Chapter novela completa Capítulo 189
Capítulo 189
-No tengo tiempo para jugar estos jueguitos aburridos contigo- Melody se levantó de un salto, -Si lo que buscas es a alguien con quien pasar el rato, te aconsejo mejor que té busques a una mujer más joven, que te acompañe a comer, a beber y hasta a la cama, de paso puedes dar rienda suelta a tus deseos de perro en celo-
La sonrisa de Mateo se congeló en su rostro, y al instante torció la expresión, agarrando a Melody por los hombros, -¿Me estás llamando perro?-
-¿Acaso hay alguna diferencia entre tú y Briar?- Melody soltó una carcajada, -Ninguna-
El rostro refinado de Mateo se torno pálido de furia. El hombre avanzó y agarró su barbilla mientras Melody se debatia, -Estamos en la oficina, ¡suéltame-
-Si ya me llamaste perro, ¿cómo voy a dejar pasar la oportunidad de actuar como tal? Sería una falta de respeto a ese apodo tan lindo que me has dado, Señorita Melody-
Esas palabras tocaron su fibra más sensible. Melody contuvo la humillación y le respondió, -No es necesario que sigas apareciendo frente a mi una y otra vez, no tengo el más mínimo interés en tipos como ustedes-
Ella se soltó de su mano, ya no lo miraba con esa frialdad que antes ponía los pelos de punta. Mateo sintió que Melody había cambiado, de alguna manera se había vuelto más intrépida.
Mateo se rio con desdén, -Melody, de verdad te crees alguien importante ahora, ¿eh? Sin mi, tú…-
En ese instante, una voz fría interrumpíó, -¿Qué están haciendo?-
Trey pasaba por ahí con una taza de café recién hecho y no esperaba encontrarse con tal escena.
Observó a Melody, estaba siendo forzada por otro hombre, y una sonrisa irónica se dibujo en su boca. La había subestimado, ayer fue Briar Yelamos, y hoy era Mateo Suárez, definitivamente las apariencias engañan.
-Parece que el estudio tiene a tipos guapos, ¿eh?- Mateo examinó a Trey de arriba, abajo y luego se dirigió a Melody, -¿Este es tu nuevo juguetito?-
Melody tenia los ojos rojos de furia, -Deja de insultar, jes mi compañero de trabajo!-
-Oh- Mateo se giró hacia Trey y le dijo, -¿Y tú qué? ¿Qué tienes que ver con lo que pasa entre Melody y yo?-
Esa actitud de Mateo hizo sentir a Melody humillada. Se zafó de su agarre y esparció los documentos por toda su cara, -Fuiste tú quien me engañó, me hirio y ahora sigues persiguiéndome. ¿Acaso te divierte? Porque a mí me pareces un aburrido-
Después de decir eso, se marchó sin recoger los papeles, sin siquiera prestar atención a Trey a su lado. Aunque estaba sorprendida por su inesperado despertar, lo que más le dolia era la insistencia de Mateo, ¿cuándo se cansarian de jugar a este juego del gato y el ratón?
Mateo no podía creer lo valiente que se había vuelto Melody. Desde aquel incidente en el que estuvo al borde de la muerte, se había transformado en alguien fría y temerario.
¿Era esto su tan ansiado nuevo comienzo?
Era como si la hubieran despojado de todas sus debilidades, por lo que ya no temía más a nada, ya no le importaba lo que ellos hicieran.
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Capitulo 189
Se quedó mirando cómo Melody se alejaba por largo rato, hasta que soltó una risa baja.
…Lo que Melody no esperaba era que Mateo realmente accediera a invertir en ellos, aumentando significativamente el capital. Al día siguiente, cuando firmaron el contrato, todos la alababan por ser tan capaz, por haber conseguido un patrocinador tan importante.
Solo Melody no podía creerlo. ¿Cómo era posible que Mateo de repente les ofreciera tanto apoyo? ¿Por qué había accedido?
Pero la realidad no le dejó tiempo para dudar, el dinero ya estaba en camino. Bruce estaba asombrado, -Caray, con esta plata podríamos hacer un videojuego a lo grande-
Solo Trey, al enterarse, la miró con una burla sutil en sus ojos, con una mirada enigmática que, sin embargo, laceró el corazón de Melody con su sarcasmo.
Apretó los dedos y se quedó en silencio, sin explicar con palabras lo que sentía.
Lo que empezó como una simple travesura de Mateo, sin malas intenciones, terminó siendo una cruel revelación. Ella pensaba que estaba comenzando una nueva vida, pero todo era una ilusión, una calma engañosa. Justo cuando creía que podía empezar de huevo, la despiadada sombra de la muerte la seguía de cerca.
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