Chapter Capítulo 17
Capítulo 17
Inés era conocida en el Colegio Los Olivos como la bruja sin piedad de las ciencias sociales y encima era pariente de la directora de educación. Cuando Violeta estaba en la primera fila recogiendo los exámenes, casi perfora la parte donde debía escribir su nombre.
Al entregar su examen, preguntó con cuidado a su compañera de al lado, “No se puede identificar nada en la hoja con ese garabato, ¿verdad?”
Valentina tragó saliva y dijo. “Mejor encomiendate a todos los santos.”
Durante las siguientes clases, Violeta no pudo concentrarse. Ya había sido llamada anteriormente a la oficina de orientación por sospechas de que estaba saliendo con Adrian antes de tiempo y habia recibido una buena reprimenda.
El tiempo voló y en la clase de ética, fue llamada a la oficina para recibir otra seria reprimenda.
Por suerte, era hora de clases y no había muchos maestros en la oficina.
El sonido estruendoso de los papeles golpeando el escritorio resonó en la habitación.
Con la cabeza gacha, Violeta miraba sus zapatos y encogia los hombros sin atreverse a hablar. “Violeta, ¿viniste aqui a estudiar o a enamorarte? ¿Sabes que si tus notas siguen bajando vas a ser la última de la clase?
¡Eres tan joven! ¿Pero solo piensas en el amor? ¿No te da vergüenza?”
Inés ajustó sus lentes y dijo enojada, “Mira, mira el nombre aqui. ¿Creiste que con oscurecerlo no lo reconoceria?”
Violeta mordió su labio, sin atreverse a responder.
*Trae a tus padres mañana.”
Al escuchar sobre llamar a sus padres, Violeta bajó aún más la cabeza. “Maestra, mi hermano ya se fue de casa hace tiempo y no ha contactado conmigo. La última vez que lo hizo fue hace tres meses. y está por comprometerse, no quiero molestarlo.
Profesora Inés, ¡realmente lo siento!” Violeta se disculpó con vehemencia. “He causado problemas en nuestra clase, pero por favor, deme otra oportunidad. Prometo que esto no volvera a suceder y me esforzaré en mis estudios de ahora en adelante.”
Inés suavizó su expresión enojada ante la joven frente a ella, mostrando una pizca de simpatia. Solo ella conocia la situación de Violeta: habia perdido a sus padres en un accidente de tráfico cuando era pequeña y creció en un orfanato, dependiendo de un hermano sin lazos de sangre que probablemente la habia abandonado y dejado de lado.
Como maestra, no tenia un corazón de piedra.
Asi que dijo. “No me vengas con esas excusas. La última vez también me prometiste lo mismo y ¡mira dónde estamos ahora!
¿Qué se supone que haga contigo?
Solo tienes quince o dieciséis años. Si te expulsan de la escuela, ¿qué harás en la sociedad?”
Desesperada, Violeta respondió, “Maestra, puedo escribir una carta de promesa y lo demostraré con
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mis estudios. Me comprometo a estar entre los diez primeros en el próximo examen.
Al ver a la niña con lágrimas en los ojos, Inés le pasó un pañuelo y dijo. “Sécate las lágrimas y luego escribe esa carta de compromiso. Si no cumples, reportaré esto a la dirección y recibirás un castigo. Ya tienes una nota de observación y si cometes otra falta, la escuela definitivamente te expulsará. ¿Entiendes?”
Violeta asintió con lágrimas en los ojos, “Gracias, maestra. Entiendo.”
Para Violeta. era mejor ganarse la simpatia con lágrimas que traer a Maurino y causar un alboroto en la escuela. Lo que más temia era que sus acciones pudieran perjudicar a Adrián.