Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Leandro Reyes dijo: —Yo puedo asumir su castigo, no hay problema. —
—Vaya, Sr. Reyes, ¢estas jugando al héroe que salva a la damisela? —, grité
alguien que no temia empeorar las cosas.

Leandro solo sonrié. —La traje yo, asi que mi deber es cuidarla. La chica es
joven todavia, no podemos dejar que pase vergiienza, y no la asusten. —
—Como si hubiéramos hecho algo malo, solo le hicimos unas preguntas. —
—Vean ese beso apasionado, eso si es parte normal de nuestro juego. —
Las palabras iban y venian, y Evrie se sentia cada vez mas incomoda.

Evrie se mordi6 el labio, a punto de decir que aceptaria el castigo ella misma,
cuando Leandro se adelant.

—Asumo por ella el doble castigo. —

Con esas palabras, el grupo dejo de insistir y se apartaron, dandole a Leandro la
salida que necesitaba.

—Entonces, dos tragos fuertes, bebidos de un solo sorbo, y con eso damos por
terminada esta ronda. No digas que no cuidamos de ti, eh, con otros no
serfamos tan compasivos. —

Leandro asinti6 con una sonrisa. —Trato hecho. —

Evrie seguia paralizada, sin atreverse a moverse, mientras Leandro le quitaba el
detector de mentiras de su mufieca y le guifiaba el ojo, tranquilizandola.
—No te preocupes, no pasa nada. —

Evrie se sentia mal por la situacion.

—Maestro, ya que perdi, deberia ser yo quien beba esos tragos. —

Después de todo, preferia beber a tener que responder esas preguntas.
—Tienes problemas de estémago, ¢cémo vas a beber alcohol? Tranquila, solo
son dos tragos fuertes, para mi no es nada. —

—Pero..copy right hot novel pub

—EI Dr. Farel esta justo a tu lado, acaba de revisarte el estémago. ¢Le
preguntaras si te permite beber? —

Leandro sefial6 al Dr. Farel, que estaba a un lado.

Evrie miré instintivamente a Farel que estaba a su lado, encontrandose con su
rostro indiferente y decidido, y se trag las palabras que tenia en la garganta.
Era mejor no preguntar.

Preguntar solo seria el comienzo de problemas mayores.

Mientras Evrie dudaba, Leandro abrié una botella de licor fuerte, con un
contenido alcohdlico tan alto que ella podia olerlo incluso desde lejos.
—Chica bonita, tu maestro va a beber por ti. ¢ No deberias hacer algo para
agradecerle, como servirle el trago ti misma? —, brome6 alguien,
involucrandola en la situacion.

Evrie penso6 que tenia que hacer algo, al menos para evitar que Leandro pasara
un mal rato.

Bajo sus bromas, tom la botella y le sirvi6 el trago a Leandro.

—Rapido, dale de beber a tu maestro, es hora de mostrarle agradecimiento, —
agrego otro, echando mas lefia al fuego.

La cara de Evrie se puso roja.

No se atrevia, pero su indecisién en esa situacion solo la hacia parecer mas
afectada y complicada, restandole respeto a Leandro.

Evrie, con coraje, levanto la copa y se la ofrecio.

—Maestro... —

Leandro estaba a punto de tomarla cuando dos amigos le sujetaron las
mufiecas, impidiéndole moverse.

—Disfruta tu castigo, Sr. Reyes. No todos los dias uno tiene una aprendiz tan
dedicada.

No la protejas tanto, no vamos a comérnosla. —

Leandro frunci6 el cefio. —Suéltenme. —

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—No seas asi, acepta las

consecuencias del juego. Hermosa,

tu maestro se va a enojar, y cuando

se enoja es muy intimidante. Date

prisa y dale de beber. — The content

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Evrie, sintiendo la tension en el ambiente, se apresuré a acercar el vaso a los
labios de Leandro.

Era solo darle un trago, nada grave.

—Abre la boca, ¢ por qué tanta vergtienza? —, alguien presioné a Leandro.
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Al levantar la cabeza, Leandro se
encontré con los ojos claros y puros

de Evrie, agarrando la copa frente a

él, recordandole a un pequefio perro
timido y temeroso que habia cuidado
una vez. The content is on
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Se veia inocente y fragil, pero llena de stplica y deseo de agradar.

Leandro tragé saliva y abri6 la boca para beber.

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La luz de arriba brillaba, el liquido

claro se derramaba por su barbilla,
brillando bajo la iluminacién,

afadiendo un toque de elegancia y
sensualidad. The content is on
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Evrie, pensando que habia inclinado mal el vaso, rapidamente tomé una
servilleta de la mesa para limpiar a Leandro.

De repente, sintié una mirada aguda clavada en su espalda...

Mirandola fijamente...