Chapter Capítulo 65
Capítulo 65: El Partido Comenzado
Lo que no me esperaba en absoluto, fue que en el momento en que entré en el despacho de FuenteRico, mi destino cambió para siempre.
El sr. Rodríguez me dio una gran sorpresa. Firmó el único contrato de agencia conmigo. Además, me ayudó a registrar una empresa de construcción en Ciudad Jim con un capital social de 14 millones de dólares.
lo
Estaba demasiado emocionada y no sabía cómo agradecérselo. Me cogió de la mano y me dijo: -Esta cooperación es beneficiosa para los dos. Me has ayudado mucho, así que si hay algo en honor mí! ¡Te que pueda ayudarte, haré lo mismo que tú haces conmigo. ¡Sería un gran invito a que vuelvas a Ciudad jim cuando todos hayamos superado los tiempos dificiles. No dudes de llamarme si necesitas ayuda con cualquier cosa.
para
Me facilitó la documentación completa de ventanas de aluminio, así como información
relacionada con el contrato.
No me quedé allí mucho tiempo, ya que aún me quedaban muchas misiones por terminar.
En cuanto salí del edificio de oficinas, grité en mi interior: -María, el partido ha comenzado
de verdad.
Sabía que Patricio desempeñaba un papel muy importante en esta cooperación, pero no le pregunté sobre lo que habían hablado antes.
El día que volví a mis padres, Patricio me despidió en la estación de tren. Al verle allí de pie, me di cuenta de que le había cogido cariño.
Después de llegar a casa, ordené cuidadosamente los documentos de la licitación y preparé los materiales de calificación de la empresa. Se los envié a Patricio por mensajería para no tener que llevarlos conmigo cuando volviera a Ciudad Fluvial.
Dos días después, volví sola a Ciudad Jim en avión.
El día que llegué a Ciudad Fluvial, Hernán y Sofía vinieron a recibirme. No me enojé al verlos, sino que tuve mucha confianza en mí mismo. ¡Sustituí mi burla hacia ellos por una sonrisa!
-¡Mi corazón! -Hernán me dio un fuerte abrazo con naturalidad y me dijo–¡Pienso mucho
en ti!
¿Me echó de menos? No era posible ya que sólo me llamó una vez. ¡Apuesto a que se lo pasó muy bien en todos esos días!
Podría ser una muy buena actriz en su mentira, por supuesto. Salté a sus brazos y le miré con cariño, fingiendo estar muy contenta de verle. Y le dije: -¡Yo también!
Sentí que mi cara se ponía roja después de decir eso. Me sentí muy incómoda. Y miré a Sofía y
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Estuve con Hemán esos dias, me dijo que habias vuelto, asi que decidi recibirte. estaba tratando de insinuarme algo
ella
Le responde con sonrisa Sabia que estabais juntos esos dias! ¡Gracias por cuidar de él!
EVIA
Hernán se soltó de repente y, para disimular la anormalidad de su movimiento, me preguntó: -¿Has adelgazado?
—S, tenia fiebre. Pero está bien, iperder un poco de peso me ayuda a tener mejor aspecto! –le respondi, actuando con despreocupación—¡Vamos a casa!
Cuando llegamos a casa, noté que la casa estaba limpiada obviamente, incluso podia oler el ambientador. Me descuidé y dije: —La casa sigue tan limpia sin que yo limpie. ¡Qué bien!
Hernán notó que mis palabras eran con ironia y me explicó rápidamente: —¡He limpiado la casa para ti!
Entre en el dormitorio y abri las ventanas, dije: —¡El olor no es muy bueno aquí!
Hernán empezó a complacerme: -¿Quieres comer algo? ¡Déjame cocinar para ti!
—¡Hermano, vamos a comer fueral Cocinar es un trabajo agotador. –Sofia miraba cómo Hernán intentaba complacerme.
-No, no, echo mucho de menos su plato, quizá ya te hayas cansado de ella. Así que deja que cocine para mí, ¡y puedes comer fueral ¡Sería mejor sin ti! —se lo dije sin rodeos.
Sofia estaba enfadada, mirando a Hernán, su cara se puso muy roja. Al ver eso, le eché los brazos al cuello y le pregunté: —¿Qué dices, cariño?
Hernán la miró y me puso los brazos en la muñeca, diciendo: -Si, Sofia, ¡debes irte ya!
Me reí tan feliz y le besé la mejilla, diciéndole: — Cariño, quiero carne y pescado, ve a cocinar para mí, ¡me muero de hambre ya!
Sofía se levantó de golpe, dio un portazo y se marchó. Al ver esto, le pregunté a Hernán con cara de serie: —¿Qué pasó? ¿Está enojada conmigo?
Hernán me abrazó fuerte y me besó, me dijo: —¡Déjala!
-Creo que está enfadada por nuestros comportamientos íntimos. ¿Está enamorada de ti? ¡ Increíble!