Chapter Una Esposa Capítulo 31
Capítulo 0031
– Cálmate nena, cálmate Olivia, por favor, estás a salvo, nadie puede hacerte daño, te voy a proteger cariño, por favor vuelve a mí, por favor …-. le repetía Lucian con paciencia infinita y cariño, a la mujer que gritaba y lloraba sin consuelo en su cama y él la abrazaba, paral protegerla de los fantasmas que la asaltaban entre sueños.
Sin poderse conformar, esperó a que ella se durmiera para colarse en su cuarto y cerciorarse de que estaba bien.
Olivia dormía, echa un pequeño ovillo en la cama, abrazando una almohada contra su vientre, con sus largas pestañas aún húmedas y se notaba que había llorado.
Se les partió el corazón verla tan vulnerable, tan frágil, tan rota.
Ellos querían darle todo, darían su vida porque ella no sufriera.
Lucian quería enfrentar todas las cosas que le hacían daño, para solo verla sonreír, sin darse cuenta de que una de las cosas que más daño le estaba haciendo, eran sus indecisiones.
Olivia estaba con el ceño fruncido, en el medio de un mal sueño, pero por mucho que intentó calmarla, ahí estaba de nuevo esa barrera de resistencia que no lo dejaba llegar a ella.
“¡¡Déjame salir Lucian, mi mate me necesita y no estoy para tus estupideces ahora, voy a hacerla calmarse, ella está sufriendo maldición!!”, gruñía Lugh en su mente completamente molesto y Lucian estaba sudando gruesas gotas de sudor, para mantenerlo. prisionero.
“Vas a asustarla, cálmate, no me hagas gastar energía innecesaria conteniéndote, Lugh, trabajemos juntos para calmar sus miedos”
Pero justo cuando Lugh comenzó a ceder, estando de acuerdo,
porque lo que menos necesitaban en estos momentos era una lucha interna entre ellos dos.
Olivia comenzó como loca a gritar llamando a su bebé y a llorar desgarradoramente.
Era tan triste que rompía el corazón de ambos.
Enseguida, Lucian la abrazó, intentando contenerla entre sus brazos y dándole un apoyo para que desahogara todo su miedo y su tristeza.
Olivia se aferró al cálido abrazo como si en eso se le fuera la vida, necesitaba un ancla para regresar y lloró sin parar, sobre el fuerte pecho de Lucian, que no dejaba de acariciarle la espalda y decirle palabras reconfortantes y suaves, incluso en un idioma antiguo que. ni siquiera entendía.
Después de un tiempo desconocido, se fue calmando y se dio cuenta de que había hecho un desastre sobre el pecho desnudo de Lucian que, además, él la había visto en uno de sus ataques de locura y vulnerabilidad.
Ahora pensaría que era una demente total.
Se alejó de repente, secándose las lágrimas que habían mojado todo su rostro con las manos e intentando recomponerse, lo más dignamente que pudo.
– Gra…gracias- murmuró con la cabeza baja apenada- lamento que hayas tenido que ver todo este espectáculo.
– Olivia, mírame- le dijo tomando con suavidad su rostro para levantarlo y mirarse de frente, acariciando con los dedos pulgares sus mejillas mojadas
-No tienes que darme las gracias y mucho menos disculparte, no t imaginas lo que diera por no verte sufrir así, haría lo que fuera port
tu felicidad.
Confesó Lucian y besó suavemente la frente de Olivia, que no estaba para nada reconfortada con sus palabras, y más que hacerla sentir bien, la seguían hiriendo.
¿Por qué le hablaba así, como un amante, por qué seguía dándole ilusiones y creándole falsas expectativas?
Olivia entendió, que por mucho que quisiera escapar de su corazón, de alguna manera sentía sentimientos muy intensos por Lucian y no solo la atracción sexual.
Después de su última relación amorosa desastrosa, pensó que nunca más se volvería a enamorar, pero aquí estaba, no había pasado tanto tiempo y su tonto corazón había caído de nuevo por el hombre equivocado, que claramente no sentía lo mismo por ella.
– De todas formas, igual no te preocupes, ya estoy mejor- le dijo con la voz aún llorosa y levantándose de la cama, para alejarse un de Lucian, porque lo único que ansiaba realmente, era acurruca la protección de sus brazos y sentirse amada y querida, como
antes
-¿Querías algo, por qué estabas en mi habitación?
Le preguntó de repente, parada en la alfombra, al darse cuenta de que Lucian no debería estar en su cuarto a esta hora de la noche.