Una Esposa Humana Para Mi Padre El Alfa

Capítulo 0022 

Algo en el fondo de su corazón le decía que Lugh nunca le haría daño, incluso sentía unas ganas locas de acercarse y acariciar su pelaje que se veía tan suave, pero ella no se atrevía a seguir ese instinto. 

Sus genes humanos tenían profundamente impresos el miedo a esta criatura depredadora. 

Aún se estremecía al recordar esos enormes colmillos, desgarrando de un bocado la garganta de un hombre y arrancando su cabeza sin ningún esfuerzo. 

Un árbol a su espalda le indicó que no había escapatoria, no más pasos hacia atrás, tenía que enfrentar al enorme espécimen que tenía de frente, mirándola como si fuera la presa más deliciosa del mundo y quisiera devorarla sin dejar ni un hueso. 

Lugh se acercó a centímetros de la cara de Olivia, que había cerrado los ojos y se aferraba con las manos al árbol detrás de ella, como en eso se le fuera la vida. 

Su cuerpo temblaba instintivamente por el miedo, pero Lugh le 

mostraría que, para ella, él era solo un lobo amaestrado, un simpl juguete peludo en sus manos, ella tenía el control total sobre él y era su dueña, en todo el sentido de la palabra. 

Tocó con su húmeda nariz la de Olivia de manera cariñosa, casi 

diciéndole 

“Abre los ojos cariño y mírame, solo soy un lobo de peluche que quiere que lo acaricies y juegues con él” 

Olivia sintió el toque mojado en su nariz y abrió poco a poco los ojos para ver el hocico magnificado de Lugh frente a su cara. 

+25 BONUS 

¡Este lobo a cuatro patas era casi de su tamaño, cómo podía existir 

un lobo tan grande! 

Casi infarta al ver los caninos, pero Lugh la distrajo pasando suavemente la lengua áspera por su mejilla. 

Un gesto cariñoso e inofensivo. 

A Olivia le hizo cosquillas y se avergonzó un poco al pensar, en un sueño loco y raro, que recordaba de manera muy confusa, sobre ella y un lobo en el bosque. 

“Parece que ella está pensando en aquella noche” aseguró Lucian en la mente de su lobo y Lugh estuvo de acuerdo, el aroma de su mate había cambiado de repente ante su lengüetazo y sus mejillas se habían puesto de un rosado hermoso. 

Le encantaba que lo deseara, ni siquiera se imaginaba la inmensidad de sentimientos que despertaba en él, en ellos, aunque el tonto de Lucian se resistiera inútilmente. 

Olivia tuvo el impulso de tocar la pelusa del cuello y el amplio pecho de Lugh donde el blanco era más predominante, casi sin rastros de pelo negro. 

Estiró la mano temblorosa, decidida a superar sus miedos. 

Si este lobo ya no se la había comido, con tantas oportunidades que había tenido, en realidad no creía que la fuera a atacar ahora. 

Lugh casi aúlla al cielo cuando su mate puso tímidamente su mano sobre su cuello y comenzó a acariciarlo. 

Sentía que podía morir de placer por solo un roce. 

Bajo su cabeza en rendición y sumisión, un acto que nunca había hecho frente a nadie, en toda su vida, para permitirle tomar confianza y tocarlo mucho más. 

+25 BONUS 

Funcionó y la temerosa Olivia fue soltándose, en realidad era una amante de los animales peludos, le encantaban los perros súper peluditos, pero a su ex nunca le gustaron las mascotas, así que no tenían ninguna. 

Lugh casi ronroneó como si fuera un gato y se pegó descaradamente a Olivia, la instó a tocarlo más, a abrazarlo, olisqueaba como un adicto el olor en su suave cuello, de su sedoso cabello, tenía los ojos cerrados en un deleite total. 

Ni siquiera tenía el vínculo que tanto deseaba con su mate y ya se sentía así de complacido, cuando fueran uno, en cuerpo y alma, él estaría completo, sería el Alfa más feliz del universo, ella le 

pertenecía y él era suyo por completo, dijera lo que dijera Lucian, nunca la dejaría ir. 

+25 BONUS