Chapter ||Extra||
Draco llegó a su habitación cerca de las cinco de la madrugada, justo a tiempo para dormir una hora y volver a trabajar junto a Blaise. Ingresó a su habitación quitándose la corbata, su mirada se detuvo en la cama, perfectamente acomodada, y se detuvo.
A esta hora Lily siempre estaba dormida.
Ella tenía que estar así, dormida, sobre su cama.
Una punzada se instaló en su corazón. Algo no iba bien.
Salió del cuarto y fue hasta los dormitorios de las chicas, donde ingresó a la que era la habitación de Lily, pero tampoco estaba ahí. Allí solo estaban, dormidas, las hermanas Carrow y Pansy. Entonces, volvió al dormitorio de los chicos, yendo directamente a la habitación de Theo y Blaise: las cortinas de las otras camas estaban selladas y el único visible era Blaise, que dormía boca abajo con la ropa puesta, pues acababa de llegar al mismo tiempo que el.
Regresó a su habitación y sintió un vacío en su estomago al ver el closet medio abierto. Rápidamente lo reviso: no quedaba ninguna de las cosas de Lily.
Revisó cada rincón de la habitación, pero no había ni rastro de su novia. Se golpeó con uno de los buro en su búsqueda y soltó una maldición, pero entonces, vio que de este había caído al suelo una carta con su nombre.
Reconocía esa letra.
Era de Lily.
La tomó entre sus manos y se sentó en la cama. Entonces, la abrió:
Querido Draco
A pesar de que muchas veces durante los veranos te he escrito cartas, siento que ninguna es como esta, porque sé que de esta carta no obtendré una respuesta. No es simplemente una conversación, sino la exposición de mis sentimientos.
Cuando te conocí, no diré que me gustaste o que te odie, porque la realidad es que ni siquiera reparé en tu presencia. Y creo que esa es lo más maravilloso de nuestra relación, el cómo alguien desconocido puede llegar a tu vida a hacerla feliz.
Como ya podrás haberte dado cuenta, me he ido. No solo de tu habitación, sino de Hogwarts. La guerra esta a la vuelta de la esquina y yo debo fungir el papel que me ha tocado.
Siendo totalmente honesta, tengo miedo, en realidad, estoy aterrada. En solo cuestión de minutos tuve que tomar la decisión de irme, lo cual afectará toda mi vida. Ahora que me he ido, tengo que entrenar y ver la forma de derrotar al mago oscuro más poderoso de todos los tiempos.
Pero lo más difícil ha sido irme sin poder decirte adiós.
No se si volveremos a vernos, Draco. En realidad no lo sé, y aunque sea muy cobarde de mi parte hacerlo por medio de una carta, me veo en la necesidad de acabar lo nuestro.
Por favor, no dudes de mi amor. Yo te amo más de lo que creí poder amar jamás a ninguna persona, pero entiéndeme, no hay futuro para nosotros...no mientras deba acabar con Voldemort y quizá morir en el proceso.
Por favor, no me odies y nunca dejes de ser quién eres. Cuídate, come bien y no dejes que la oscuridad te consuma.
Te amo, Draco Malfoy. Siempre lo haré.
Sinceramente
Lily Potter.
PD: Hedwig sigue en la lechucería, llévatela contigo. Tendrá un mejor futuro que conmigo.
Cerró la carta con rostro inexpresivo y guardo la carta en su baúl. Camino hasta su closet y sintió una pequeña calidez en el pecho al ver que faltaba su camiseta de Quidditch, la favorita de Lily. Ella se la había llevado.
Se dejó caer en la cama y cerró los ojos.
Su amada reina había tenido que dejar la comodidad de su colegio para partir en una misión suicida.
Posiblemente ya sabía de los Horrocrux.
Suspiró.
No aceptaba su rompimiento. Para el, ambos seguían juntos, solo que estaban en diferentes lados.
Y si bien estaba triste por su partida, la ausencia de Lily le permitía realizar sin temor sus planes.
Era hora de comenzar.