Chapter 53
Chapter 53
Chapter 53
-My love, I swear we’ll look for that bastard and make him pay for what he did to you – “even if it’s me” –
Gerard rocks Luz as she slowly begins to calm down. She pulls away from him a little and looks him in the face with fear of what she is going to find, but her face full of pain in her boyfriend makes her look like or judges her.
And how could?
Rather , Gerard now feels like his world is collapsing with every sob from his Little Light, his sweet warrior girl.
-Don’t leave me, please… I don’t want to be alone…
-No, my life, I’m not going anywhere.
She closes her eyes as Gerard settles her on the bed, kicking off her shoes and socks, then slipping in next to Luz, pressing herself against his body and slowly drifting off into a more peaceful sleep.
While Gerard can’t stop thinking about that girl he attacked without being aware of his actions.
That night he just wanted to put out that fire that Dan’s shitty pills gave him , one of the girls was supposed to go for that, but instead she came…
She was slim, small, beautiful, her scent was…
-Jasmine… my precious smells like jasmine – a couple of tears escape her and she stifles a sob so as not to wake Luz –
He waits a few more minutes, to make sure she’s sound asleep, then gets up, takes the phone out of his pocket, walks out onto the balcony and dials Dan.
-Old… What’s up? – The sleepy voice tells Gerard that he woke him up, but Dan knows that he wouldn’t call him at that time if it wasn’t for something important-
-Shorten the search for the girl… find out if Luz worked in Rafael’s company.
-Light? – He asks her in surprise, sitting up on the bed immediately. Brother… don’t you think that fate would be very twisted?
-Look, at this point I don’t trust anything anymore. She just finds out that… I don’t remember if she told me how she met Rafael, if she worked with him there… Dan-pauses and looks at Luz, who is still sleeping peacefully-. You realize if she’s the girl…
-That baby is your son… Gerard, damn it. But why do you think it could be her?
– Porque me lo dijo… me dijo que un hombre la violó y las semanas de gestación, la manera en que se comportaba conmigo cuando la conocí… todo me está gritando ahora que es ella.
-Y eso explicaría tus antojos extraños.
– Mira, quiero eso mañana… porque si es así, yo...
– Tranquilo, sabes que no estás solo. Ahora, cuídala, dale el amor y la contención que necesita, demuéstrale el gran hombre que eres, para que cuando tengamos toda esa noche clara y le digas la verdad, no te odie.
– Te juro que nunca me importó si me odiaban, soy abogado y es lógico que tenga enemigos y adversarios, pero que la mujer que amo, que me regresó a la vida me odie… no lo soportaría.
– En cuanto amanezca, moveré a Alfa para que confirme tus sospechas. Ve a descansar, al menos la tienes contigo y ya puedes cuidar de ella, como quisiste desde un inicio. Los amigos se despiden y cortan, Gerard respira profundo varias veces y luego regresa a la cama. Se quita el pantalón, la camisa y se mete de nuevo al lado de Luz.
¿Cómo podrá apartarse de ella si resulta ser aquella muchacha?
Fue su primer hombre y de la peor manera. Ahora solo quiere tener la oportunidad de borrar aquella noche de dolor, mil veces mejor que esa noche en el balcón en Orlando. Quiere besarla, ser delicado, demostrarle el respeto que tiene por su cuerpo y sus deseos.
Está dispuesto a todo con tal que ella lo perdone. Por ahora, solo debe dejar de lado esos pensamientos, existe una mínima posibilidad de que no sea ella y por ahora apostará a esa posibilidad.
Deja que ese delicioso aroma le inunde las fosas nasales y se deja ir en un sueño tranquilo, para lo que pudo ser en realidad.
En medio de la noche, Luz se gira para buscar a Gerard y siente la piel de su cuerpo… está casi desnudo, solo se ha quedado con el bóxer y el brazo que ha pasado por su abdomen siente la erección que su intimidad sintió hace unas noches.
¿Y si Gerard pudiera borrar sus pesadillas?
¿Si sus caricias y sus besos pudieran enterrar aquella noche de horror?
¿Si pudiera pretender que su hijo es de aquel hombre que ama? Sus dedos de devuelven un poco hasta llegar al centro y luego bajan hasta posarse sobre la tela que se siente a punto de romperse. Gerard está dormido, pero aún así su cuerpo reacciona al suyo y eso le provoca una sensación inexplicable. Sus labios dejan un beso en el pecho de Gerard, haciendo que se remueva un poco. Vuelve a repetir el beso, esta vez más al centro de su pecho y él abre los ojos.
– Bórrala…
-¿Lucecita? – le susurra él –
-Borra esa noche de mi piel… por favor…
Es una súplica, un lamento, pero que no deja de estar cargado de deseo.
Gerard duda un poco, pero los labios de Luz sobre los suyos, con ese sabor salado, lo llevan a girarse para quedar sobre ella y mirarla a los ojos iluminados por la luna que se mete furtiva por la cortina.
-Whatever you ask of me, my Little Light… And as the only favor that the damned destiny grants to those two souls, it allows Gerard to be the one who erases from Luz’s memory the heinous crime he committed against her for a few months. behind.