Chapter Un Beso Que Le Atrapó A Mi Se5ñor Perfecto Capítulo 2708
Capítulo 2708
“Noha, ¿cómo puedes hablar asi? Aunque no lleve el apellido Lández, tiene una madre que vale por mil y seguro que saldrá adelante.” Eran valientes, pero ninguno tenía el valor para enfrentarse a la familia Lández. Eloisa tampoco habia previsto que las cosas escalaran a este punto y Ainhoa se quedó sin palabras.
“Basta ya ¿hasta cuando va a seguir este teatro? Mejor que cada quien se vaya a su casa.”
Bruno estaba callado, con una expresión sombría. Eloisa atendia a los últimos invitados, mientras que Virginia ya no podía levantar la cara, incluse las lágrimas que había preparado se secaron en sus mejillas.
Ella habia compartido la cama con él durante muchos años, sabía que lo más importante para Bruno era su reputación.
Cuando las habia llevado a casa, estaba embobado con su nuevo amor y no pensaba con claridad. Pero ahora que hablan pasado los años, habia cambiado de opinión y sabia que en su circulo social algunos lo llamaban el salvador de los pobres.
Aunque en público pretendía que no le importaba, solo él sabía lo que realmente sentia.
Pero que hoy, en su propia villa, durante una cena que él mismo había organizado, alguien revelara la verdad de esa manera, era demasiado, incluso para alguien tan tolerante como él. Sentía como si hubiera vomitado sangre, todo gracias a Virginia y su hija.
Cuando finalmente quedaron solos en casa, Bruno soltó una risa fría.
“¿Todavia quieres buscar tu preciado brazalete?”
Virginia sintió un escalofrio en la nuca, pero dijo con firmeza, “Déjalo ya, aunque sea una reliquia de mi madre, no es más importante que la reputación de Loisita.
Creo que algún niño travieso lo habrá agarrado, mandaré a los empleados a buscarlo bien, quizás esté en algún rincón olvidado.” “Bah, niños traviesos. Creo que tú, como adulta, no tienes la cabeza en su lugar. Tenías que buscar tu estúpido brazalete delante de todos esos invitados.
¿Acaso te he comprado pocas joyas? ¿Acaso la tarjeta con la que compras no tiene suficiente crédito? ¿Tenías que avergonzarme delante de todos esos invitados?”
“Bruno, estás pensando demasiado. Nunca quise hacerte pasar vergüenza. ¿Y si fue uno de esos niños quien encontró divertido llevarse mi brazalete?”
“Por valioso que sea tu brazalete, no puedes retener a los invitados para buscarlo frente a todos ellos!
Estás dañando mi reputación. ¿Acaso crees que todavía soy tu pobre exmarido? Nosotros, la familia Lández, tenemos un patrimonio demasiado grande como para preocuparnos por el precio de ese brazalete.
Te puedo comprar diez, cien brazaletes, pero lo que no puedes hacer es crear un espectáculo como el de hoy.”
Bruno se dio cuenta de su error en ese momento. Debió haber sido más firme y no permitir que Virginia se quejara con tantos invitados.
Pensando en ello, se sintió frustrado. “Loisita, tú también tienes la culpa. Aunque tengas tus diferencias con mi esposa, no deberias haber causado un escándalo hoy.
Ella es alguien que no tolera bien estas situaciones. Mira el ridiculo que hemos hecho, quién sabe cómo se burlarán de nosotros mañana.
Eloísa, al escuchar su reproche, solo sonrió friamente. ‘Papá, si tu nueva esposa no puede soportar este ambiente, ¿significa que yo si tengo que aguantar la humillación?
He dicho que no he hecho nada, si no me crees, está bien. Mañana tengo trabajo y no estaré aqui para seguir con este drama.” “¿Ves? ¿Eso es lo que se supone que le debes decir a tu padre?”