Recuperando a mi multimillonaria esposa

Capítulo 63: Arriesgarme 

Eran el sr. Rodríguez y el señor que me llevó al hospital. 

Nos estabamos mirando, el sr. Rodríguez y yo. Después de 4 años sin verle, sus cabellos encanecieron por completo y había perdido mucho peso. 

Me estuvo mirando durante un buen rato, y luego me señaló diciendo: ¡Es usted de verdad, sra. Lara! 

-Sr. Rodríguez, sí, soy María Lara, ¡cuanto tiempo! -ahora me daba vergüenza de mi 

situación. 

-¡Túmbese, por favor!– El sr. Rodríguez se me acercó rápidamente y Patricio se levantó al mismo tiempo para dejarle paso. 

-Perdóname, por favor, sra. Lala, ¡fue mi culpa tenerte esperando! Lo siento mucho. -sr. Rodríguez se sentó cordialmente en la silla a mi lado. 

Patricio insinuó al otro señor y salieron juntos de la habitación. Así que ahora sólo quedábamos el Sr. Rodríguez y yo. 

Yo estaba un poco emocionada y dije: -No hay necesidad de disculparse, sr. Rodríguez. Mientras pueda verle, ¡la espera merece la pena! Es culpa mía aparecer de repente. ¡Me preocupaba tanto no poder contactar con usted ya que no guardé sus números de celular! 

-Las cosas están muy complicadas en la fábrica… ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? había terminado su primera frase, había algo que le costaba sacar a relucir. 

No pregunté más y le dije directamente mi propósito. Con el fin de mejorar la tasa de éxito, mencioné Empresa Boreal. 

– 

El sr. Rodríguez no me interrumpió. Me hizo un montón de preguntas más tarde, esas preguntas incluyeron por qué todavía quería cambiar de producto después de firmar contrato con WestCordillera. 

No le dije nada bonita, le dije toda la verdad, mi situación y la verdad que todavía estoy intentando registrar una empresa. Sólo podía rogarle que me diera una oportunidad, que haría todo lo posible por conseguir el proyecto de Empresa Boreal. 

Me preguntó qué tipo de empresa quería registrar. 

Evité su mirada. En realidad, ahora me había dado cuenta de que me había extralimitado. ¿ Cómo podía prometer que conseguiría el proyecto cuando ni siquiera tenía una empresa? 

-De hecho, tengo muchas ganas de registrar una empresa, para poder participar en el proyecto. Pero ahora yo… -me daba vergüenza decir eso–Pero primero quiero hablar con usted para obtener más información. ¡Intentaré registrar una empresa lo antes posible! 

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+15 BONUS 

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–Sra. Lara, ¿puedo conocer al personal de Empresa Boreal primero? – me miró con cara de preocupación–sabe que soy un hombre de negocios después de todo, no puedo hacer 

negocios sin considerar el beneficio. Confío en su honestidad, pero esto no es suficiente para los negocios. 

Le daba un poco vergüenza. De hecho, no me resulta fácil, aunque Patricio podría ayudarme, pero sólo era un ayudante. Admás, no sé cómo pedirle que me ayude… Pensé que mi plan estaba fuera de mi capacidad. 

Me pellizqué mi muslo bajo el edredón para recordarme que era mi única oportunidad de conseguir el proyecto. 

-El hombre que acaba de salir era de Boreal, ¡me acaba de decir que me ayudará con el proyecto! decidí arriesgarme–¿Podría dejarle entrar ahora? 

-¡Calro! -el sr. Rodríguez se levantó para llamar a Patricio. O 

Me puse muy nerviosa cuando vi a Patricio de pie delante de mí. Pero estaba muy tranquilo esperando mi indicación. 

—Sr. Alvarez, déjeme presentarle al sr. Rodríguez, el jefe de FuenteRíco, sus ventanas de aluminio son las mejores en toda la industria. Como Empresa Boreal valora mucho este producto, es una gran oportunidad para ustedes. ¡Y esta es la razón por la que vine a Ciudad Jim, para que podamos hablar sobre el negocio! 

Miré al sr. Rodríguez y le dije: –Señor, él es Patricio de Empresa Boreal. 

No introduje su posición a propósito. 

Se dieron la mano, y Patricio me miró diciendo: -¿Puedo hablar con el sr. Rodríguez a solas? 

Estaba enfadada por dentro. ¿Por qué necesitaba hablar a solas con el sr. Rodríguez? Pero no tenía motivos para rechazarle en esta condición. 

Y justo en este momento el sr. Rodríguez dijo: -¡Tengo esta idea misma! 

Asentí y vi cómo los dos hombres salían rápidamente de mi habitación y desaparecían de mi 

vista. 

¡Sólo podía arriesgarme ahora! ¡Dios lo decidiría! 

Ambos querían mantener una conversación, Empresa Boreal tenía en alta estima a FuenteRíco, y FuenteRico quería conseguir el proyecto de Boreal, ¡qué combinación tan perfecta! Y ya no me necesitaban más. Parecía que había perdido mi oportunidad. 

Pensé que era idiota de verdad.