Chapter novela completa Capítulo 200
Capítulo 200
Melody no tenía ni idea de que Eric, con su corta edad, había pasado por una situación tan terrible. Mientras ella dormia el fin de semana, alguien tocó insistentemente la puerta de su casa.
Vestida en pijama, Melody fue a abrir y se encontró con unos ojos azul verdosos. Mateo estaba allí, su cabello rubio brillante y su rostro atractivo lucia una sonrisa rebelde. En su brazo llevaba un niño, y le dijo, Aquí tienes, vine a devolverte a tu hijo-
–
Eric saltó de sus brazos y se lanzó al abrazo de Melody, -¡Mamá! ¡Te extrañé tanto!-
Solo frente a Melody él seguia siendo ese joven inocente.
El corazón de Melody dio un vuelco y sin pensar preguntó, -¿Y eso que volviste?-
-¡Ahora puedo vivir contigo para siempre!-
Eric sonrió y tomó el dedo de Melody, -¡Nunca más nos separaremos por culpa del Sr. Briar!-
Realmente odiaba profundamente a Briar.
Melody, como si no pudiera creerlo, le tocó la cara a Eric, -¿Es verdad? Dios mío… has vuelto a m lado…
Dios mío, finalmente nos permites reunirnos…
Mateo todavía estaba en la puerta, observando la emotiva reunión de los dos, cuando avanzó hacia e interior diciendo, -Oye, te traigo a tu hijo y ¿no tienes nada que decirme?-
Melody rápidamente lo miró y luego, fingiendo sorpresa, miró detrás de él, -¿Sofia? ¿Cómo fue que viniste?-
¿Qué? ¿Su traviesa hermanita lo había seguido?
A Mateo se puso la piel de gallina y cuando se giró para mirar, Melody aprovechó para cerrar la puerta
en su cara.
Con un fuerte golpe, Mateo se dio cuenta de que no había nadie detrás de él, claramente había sido engañado. Giró y miró la puerta, quedándose atónito.
-Está bien, jeres dura!- le dijo mordiendo el labio y mientras se alejaba murmuraba, Maldita sea, desagradecida, después de todo cuidé a tu hijo por medio mes. Solo porque al principio me aproveché un poco de ti, malditas sean las mujeres y sus corazones insondables-
Melody, abrazando a Eric, vio desde la ventana cómo Mateo se iba en el ascensor, y respiró aliviada. Sentándose en el sofá con su hijo, lo miró con amor y le preguntó, -¿Cómo volviste?-
Eric, mirando a su madre a los ojos, respiró profundamente antes de empezar a contar toda la historia. Al final, Melody ya tenía los ojos llenos de lágrimas. Temblando, puso sus manos sobre los hombros de Eric, Eric… tú…-
No podía hablar entre sollozos.
Su hijo habia estado luchando con tanto esfuerzo para volver a su lado, y ella había pensado en abandonarlo.
Melody abrazó a Eric con fuerza, -Ya no pasa nada, ya no habrá nadie que nos separe. Si Briar se atreve a venir otra vez, tu madre luchará contra él con todas sus fuerzas para no dejarte ir-
Eric sonrió, consolando a su madre, -Mamá, siempre estaré contigo-
1/2
Este niño era un regalo del cielo, la redención de todos sus días oscuros.
Melody acarició la cara de Eric y cambió el tema en broma, -Entonces parece que el Sr. Mateo te trató bien en el hospital, nuestro Eric está más fuerte-
—¿Quieres decir que engorde?- Eric parecía horrorizado, ¡No, no quiero engordar, a partir de mañana mamá me acompañará a correr por las mañanas!-
-Vanidoso, ganar un poco de peso extra no le hace mal a los niños. ¿Qué te parece si mañana tu tía Leonora y yo te llevamos a comprarte ropa nueva?-
Eric aceptó de inmediato, y luego Melody, tomándolo de la mano, pasó por la habitación de Leonora, quien evidentemente se había acostado tarde y todavia estaba medio dormida. Frotándose los ojos, al abrirlos y ver una versión más joven de Briar frente a ella, se sobresaltó, pero luego se recuperó y le dijo, -¡Ericito! ¿Cómo es que has vuelto?-
Eric apretó la mano de Melody, -Si, he vuelto para vivir con mamá-
Leonora estaba encantada con Eric, se agachó para pellizcarle las mejillas hinchaditas y le dijo, -¡Ay, pero qué cosa más linda eres! Eres un amor, ¿sabes? Anda, vámonos a cenar afuera esta noche, yo invito!-
-¡Vale!- Eric le respondió con alegría, y luego añadió,-Gracias, Leonora-
Leonora se llevó la mano al pecho y repitió varias veces lo encantador y adorable que era el pequeño, con una expresión como si le hubieran dado en el blanco, -No puedo con esto, Melody, ¿cómo pudiste. traer al mundo a alguien tan tierno? ¡Voy a competir contigo por el amor de este niño!-