Chapter Capítulo 48
Capítulo 48: Encontré El Momento Adecuado Para Hacerlo Firmar
No me movi, pero me sentí un poco confundida por su comportamiento.
Después de un rato, se levantó y me dijo: -Recuéstate, ite prepararé algo para comer!– Sin embargo, no me permitió ver su rostro.
No tenia ningún interés en adivinar sus pensamientos. Incluso si a veces mostraba emociones así, no podía cambiar la imagen desagradable que tenía de él en mi mente.
Sabia que a maiori
de protegerme era tomar medidas lo antes posible.
Durante la comida, todo volvió a la normalidad. Él me sonrió y dijo: -¡Mi amor, a comer! i Primero bebe la leche!
Me cuidó atentamente durante el desayuno, como si todo volviera a ser como antes. Su comportamiento me dejó un poco desconcertada.
¿Por qué no descansas hoy? Últimamente te has adelgazado mucho–susurró cariñosamente.
De repente, volvi en mi y me vinieron imágenes de él con Sofía enredados en mi mente. Me senti mareada y rápidamente me golpeé el pecho para calmar las náuseas, diciendo: No sé qué me pasa últimamente, siempre me siento un poco enferma. Tal vez estoy preocupada por mis padres.
-Lo entiendo. No te preocupes demasiado, tus padres estarán bien. Llamas a tu madre todos. los días, ¿verdad? Cuando pase la pandemia, podemos ir a visitarlos juntos- Hernán cuidó de mi meticulosamente y me sirvió un huevo frito-. Come solo la clara, ¿de acuerdo?
Desde que desarrollé cálculos biliares, rara vez comía la yema del huevo, ya que podía desencadenar dolor en la vesícula biliar.
-Hoy, enviemos un poco de dinero a mis padres. Temo que puedan estar pasando apuros- aproveché la oportunidad para sugerir.
Hernán dejó sus cubiertos en el plato, luego sonrió y dijo: ¡Claro, lo haré!
En la oficina, llamé a mi madre y le expliqué de antemano que si Hernán intentaba enviarles dinero, no debían rechazarlo.
Como era de esperar, mi madre respondió de inmediato: -No es necesario, María. Tu padre y yo no estamos pasando apuros. Tenemos suficiente dinero, y hay muchos gastos en la empresa. No necesitas enviarnos dinero.
-Mamá, si tienen dinero, es suyo, pero no siempre mires las cosas desde tu perspectiva. ¿No sería mejor que guardaran ese dinero? Nosotros enviándoles dinero es lo correcto, así que no sigas rechazándolo insisti
+15 BONUS
Desearía que mis padres fueran como la familia Cintas, que adoraba el dinero y no rechazabal ninguna oferta.
Después de que la empresa empezara a ganar dinero, ellos fueron los que más se beneficiaron Compraron una casa grande y mejoraron su calidad de vida, sin importarles la situación de la familia Lara.
Mi madre, preocupada por mi actitud, me preguntó: -Maria, ¿acaso…
-No te hagas ideas equivocadas. Estoy bien aqui. ¿No es normal que una hija ayude a sus padres con su dinero? La empresa está funcionando muy bien en este momento, así el dinero con tranquilidad–le aseguré nuevamente.
Finalmente, mi madre aceptó de mala gana.
Pero hasta la hora de salida, Hernán no transfirió el dinero a mis padres, y yo sabía perfectamente que me estaba engañando.
que toma
Esa noche, durante la cena, le pregunté directamente a Hernán. Su respuesta fuer muy ocupado y que se le había olvidado lo del envío de dinero.
que
estaba
Al día siguiente, por la mañana, en la oficina, le recordé nuevamente. Asintió repetidamente, diciendo que lo haría en un momento.
A la hora del almuerzo, mi mamá me llamó para decirme que Hernán le había enviado cincuenta mil dólares. La verdad es que no supe que decir.
Colgué el teléfono de mi mamá y fui a su oficina. La secretaria me dijo que estaba atendiendo a un cliente.
Al escuchar que había un cliente, me dirigí al departamento de finanzas, llené una solicitud de gasto de quinientos mil y luego entré directamente a la oficina de Hernán, sin importar que estuviera hablando con alguien. Le expliqué directamente la razón del gasto y le pedí que
firmara.
Cuando vio la cantidad que solicitaba, vaciló por un momento. Rápidamente sonreí y le dije: – Los cincuenta mil que me diste para mis padres en caso de emergencia no son suficientes. Después de todo, mi papá tuvo un derrame cerebral.
No se esperaba que yo, delante de su cliente, mencionara el hecho de que solo me había enviado cincuenta mil. Se puso un poco incómodo de inmediato, y rápidamente me dijo sonriendo: -Tienes razón, debemos asegurarnos de que mamá y papá puedan recibir tratamiento tranquilamente- Después de decir eso, firmó la solicitud y luego me miró, pretendiendo preocuparse; -Pregúntale a mamá si hay algo más que podamos hacer.
Asentí con la cabeza, sin decirle mucho más, y llegué directamente al departamento de finanzas para transferir quinientos mil a mis padres.
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+15 BONUS
Después de asegurarme de que mi mamá recibiera el dinero, finalmente pude regresar a la
oficina con tranquilidad.
¿Querias preservar tu dignidad? Te di la oportunidad.
Miré el reloj, tomé el teléfono y con dudas, marqué el número de Patricio.