Chapter Capítulo 42
Capítulo 42
Caminó un trecho cuando escuchó el sonido de alguien pedaleando una bicicleta detrás de ella. Violeta, medio adormecida, caminaba con la cabeza gacha y no se percató de la persona que se detuvo a su lado, “Sube.”
Adrián, ¿no había ido a su trabajo de medio tiempo?
Violeta rechazó la oferta rotundamente. “No es necesario, no vamos en la misma dirección.”
Adrián, con los labios apretados y una mirada resuelta, la observó, “¿Piensas ir andando a casa ahora que no hay colectivos?”
“No te incumbe, recuerda que fuiste tú quien me ignoro primero. ¿Qué te pasa ahora que vienes a buscarme? Vete, no necesito que te metas.” Ella pasó por un lado y se fue. Al llegar a la calle, hizo señas para detener un taxi y justo cuando iba a subirse, en un segundo, Adrián le arrebató la mochila y la levantó en brazos, colocándola en la bicicleta.
Violeta preguntó sorprendida: “¿Qué haces?”
Adrián comenzó a pedalear ignorando los insultos del taxista y Violeta se quedó en el asiento trasero. Ni siquiera cuando llegaron al edificio de su casa, ninguno de los dos había dicho una palabra.
El viento la despeinaba y al detenerse, Adrián le devolvió su mochila. Violeta la tomo lentamente, “Gracias.”
“No tienes que quedarte hasta tarde en la escuela, si no entiendes algo, mandame un mensaje. Es peligroso para una chica salir sola a estas horas.”
“Adrián, no tienes que seguir evitándome, hiciste bien en mantener distancia desde el principio. En lo sucesivo cualquier duda académica se la preguntaré a la profesora. Ya es tarde, me voy a dormir.”
Adrián percibió que Violeta no estaba bromeando. El delicado aroma de la joven se mezclaba con el viento y en el momento en que la rozó al pasar, extendió su mano intentando agarrar algo, pero las mangas de su ropa se deslizaron entre sus dedos sin poder retener nada.
Bajo la luz de las farolas, el apuesto rostro del chico reflejaba una sombra de melancolia. Escuchó sus pasos subiendo las escaleras y su voz grave resonó en la oscuridad.
“No hay nada entre Valentina y yo.
Violeta, siempre he querido que ingreses a una buena universidad. Si no entiendes algo, estaré alli para ayudarte.”
Ella se detuvo lentamente al subir el segundo escalón.
“Violeta, espero verte en la Universidad Capital.”
Una brisa cálida y suave sopló, tocando las cuerdas de ambos corazones.
Era como si Violeta tuviera un nudo en su corazón, una cuerda que se habia enredado y no podia deshacer.
Incluso si en una vida pasada Valentina y él habían sido pareja, si se interponía su destino sería diferente.
Ahora, con los recuerdos de su vida pasada, vicleta era completamente adulta.
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11:40
Si realmente terminaba con Adrián, entonces Valentina tendría una oportunidad de vivir.
Recordaba que, cuando estudiaba en el extranjero, Valentina ya había fallecido dando a luz.
Fue después que Adrián se volvió exitoso, cuando empezó a tener contacto con él
Tomó una decisión con los ojos cerrados, se giró y se plantó frente al chico, mirándolo fijamente, “Adrián, solo necesitas responderme dos preguntas.
La primera, ¿mi hermano fue a buscarte? Si no quieres responder a eso, puedes irte ahora y no volveré a dirigirte la palabra.”
La mirada de Adrian, oscura y profunda, se fijó en ella. Violeta, en un instante, también supo la respuesta.
El asintió.
Violeta continuó: “Adrián, ¿todavía me quieres?*