Chapter Capítulo 2783
Capítulo 2783
“Nuestro plan debe ser abordado con cautela, no pienses que puedes alcanzar el éxito de un solo salto!”
Virginia se limitó a asentir. “¿Acaso no confías en tu hadre? Basta, no te quedes demasiado tiempo en mi habitación, no vaya a ser que piensen que estoy enferma y le den la satisfacción a esa zorra.
Regresa a tu habitación, si llega alguna novedad, te avisaré“.
Así, con preocupación, Anahi fue expulsada de su habitación. Quería decir algo más, pero se dio cuenta de que Eloisa, con un interés evidente, estaba apoyada en la barandilla, mirándola con los brazos cruzados.
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“Tsk, tsk, tsk, parece que hay cosas que tu madre no está dispuesta a compartir contigo. Claro, solo eres una niña, ¿qué ayuda podrías ofrecerle? Yo en su Idğar tampoco te lo diría“.
“¿Qué quieres decir con eso?”
Anahi odiaba esa actitud condescendiente de Eloisa.
A pesar de que ella tenía mucho más que Eloisa, esta siempre se las arreglaba para actuar como si estuviera llena de riquezas..
Eloisa era realmente buena fingiendo.
“Lo que escuchaste, las verdades duelen. Si yo fuera tú, insistiria hasta saberlo todo. ¿Qué pasaría si ocurre algo que no puedas controlar?
Ay…
Anahi contestó con una sonrisa fria. “No tenia idea de que empezaras a hablar en circulos, ¿o es que realmente no hay nada y intentas confundirme con tus distracciones?
Claro, al final, hay quienes ya no tienen madre y naturalmente extrañan esos momentos con ella, ay…
solo
Eloisa bajó la cabeza y sonrió con complacencia, “Anahi, aparte de traer a colación a mi madre, ¿sabes hablar de algo más? Lástima que aunque lo tengas, no creo que tengas mucho más que yo. Lo que mi madre me dio es suficiente para toda mi vida“.
Cuando Eloisa mencionó a su madre, la satisfacción en su rostro no era un mero alarde, y esto hizo que Anahi se sintiera aún peor
“No finjas delante de mi,
Eloisa, parece que has olvidado cuando mi madre llegó a la familia Lández, esa cara aduladora que tenias. No me molestaria recordarte“.
Eloisa, pensativa, asintió con la cabeza y dijo: “Es cierto, cuando tu madre llegó a la familia Lández, pensé que seria una pariente con la que se podia llevar bien. Quién hubiera pensado que tendría el corazón de una vibora. No es ningún héroe quien solo intimida a los niños. Pero no importa, ya superé la edad de pedir ayuda.
En cambio tú, Anahi, deberías preguntarle a tu madre sobre sus últimas acciones, para que no termines siendo engañada por completo“.
Tras expresar esas palabras, Eloisa se fue con elegancia. Ella quería ese efecto de distracción. Si Anahi se volvia desconfiada, sust palabras habrían tenido el efecto deseado.
Pero una vez sola en su habitación, se cubrió el pecho con un toque de amargura. Nunca sintió que le faltara algo en comparación con los demás, y más aún, en el breve tiempo que tuvo a sus padres, habia experimentado un amor absolutamente puro.
Eso era suficiente para que lo recordara el resto de su vida.
Pero cada vez, Anahi golpeaba justo donde más le dolia, forzándola a reabrir sus heridas una y otra vez.
“Madre, cuanto te extraño“.
Anahi no hizo como Eloisa pensó que haría, yendo directamente a Virginia para exigirle algunas respuestas. Sabia que cuanto más ansiosa se mostrara, menos le diría su madre sobre ese hombre.
Pero no podia entender quién era ese hombre y qué relación tenía con ella, que la defendia tanto. ¿Seria un amante del pasado?