Chapter Capítulo 444
Capitulo444
DONUS
Aparecieron dos barras.
Isabel cerrd los ojos por un momento. Antes de hacer la prueba, ya habia
pensado que si aparecian dos barras, junto con sus sintomas en esos dias,
estaria 99% segura de que estaba embarazada; si solo aparecia una barra,
entonces harfa otra prueba mariana por la mariana.
Pero ahora, al verlo, estaba confirmado. Estaba realmente embarazada.
Ella arrojé la prueba de embarazo al cubo de basura, se lavé las manos en el
lavabo, y frente al espejo vio como su entrecejo se fruncia lentamente.
Enrique siempre habia querido tener hijos, por lo que nunca usaban
anticonceptivos, pero ella siempre tomaba pildoras después del acto... ;Cémo
era que, sin importar si usaba preservativos o pildoras anticonceptivas, ninguno
de ellos era infalible y ella terminaba embarazada?
Isabel levanté la cabeza para mirarse en el espejo, se enfrenté a si misma, y
después de un rato, acerco su rostro al espejo, observandose detenidamente.
Ella también podria considerarse del tipo favorecido por la suerte divina. Aunque
ya tenia treinta arios, no se notaba ningtin signo de envejecimiento, incluso sin
recurrir a procedimientos de medicina estética o cuidados especiales. Ni siquiera
tenia arrugas en las esquinas de los ojos, que eran simbolos de la edad. Eso
probablemente se debia a su actitud reservada, ya que rara vez mostraba
expresiones faciales y no se rié mucho.
A esa edad, tener hijos era bastante normal para ella, y no era que no estuviera
dispuesta a aceptar la idea de tener hijos. Simplemente queria que Enrique
cumpliera con ese acuerdo que firmaron.
Pero volviendo al tema, firmar o no un acuerdo no tenia relacion légica con tener
0 no hijos. En resumen, ella simplemente queria utilizar la cuestion de tener
hijos. como una forma de presionar a Enrique para que firmara.
Isabel tomé una hoja de papel, se limpi6 las manos mientras salia del bario, y
comenzd a reflexionar seriamente sobre si deberia quedarse con ese hijo.
Aunque estaba reflexionando, durante el tiempo que tardé en caminar desde la
oficina hasta el ascensor, y luego bajar al primer piso, en menos de tres minutos,
Isabel ya habia planeado en su mente.
Dado que sus sintomas de embarazo eran bastante severos, lo primero que
debia hacer era encontrar una experimentada cuidadora para que la cuide.
Ademas,
como el embarazo fue repentino, todos los casos en los que estaba involucrada
ya estaban programados hasta abril. Su primera tarea mariana en el trabajo sera
informar a su asistente que no podia aceptar mas casos. Finalmente, cuando
estuviera en el octavo mes de embarazo, tomaria unas vacaciones.
Después del parto, tendria que pasar por el periodo de cuarentena y descansar
durante dos meses. En total, podria estar sin trabajar durante medio aro, asf
que tendria que hablar con los socios de su bufete de abogados...
-Isabel -alguien la llamé en la entrada del bufete.
Isabel levanté la cabeza y vio a Francisco junto a la puerta de cristal. Francisco
vestia completamente de blanco, le sonreia ligeramente como un arroyo claro en
el fin del invierno y principios de la primavera, donde las aguas transparentes
fluyen suavemente sobre la hierba recién brotada, todo renaciendo. De repente,
recordé los momentos en que empezaron a salir juntos. Su corazén dio un
vuelco.
Quizas fue porque Francisco vino especificamente a buscarla, o tal vez fue
debido al pequefio recuerdo que surgi6 de repente, pero cuando Francisco la
invité a cenar, Isabel no lo rechazé y decidié acompanarlo.
Francisco la llevé a un pequefio pero con estilo taberna japonesa.
La iluminacién en la taberna era tenue, con escalones dispersos y unas veinte
mesas dispuestas de manera irregular. Detrés de un biombo, un musico con
kimono tocaba el shamisen suavemente, mientras dos geishas bailaban con
abanicos.
Francisco bajé la voz y dijo: -El duefio es mi amigo, la mayoria de los
ingredientes se envian en avion todos los dias. Creo que el sabor es bueno,
deberias probarlo. Si te gusta, la préxima vez que quieras venir tl sola o con
amigos, solo menciona mi nombre y no necesitaras reservar.
Isabel no dijo nada.
Estaban sentados frente a la barra, justo en frente de la estacion de trabajo del
chef, quien les entregaba directamente la comida una vez preparada. Debido a
su proximidad al fogén de carbon, Isabel podia percibir una variedad de
especias y ingredientes. Mientras la mayoria de la gente podria encontrarlo
delicioso, a ella le resultaba un poco pesado. Justo cuando pensaba en pedirle
un vaso de agua, Francisco colocé una pequefia copa gris frente a ella.
-Cuando vienes a un taberna, ;cémo puedes no probar el sake japonés? -dijo
Francisco con una sonrisa.
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Isabel dio un sorbo. El sake no tenia
un alto contenido alcohdlico y tenia
un ligero sabor a limon, acido y
refrescante, lo cual se ajustaba a su
gusto actual. Tomo solo unas
cuantas copas y le preguntd
casualmente: -; Tienes algo que
decirme? El chef les entregd a cada
uno una brocheta de pollo con
cebollin, Francisco extendio la mano
primero, envolvio la brocheta con una
servilleta y luego se la entrego a
Isabel, advirtiéndole: -Ten cuidado,
esta caliente. The content is on
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-Gracias—-respondio Isabel de manera tranquila.
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Luego, Francisco dijo: De hecho, he
estado en Sherén desde hace unos
dias. Todos los dias me he sentado
en la cafeteria frente a tu bufete, la
duefia ya me conoce. Me pregunta si
estoy esperando a la abogada
Martinez, si estoy tratando de
conquistar a la abogada Martinez.
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Isabel lo mir y él sonrié: -Se nota que tienes cierta fama.
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La abogada Martinez no tenia células
«romanticas» como esas, su mirada
era aguda: ;Para qué me estas
vigilando? The content is on
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Capitulo445