SWNOVELS Chapter Capítulo 29
Capitulo 29
Anochecia y el brillo de la luna jugaba a las escondidas detrás de las nubes erráticas,
En la Villa del Sol.
Un opulento candelabro de cristal iluminaba el gran salón en todo su esplendor. Maurino no tenia la costumbre de acostarse temprano; sentado frente a la barra, lucia una camisa negra y un chaleco burdeos. Se sirvió una copa de vino tinto, cuyo liquido rojo como la sangre se mecia en el vaso transparente. En el espejo del armario del vino, se reflejaba el definido perfil del hombre,
Con un movimiento, echo la cabeza hacia atrás y se bebió el vino de un solo trago. Sin embargo, a su lado reposaba un dossier.
Era la información sobre los criminales del secuestro y el atentado de aquel ano,
Maurino había nacido con suerte. Su madre pertenecia a una familia acomodada dedicada al negocio de las joyas y todos en su familia habian sido intelectuales de renombre. Cuando la familia Mendoza se unió en matrimonio con los Paz, dos personas sin amor entre si, se vieron arrastradas a una relación, dando origen al Maurino de hoy.
El único heredero de la familia Paz.
A los trece años, Maurino acompañó a su madre a la mansión familiar en Rivella. Pero aquella noche. un estallido rompio la tranquilidad: su madre murió ante sus ojos en la explosion y el fue secuestrado, su vida pendiendo de un hilo.
Hasta que, en el camino de regreso a la capital, el vehículo que llevaba a Maurino tudo se vio involucrado en un accidente múltiple en la carretera.
Se salvó por los pelos, rescatado por una familia humilde.
Ese hombre no era otro que el padre de Violeta, un simple taxista.
Él acababa de llegar a la familia Soler y Violeta apenas tenia un año.
En aquel tiempo, Maurino no sabia cuánta gente había detrás de todo. Optó por ocultar su verdadera identidad y vivir con los Soler, recuperandose de sus heridas durante años.
Pero la buena fortuna no duró siempre. Los señores Soler murieron en un accidente, dejando a una
Violeta de solo cinco años.
Al final, tuvieron que irse a un orfanato. Maurino tenía sus razones egoístas; pensó en dejar a Violeta alli sola, pero cuando ella lloró implorándole que no la abandonara, Maurino se ablando y decidió
mantenerla a su lado.
Los años pasaron y la pequeña niña de entonces creció en un abrir y cerrar de ojos. Ya habían pasado once años.
Ella habia crecido.
Cuando todos en la familia Paz pensaban que estaba muerto, Maurino, ya con veinticinco años, regresó por fin a su familia. No solo volvia por los negocios familiares, sino también para encontrar al verdadero culpable del atentado.
En la antig.la casa de los Mendoza, la explosión había cobrado cuarenta y cinco vidas.
El dossier que Maurino tenia a mano contenia la lista de todos los implicados en el caso,
Solo tenia parte de la información. Aún quedaban ratas escondidas en las cloacas, huyendo.
Cuando el reloj antiguo colgado en la pared dio las doce campanadas, varios coches negros se acercaron en la oscuridad de la noche. Ernesto bajo del primer vehiculo y detrás de él, los guardaespaldas escoltaban a tres personas con capuchas negras, aladas y con la boca sellada con cinta adhesiva, incapaces de hablar.
Ernesto entró al salón y parándose detrás de Maurino, inclinó la cabeza en señal de respeto y dijo: “Sr. Paz, hemos traido a los tres sujetos que encontramos.”
Maurino se sirvió otra copa de vino, con una mirada fria y ligeramente embriagada, observó el líquido. rojo mecerse. “¿Han hablado?“, preguntó,
Ernesto asintió. “Confesaron. Participaron en el atentado de Rivella, pero no saben quién fue el autor Intelectual,”
Maurino hizo un gesto con la mano.
Entendiendo, Ernesto se dio la vuelta y se fuc.
No pasó mucho tiempo antes de que en el patio de la Villa del Sol se escucharan gritos. desgarradores.