No Soy Tu Bien Desechable

Capítulo 969
En la Mansión Huerta, Fernanda miraba en la televisión del salón las noticias sobre un funeral y no pudo evitar decirle a Pedro,
sentado enfrente: “Sr. Huerta, ¿realmente es necesario?”
El volumen estaba tan alto, como si fuera puesto especialmente para que ella lo
escuchara.
¿Qué tanto quería Pedro involucrarse en los chismes?
“Disculpa, era algo que estaba viendo“.
Dicho esto, Pedro subió aún más el volumen.
Fernanda forzó una sonrisa y dijo: “Sr. Huerta, ¿qué intenta decirme?”
“Qué curioso, en este funeral, ¿por qué no se ve a Sebastián?”
Pedro revisó varias veces y vio a la abuela Borrego entre otros, pero Sebastián no aparecía por ningún lado.
Pedro, con tono indiferente, comentó: “Su propia esposa muere y ni siquiera muestra su rostro. ¿Será verdad lo que dicen los
rumores, que él la mató?”
“¿Mató a su esposa?”
Fernanda frunció el ceño, claramente no entendia a qué se refería Pedro.
Pedro giró su cabeza hacia Fernanda y dijo: “Parece que la Sra. Rivera no ha escuchado esos rumores, mejor no digo nada
entonces“.
Fernanda no creyó ni una palabra de lo que dijo Pedro, y respondió: “Sr. Huerta, ya que mencionó el tema, ¿por qué no me
cuenta de una vez? Dígame, ¿qué pasó exactamente?”
“Cuando encontraron el cuerpo de Lorena, notaron que tenía un balazo en la frente. A pesar de que su cuerpo estaba quemado,
la causa de muerte era fácil de determinar. Entre los que tenían libre acceso a la familia Borrego y podían haber disparado a
Lorena, ¿no es Sebastián el principal sospechoso?”

¿Cómo Sebastián podría haber matado a Lorena? Eso suena absurdo“.
Fernanda no podía creer que Sebastián hubiera llegado a matar a Lorena.
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No importaba si en su vida pasada o en esta, independientemente de lo que Sebastián sintiera por Lorena, si era amor o no,
Sebastián nunca había sido de los que se manchan las manos de sangre. ¿Cómo podría haberla matado?
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Capitulo 969
Además, incluso si Sebastián hubiera odiado a Lorena en el pasado, nunca había llegado a matarla, ¿cómo iba a dispararle sin
más y quemar la mansión Borrego
“Los detalles no los sé, pero si esta noticia se difunde, la familia Borrego seguramente se enfrentará a enemigos por doquier, y
Sebastián también tendrá dificultades...”
“Sr. Huerta, no hace falta, Sebastián y yo ya hemos resuelto nuestras cuentas, lo que le pase a la familia Borrego no tiene nada
que ver conmigo“.
“Escuché que Sebastián te prometió que te entregaría la familia Borrego después de tres meses. ¿Todavía la quieres?”
“Ya firmamos el contrato, por supuesto que sí“.
Fernanda se sentó en un sofá cercano, sin levantar la mirada al responder.
Viendo a una Fernanda algo distraída, Pedro dijo: “Aunque Sebastián prometió entregarte el Grupo Borrego, no ha convocado
una junta de accionistas y es poco probable que los accionistas del Grupo Borrego estén dispuestos a dejarlo renunciar. Pero si
le cae encima la acusación de haber matado a su esposa, se verá obligado a abandonar su posición en el Grupo Borrego para
salvar la reputación del grupo. Entonces, cuando tú tomes el control de la familia Borrego, todo será completamente lógico“.
Al escuchar esto, Fernanda levantó la vista y dijo: “Sr. Huerta... has pensado en todo muy detenidamente“.
“Más o menos“.

Fernanda preguntó, “Pero, la noticia de que Sebastián prometió entregarme la familia Borrego en tres meses, ¿cómo la supo el
señor Huerta? Creo que nunca se lo mencioné“.
“La familia Huerta tiene ojos y oídos por todas partes, si quiero saber algo, lo sabré sin problema“.