Rechazada

Capítulo 561 

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Punto de vista de Catherine 

Después de colgar el teléfono, todavía me sentía un poco inquieta. No estaba siendo cruel. Simplemente, la verdad era demasiado dura. 

No quería que Emerson y Patricia se enteraran de esto. Si lo hacían, no me permitirían quedarme en la villa junto al lago. 

Tenía que mantener mi postura, por Noah, Hedwig y mi futuro incierto. 

Cayó la noche. 

Después del trabajo, regresé a casa un poco agotada. Vi a Noah y Hedwig haciendo sus tareas mientras entraba por la puerta. 

Estaban haciendo manualidades. Noah ya había terminado sus deberes y estaba 

yudando a Hedwig. 

-¡Mamá, has vuelto! ¿Estás cansada hoy?– dijo Hedwig con una sonrisa. 

Le acaricié la cabeza. -No estoy cansada. No después de verlos a ustedes. 

-Mamá, ¡queremos cenar contigo esta noche!– dijo Noah con una sonrie 

Me conmovió. 

Noah y Hedwig eran muy considerados. Incluso si no lo pedía, ambos estaban de mi lado. 

-¿Por qué no van a cenar con papá y los demás esta noche? Cenaremos juntos mañana. Creo que será mejor para todos-. Me conmovió, pero sabía que Emerson y Patricia también estaban acostumbrados a tener a Noah y Hedwig cerca Estaba segura de que también querían cenar con los niños. 

-Pero si no nos quedamos, tú comerás sola. Comer sola es muy aburrido-, dijo Hedwig. 

-¡No me aburro!– Sonreí y dije: -He estado ocupada todo el día, así que ahora tengo mucha hambre. Comeré mucho, incluso si como sola. 

Noah y Hedwig me miraron con los ojos bien abiertos. 

Continué: -¡Ve y pídele a Dowen que los lleve allí. Después de cenar, regresen a dormir! 

De repente, una figura alta apareció fuera de la puerta. 

-¡Sí! ¡Papá está aquí!– gritó Hedwig. 

¿Por qué estaba Blake aquí? Me levanté y lo miré. 

No creía que fuera Patricia quien lo enviara aquí. 

Aunque estaba un poco preocupada, también me alegré, 

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Sin embargo, delante de Noah y Hedwig, tenía que contener mis sentimientos. Traté de mantener la calma. 

-Papá, ¿por qué estás aquí?– Noah corrió hacia él. Levantó la cabeza y extendió la mano hacia Blake. 

-Estoy aquí para llevarte a cenar-. La voz de Blake era baja. 

Pero vi que me miraba con cariño. Sentí que mi cuerpo ardía y tuve la tentación de lanzarme a sus brazos. 

Reprimní mis sentimientos y le dije a Noah y Hedwig: Ya que tu papá está aquí, vayan con él a cenar. Jugaré con ustedes después de que regresen. 

Noah y Hedwig parecian tristes y decepcionados. 

Blake les dijo a Noah y Hedwig: -Esperen abajo. Mamá y yo subiremos a hablar. 

Lo miré sorprendida. 

El caminó hacia mí y asintió. 

Le pregunté en voz baja: -¿Qué vas a hacer? 

-Ven arriba conmigo y lo sabrás-. Blake subió las escaleras. 

-Papá, ino molestes a mamá!– de repente gritó Noah, 

Me reí. Noah era tan protector conmigo. 

Cuando llegué al segundo piso, Blake agarró mi muñeca y me arrastró hacia la habitación de invitados donde solía dormir. 

Cerró la puerta. 

Blake me abrazó fuertemente y besó mi piel expuesta. 

-Blake, detente-. Aunque estaba muy adicta a su abrazo y a sus cálidos besos, estábamos en la villa junto al lago y Patricia podía aparecer en cualquier momento. En ese caso, todo sería culpa mía. 

No quería que Patricia me echara solo porque quería intimidad con Blake. Tenía que actuar de manera racional por el bien de Noah y Hedwig. 

Blake se detuvo. Me abrazó fuertemente como si al hacerlo nunca nos separaríamos. 

Después de un rato, Blake me soltó y susurró: -No sé qué le pasó a Patricia hoy. Me pidió que viniera a buscarte para cenar. 

¿Qué?– No podía creerlo. ¿Patricia quería que fuera a cenar?! 

-¿Acaso pensó en otra forma de castigarme?– Tenía miedo. 

Blake negó con la cabeza. -No lo sé. Cuando llegué a casa, Patricia me pidió que te recogiera. Tal vez 

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-Ojalá tengas razón-. Pensé que tal vez él era demasiado optimista. 

Blake me abrazó suavemente. Susurró: -Al menos es un buen comienzo. Patricia es terca. Tenemos un largo camino por recorrer para que diga que sí. Puedo esperar. ¿Y tú? 

Lo miré. -Solo tengo miedo de que tú no puedas. 

-Tienes que tener fe en mí, ¿vale?– Blake mordisqucó mi cuello. 

Sentí un estremecimiento y no pude evitar temblar. 

Susurré: -Sí, tengo fe en ti. Solo que no creo en el destino. 

Era la primera vez que probaba el amor y no había pasado mucho tiempo desde que probé su dulzura cuando fue reemplazada por amargura. 

Blake besó mi mano. Su voz estaba ronca. -Cathy, ten paciencia. Nadie puede separarnos mientras no nos demos por vencidos el uno al otro. 

Blake parecía decidido y sonreí. -Tienes razón. Mientras no nos demos por vencidos, todavía hay esperanza. 

-¿Tendremos otro hijo? Entonces, Patricia no podrá separarnos más-. Blake me miró. 

Sentí que mi cuerpo se calentaba al instante. Sin embargo, no era el momento adecuado. Me negué: -No. Los niños no deben ser utilizados como fichas de negociación. Se supone que deben ser amados y 

como fich no deberíamos ser padres irresponsables. 

-Tienes razón. Vamos antes de que Noah y Hedwig se preocupen-. Blake abandonó esa idea. 

Asentí y lo seguí hacia abajo. 

Blake condujo y nos llevó a la villa en la cima de la montaña. 

-Mamá, ¿Patricia ha aceptado dejarte estar con papá?– preguntaron Noah y Hedwig felices. 

-¡No lo sé!– Me sentía inquieta. Me preocupaba que las cosas fueran peores de lo que pensaba. 

Llegamos a la villa en la cima de la montaña, luego recordé la discusión que tuve con Blake antes. Aunque estaba muy triste en ese momento, ahora que lo pensaba, era solo un recuerdo divertido. 

Cuando entramos en la sala de estar, vi a Patricia sentada en el sofá. 

Despacio. 

-¡Patricia!– Noah y Hedwig corrieron hacia ella y la abrazaron. 

Cuando Patricia vio a Noah y Hedwig, no pudo evitar sonreír. No pudo resistirse a su ternura. -Pensé que ustedes niños no vendrían más, ¡Me sentí tan herida! 

-¿Cómo podría ser eso? Nos amas tanto y nosotros también te amamos a ti-. Noah consoló a Patricia.