Chapter Ultimas 37
Capítulo 37
Jonathan me observó con una mirada que cambiaba constantemente entre la ira y la confusión.
Por otro lado, Miriam reaccionó rápidamente, agarrando el contrato de
divorcio
“Jon.”
Ella lo miro con una apariencia de pena, “Iris ya que…”
“¡Callate!” Jonathan, como loco, rasgó el contrato de divorcio, mirándome
furiosamente.
“¡lris, estás loca! ¡Ni se te ocurra divorciarte conmigo!”
En ese momento le sonrei, ya me había imaginado que reaccionaria así. Silenciosamente, saqué otro contrato de mi bolsa.
“No te preocupes, imprimi varias copias, cuando termines de rasgar ese, puedes mirar este.”
Justo cuando iba a pasarle el contrato, vi a la señora de la limpiezal mirándome con reproche. Silenciosamente, guardé el contrato, era mejor no causar más problemas.
“Iris, ¿así que tenías planeado divorciarte desde hace tiempo?”
“Lo sabía, de otra forma ¿cómo Cristian iba a volver así de repente? ¡Así que ustedes dos nunca perdieron contacto! Durante la universidad te persiguió sin descanso, y ahora no pudo olvidarte, así que quieres divorciarte, ¿verdad? ¡Quieres divorciarte de mi por él!”
Jonathan me miró obstinadamente, su mirada era venenosa, como si quisiera despedazarme.
Cristian se levantó inmediatamente y se puso delante mío, “¡Jonathan, deja, de actuar como un loco y difamar a otros! ¿Crees que todos son como tú? ¡Engañando a tu esposa, buscando amantes, e incluso trayéndolas frente a ella! ¡Si todavía eres un hombre, no le eches la culpa a tu mujer!”
Esa fue la primera vez que vi a Cristian tan enfadado, por lo que lo miré
sorprendids Dandsen in warts, the sos y me dijo con dulzura, “Tranquila,
is no pass nada”
Inconscientemente, asenti con is cabes
“wis, iven squi” Jansthan, furioso, das intentandis agarrarme, pero Cristian, rápidamente agar tu mu
En ese momento, llegó la policia y es pudieron hacer otra cosa más que
tervenir, ¿Qué pasa aquí?, Cera vez vas a recurrir a la violencia Vas a
vás
golpear a tu propis esposa?
Miriam rápidamente tomó su brazo, Jon calmate, mejor dejalo asi Iris, no puedes decir algo en defensa de tu mado? ¿De quien eres esposa Vas a dejar que Jon sea golpeado asi sin hacer nada?” Ella me miró como si yo tuera la que los estaba acosando
En ese momento, realmente la admirë, había llegado a ese punto y todavía
no sentia vergüenza
“Minam, ¿quien es tu esposo? ¿Por que aún estás aqui? Mi intención era hacerla callar, pero en vez de eso, se enfado aún más.
“Tiris, ¿no sabes quien es mi esposo? Al principio, te pegaste a Jon,
insistiendo en casarte con el Ahora, insistes en divorciarte, no es sala
pare llamar su atención? Ya no tienen sentimientos el uno por el otro,
déjalo in! ¿Por que no puedes simplemente dejarlo ir?”
Metendo directamente el contrato de divorcio en sus manos, dije, “Si puedes representario, entonces firma. Listo, oficial, no creo que aqui haya algo más que mediat procedamos con la detención.”
Cristian tambien asinto, “Si al parecer, la otra parte tampoco tiene
enciones de disculparse
dave me disculpe? Sigue soñando Jonathan intento abalanzarse otra vez, pero Miriam lo abrazo fuertemente y la policia también ayudo,
Jonathan, realmente quieres ser detenido? ¿Estás seguro?” Pregunte Observándolo friamente. En ese momento, se callo de repente, y se quedo titándome desafiante
Luego suspiré, “O paga una multa, tú eliges.”
Al mencionar el dinero, Jonathan me miró con los dientes apretados, pero al final, escupió una palabra, “¡Pagaré!”
Al final, pagó una multa de diez mil pesos, y con eso, el asunto quedó resuelto.
Diez mil no fue mucho dinero, pero como se trataba de su orgullo, naturalmente no estuvo contento. Él nunca pediría disculpas, así que al final, Miriam lo hizo por él.
Cristian, siempre se había mostrado como todo un caballero, pero en ese momento, su mirada hacia ella se volvió despectiva.
“Tú no puedes representarlo. Pero ya no voy a seguir con esto, no quiero perder mi tiempo con este tipo de escoria. El engaño dentro del matrimonio. significa que te vas con lo puesto, tú… mejor piénsalo bien.”
Al escuchar esas palabras, Miriam se sonrojó de la vergüenza, pero no pudo decir nada en respuesta.
Yo ni siquiera los miré, solo observé a Cristian.
“Deja que te lleve a casa, vine en auto.” El sonrió asintiendo con la cabeza, siguiéndome.
Pero al salir, Jonathan llegó corriendo de repente, bloqueándonos el paso.
“Iris, ¿a dónde vas? ¿Por qué no vienes conmigo?”
Al parecer se le había enrojecido el rostro, pero estaba tan golpeado difícil distinguir su expresión.
e era
Miriam, con sus tacones altos, corrió tras de él con dificultad.
“Jon.” Su voz temblorosa, realmente daba lástima.
Jon, mejor volvamos, tengo un poco de frío.”
Ese apodo cariñoso, “Jon“, realmente sonaba bien.
“Llévatela devuelta a casa. Cristian y yo ya nos vamos.” Dije mirándolo sin mucha emoción.
304
Capitulo 37
Miriam intentó tomar su mano, pero él la rechazó de inmediato.
Mirándome obstinadamente, dijo, “No, quiero que tú regreses a casa conmigo, no dejaré que te vayas con otro.”
“¡Jon!” Miriam se desesperó, mostrando cierto pánico en sus ojos.
Si Jonathan volvía a casa conmigo, ¿qué sería de ella? Eso, ella lo sabía muy bien, y yo también.
Sacudiendo la cabeza suavemente, dije, “Jonathan, llévate a tu novia a
casa. Ese ya no es mi hogar, no voy a regresar.”
Cristian ya había abierto la puerta y se había subido al asiento del copiloto, por lo que me apresuré a entrar al auto, sin volver a mirar a Jonathan.