael hubiera vuelto antes, se lo hubiera dicho, y no tendria sentido que apareciera en el hospital.
Luego, tomó un tad para regresar a la mansión. Frente a la soledad de su hogar, Sofia sintió tristeza por primera vez, quizás por la sensibilidad del embarazo. Aunque habia pasado mucho tiempo sola en la mansión, desde que Pilar regresó, comenzó a preocuparse de que Rafael algún día le dijera, “El plazo de tres años ha terminado, divorciémonos, entregándole los papeles para firmar. La felicidad robada parecía estar escapando.
Esa noche, Sofia quiso llamar a Rafael para preguntar a qué hora llegaria a mansión al día siguiente y poder preparar la cena. Después de bañarse, tomó su teléfono, buscó el número de Rafael y llamó. Tras varios tonos, una voz femenina desconocida respondió: “Hola, Srta. Carreras, soy Pilar. Rafa está bañandose, ¿necesitas algo? Puedo pasarle el mensaje después
“No es necesario, gracias.”
Respondió Sofia rigidamente, y luego colgó. Se quedó sentada en la cama, sosteniendo el teléfono, dándose cuenta de que Rafael habia vuelto y estaba con Pilar. Las lágrimas comenzaron a brotar involuntariamente de sus ojos, deslizándose por sus mejillas y mojando las sábanas. Aunque pensó que podria manejarlo, incluso si Rafael queria el divorcio, podria sonreir y agradecerle por los momentos compartidos. Pero, ¿por qué le dolia tanto?
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La mañana siguiente, Sofia se levantó tarde debido a la mala noche de sueño. Al bajar, vio a Rafael sentado en el sofá del salón, con la cabeza agachada. No sabía cuándo había regresado ni cuánto tiempo llevaba alli, pues no había escuchado ningún ruido.
Al escucharla bajar, él alzó la mirada, con los ojos llenos de sangre.
Sofia se acercó y preguntó: “Ya regresaste, has desayunado? Voy a prepararte algo.”
Rafael cambio de posición, apoyándose en el sofá con voz ronca, “No hace falta, ven aqui.”
Sofia se sentó en el sofá frente a él, erguida como una estudiante esperando ser reprendida.
Rafael mantenia una expresión seria.
“Tengo algo que decirte.”
Ella permaneció inmóvil, al haber anticipado sus palabras. Después de llorar durante toda la noche, sus ojos estaban algo enrojecidos.. Estaba mentalmente preparada para lo que el pudiera decirle. El acuerdo de tres años estaba a punto de expirar. Tres años podian parecer largos o cortos, pero siempre llegaba el final.