Rómpeme Cúrame y Olvídame novela completa

Capítulo 224 

Al día siguiente, bien temprano, Melody llevó a Eric a la escuela. Al llegar a la entrada, Eric le hizo señas con la mano: -¡Mami, puedes irte! ¡Me las puedo arreglar solo!– 

Melody se quedó parada un buen rato frente a la gran puerta de la escuela, de donde Eric había desaparecido, y de repente se sintió melancólica. Suspiró, Eric estaba creciendo y ella envejeciendo poco a poco. Recordó sus veinticinco años de vida y se preguntó cómo había llegado hasta allí. 

Por otro lado, alguien observaba cómo Eric entraba a la escuela y empezó a llamar a Briar. 

Señor Briar, Eric ya entró. La Srta. Melody lo llevó a una escuela de prestigio, no creo que lo molesten allí- 

Briar frunció el ceño, -Síguelo, y cualquier problema, me llamas de inmediato- 

-Sí, Sr. Briar- Le dijo antes de colgar y luego le envió a Briar algunas fotos que había 

tomado a escondidas. 

Cuando Briar abrió el correo, se quedó petrificado al ver las fotos. 

Como si estuviera hechizado, no podía dejar de mirar las imágenes de Melody y Eric, que parecían vivir felices sin él, sin preocupaciones. 

Un dolor sutil cruzó su corazón. Briar pensó que tal vez solo alejándose de él, Melody podría ser verdaderamente feliz. 

Sentía celos al ver a Eric sonreír tan alegremente en las fotos, como si le hubieran dado un puñetazo sin posibilidad de devolver el golpe. 

Eric nunca mostraba esa felicidad cuando estaba con él, de hecho, lo odiaba hasta los huesos. Incluso se atrevió a amenazarlo con su propia vida. Qué triste era, pensó Briar, no ser capaz de retener ni siquiera a su propio hijo. 

Briar se quedó en silencio, observando las fotos por un largo rato antes de cerrar la sesión, y luego se quedó mirando la pantalla de la computadora, perdido en sus pensamientos. 

En ese momento, Diego entró, -Señor Briar, ya investigamos a los hombres que han estado cerca de Melody últimamente- 

La voz de Diego tenía un toho voz de desaprobación. Siempre había creído que Melody no era ese tipo de mujer. Ella había amado a Briar sin reservas, y ahora, para ellos, se había convertido en alguien despreciable. 

Qué injusto, pensó indignado por ella. 

Briar percibió la emoción en las palabras de Diego pero no le dijo nada, simplemente 

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tomó el informe que le extendia. 

-¿Quién ha estado cercano a ella últimamente?– 

-Un diseñador llamado Trey- 

Diego continuó a regañadientes, -Es un compañero de trabajo de ella, y parece que recientemente se ha convertido en el compañero de piso de la Srta. Melody. El apartamento originalmente era de Leonora, pero tras su muerte, paso a nombre de Melody- 

La mención de la muerte de Leonora hizo que Briar se estremeciera. Había escuchado que Dario hat 

biado mucho últimamente, que en la empresa se comentaba su temperamento impredecible y su facilidad para enojarse, algo inusual en él que siempre había sido más bien distante. 

Solo después Briar se enteró de la muerte de Leonora. 

Esa mujer que Darío apenas había mirado en vida, y que tras su fallecimiento, lo habia transformado por completo. 

Briar se preguntaba si Darío sentiría algún remordimiento y también pensó qué pasaría si algún día Melody desapareciera de su vida como Leonora, si se volvería aún más loco y desesperado.