Se Volvió Loco Tras Mi Muerte ( Violeta and Maurino )

Chapter Capítulo 35



Capítulo 35 

Violeta bajó del autobús y caminó a grandes pasos en dirección contraria a la escuela, con una mirada de enojo pintada en su rostro. Después de caminar un rato, Adrián apareció pedaleando su bicicleta hacia ella y sin pensarlo dos veces, lo agarró, decidida a no ser ignorada. 

Adrián se vlo obligado a detenerse y al ver la mano que sujetaba su uniforme escolar, frunció el ceño. “Sueltame.” 

Violeta, con firmeza, exigió una explicación. “Dime, ¿por qué no contestas mis llamadas?” 

El chico con la mirada esquiva, respondió con evasivas. “No hay razón, he estado ocupado. Deja de buscarme de ahora en adelante.” 

“Pero tú me prometiste ayudarme con los estudios. Si no estoy entre los diez primeros en el próximo examen. ¡me van a expulsar, Adrián! ¿Acaso ya no quieres volver a verme?” 

El chico se mantuvo en silencio, parecia temeroso de encontrarse con su mirada, tal vez temia ceder. Violeta se mantuvo firme, “No te soltaré hasta que me des una explicación. 

Si ya no te importo, entonces tampoco iré más a clase. De todos modos, asi están las cosas para mi y nunca nadie se ha preocupado por mi.” 

Adrián, con el ceño fruncido, finalmente cedió. “¿No te dije que aprendieras esas fórmulas? ¿Y las palabras en inglés? ¿Leiste los libros que te recomende?” 

Violeta asintió con entusiasmo. “Hice todo lo que me pediste. Me sé todas las palabras en inglés. Si no me crees, puedes comprobarlo. 

Pero Adrián, no me gusta que me ignores.” 

Con resignación, el chico prometió, “Está bien, no lo haré más. Vamos, tienes cinco minutos para entrar a clase. Al mediodia te espero en la biblioteca para ayudarte. Pero después de la escuela. quizás no tenga tanto tiempo para estudiar contigo.” 

Violeta, con el ceño ligeramente fruncido que pronto se suavizó, sonrió con alegria, recuperando la vivacidad de siempre. “Está bien, te buscaré al mediodia.” 

“Nos vemos en la biblioteca,” dijo Adrián, como asegurándose de que no habría cambios en el plan. 

Como si temiera que él se arrepintiera, Violeta se apresuró a clase, llegando justo a tiempo antes de que el timbre sonara. Cuando entró a la sala, respiró aliviada al ver que la profesora aún no habia llegado. 

Apenas se sentó en su lugar, el delegado de matemáticas se acercó con un montón de exámenes en la mano. “La profesora quiere verte en la oficina.” 

El presentimiento de Violeta no auguraba nada bueno. Al llegar a la oficina, se encontró con la mirada severa de la profesora, que la llamó con un tono que no admitia réplica. “Violeta, ven aqui.” 

Con pasos temblorosos, se acercó. “¿Me buscaba, profesora?” 

Antes de que pudiera decir algo más, sintió como un papel le golpeaba la cara, doliendo ligeramente. Era su examen, esparcido por el suelo. “¡Parece que olvidaste lo que te dije la última vez! Violeta, siempre desobedeciendo, ¿tanto te gusta andar de novia? Adrián sí, puede que venga de una familia humilde, pero ya tiene su lugar asegurado en la universidad, no necesita el examen de ingreso.” 

11:48 

“Y mira por donde vas tu, una huérfana sin nadie en quien apoyarse. Si no te esfuerzas ahora, ¿en 

quien piensas apoyarte más adelante? Tu hermano


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