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Capítulo 339

La presentadora me miró y me guiñó un ojo, solo entonces caí en cuenta.

“Hola a todos, yo, yo soy Iris Moreno.”

Había preparado de antemano un guion para aclarar las cosas, pero en ese momento, me quedé sin palabras. Increíblemente, la presentadora tenía un guion, repleto de toda clase de preguntas, por lo que solo me limité a responder lo que me preguntaba.

Eso era más o menos lo que tenía pensado aclarar al principio, solo que en ese momento parecia un poco tonta.

Las luces del estudio cambiaban de intensidad de vez en cuando.

Cuando la presentadora me preguntó acerca de mi aborto espontáneo, mis ojos se llenaron de lágrimas y las luces se atenuaron significativamente.

Inicialmente estaba bastante emocional, pero con todo eso, sentí como si estuviera

actuando en una telenovela.

Sin embargo, cuando la presentadora concluyó, quedé completamente atónita.

“Creo que todos han entendido la situación, la señorita Moreno es realmente la verdadera víctima. El Grupo Montero siempre ha estado del lado de la justicia, y hoy, bajo el encargo de la señorita Moreno, vamos a hacer públicas todas las pruebas. Todo el mundo puede obtener acceso gratuito a toda la evidencia de este incidente, sin violar la privacidad personal, todo es contenido real. ¡Asistente, prepárate, publica el enlace!”

En ese momento, miré a la presentadora horrorizada. ¿Publicar el enlace? ¿Qué significa eso? ¿Publicar las pruebas en línea?

Viendo cómo la gente en pantalla empezaba a hacer pedidos, mi cabeza empezó a zumbar.

“¿Por qué no me desmayo ahora?” Pensé para mí misma.

Justo cuando no sabía si reír o llorar, pensando que eso no era apropiado, la pantalla se apagó.

¿El estudio había sido clausurado por emitir comentarios inapropiados?

El director maldijo en voz alta, y todos se miraron entre sí.

Fue entonces cuando Félix, quien había estado parado en la puerta, se acercó.

“¿Cuántas pruebas se vendieron?”

“Presidente Palomar, más de mil.”

“Es suficiente.”

Capitulo 339

Félix se acercó a mí y luego golpeó la mesa.

“Todos han trabajado duro, pueden irse a casa”

Los demás comenzaron a recoger sus cosas, jubilosos, mientras yo permanecí sentada.

Al levantar la vista, vi sus ojos sonriendo ligeramente, sin entender qué estaba pasando.

“Félix, ¿así termina todo?”

“Sí, estaremos bloqueados por 72 horas, tres días sin poder transmitir en vivo.”

Su expresión fue neutra, y su tono de voz, calmado.

Abrí la boca, sin saber qué decir.

Quise disculparme por haber causado una demora en las ventas de la compañía por mi causa, pero al ver a Félix algo contento, me confundí aún más.

Él sacó de alguna parte una botella de leche con sabor a fresa y la colocó sobre la mesa.

“Bébela.” Dijo con un tono un tanto autoritario, pero también suave.

No dijo mucho más, simplemente se fue a organizar al personal.

Alicia se acercó, abrió directamente la botella de leche y me la pasó diciendo, “Has trabajado duro, tu actuación fue realmente conmovedora. Mi hermano es inteligente, cuanto más torpe parezcas, más se notará que ellos son los malos.”

Al escucharla, asentí entendiendo a medias, luego tomé un sorbo de la leche, la cual

todavía estaba tibia.

Finalmente, Alicia miró a su hermano y sacudió la cabeza.

“Iris, alguien va a tener problemas.”

“¿Eh?”

“Cada vez que mi hermano sonríe así, alguien va a tener problemas.”

Al principio no entendí a qué se refería, pero al día siguiente, lo comprendí.

El Grupo Montero demandó directamente a la plataforma, y el asunto se magnificó.

Ese día Félix no fue a la oficina, sino que se quedó en casa, haciendo llamadas.

“Por supuesto que vamos a demandarlos, llamen a los periodistas para exponer la situación, digan que la plataforma manipula en secreto. También pueden decir que aceptan sobornos, sí, hay que agrandar el escándalo.”

Yo estaba cortando frutas, pensando en llevarle algunas a Félix.

Pero al oírlo hablar así, me paralicé.

Así que ese ese era el llamado CEO astuto, ¿verdad?

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