Chapter Capítulo 954
Capítulo 954
En el salón de videojuegos, Jeronimo sacó con un gran gesto quinientos dólares para comprar fichas de juego. La cajera mitó a
la billetera de Jeronimo, llena de tarjetas bancarias y un montón de efectivo y no pudo evitar mirar al hombre de ropa casual que
estaba al lado. Sach Th FndNøvel.t website on Gøøgl to access chapters of novels early and in the highest quality.
“Señor, aqui tiene sus fichas
Jeronimo le pasó a Fernanda dos canastas llenas de fichas, elevando intencionadamente su voz, dijo: “Juega lo que quieras!
Hoy invito yo“.
“Gracias Sr. Parra“.
Fernanda enfatizó a propósito las palabras Sr. Parra
Justo cuando se acercaban a la máquina de pescar, Jeronimo bajo la voz y preguntó: Realmente podemos hacer esto?”
Fernanda respondió en voz baja: “Por supuesto que sí. Probablemente no haya ent todo este centro de videojuegos otra
persona que gaste tanto como usted, Sr. Parra. Si ellos no aprovechan esta oportunidad, serian realmente tontos“.
“¿Pero por qué tengo que ser yo quien pague?”
“Sr. Parra, yo no traje dinero“.
“Pero...
“Además, ¿cuántos traen a una chica a este tipo de lugares y esperan que ella pague? Fernanda comentó: “Obviamente están
apuntando a los hombres con dinero. Esto es parte de la investigación, y además, quinientos dólares no deberian ser un
problema para usted, ¿verdad?”
Se decía que la familia Parra tenia activos valorados en cinco mil millones de dólares, encabezando la lista de magnates
internacionales
No seria que ni siquiera quisiera gastar quinientos dólares.
Jeronimo quedó sin palabras
¡El no era Rogelio1 Había vivido más de veinte años siendo mantenido por su familia
Lo más que había ganado eran los cinco millones de dólares que Fernanda le había dado, con los cuales tuvo que entregar al
volver al extranjero.
¡El dinero en su billetera era lo que habia sacado de su hermana menor, la bolsa de
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dinero!
Jeronimo decidió que cuando regresara, haria que Sebastián le reembolsara.
Fernanda ni siquiera era su exesposal A lo mucho, podia considerarse su jefa. (No habia razón para que un empleado gastara
dinero en ella!
Pronto, Fernanda y Jeronimo ya habian comenzado a gastar freneticamente las fichas en las canastas, atrayendo cada vez más
espectadores. En ese momento, un hombre vestido de civil se acercó a ellos
Después de ver que Jeronimo una vez más no lograba pescar el gran pez, suspiró repetidamente: “Ay, otra vez no lo pescaste!”
Al escuchar a alguien comentar desde el lado, Jeronimo levanto la cabeza y dijo: “¡Si eres tan bueno, intentalo tu!”
“Estos juegos ya son demasiado aburridos para mi, tengo una máquina mucho más divertida ¿Te gustaria llevar a tu novia a
probarla?”
Al oir esto, Jeronimo frunció el ceño, claramente desinteresado, y dijo: “¿Qué dices? ¿De donde sacas que ella es mi novi...
“Está bien, de todos modos ya me aburri de esto. ¿Qué otra máquina más divertida. tienes? ¿Me llevas a ver?”
Viendo que Fernanda lo interrumpió, Jeronimo iba a hablar, pero ella no le dio la oportunidad de continuar “Cariño. ¿te parece
bien?”
Jeronimo quería aclarar la relación entre el y Fernanda, pero al levantar la vista vio la mirada amenazante de Fernanda.
Esa mirada le hizo sentir escalofrios.
¡Cuando no se aprendia bien sus lecciones, Sebastián lo miraba de la misma
manera!
Jeronimo dijo de manera incómoda: “Si tú dices que está bien... entonces está
bien“.
“Entonces, vamos“.
Fernanda tomó la iniciativa de levantarse
Ella habia estado observando a las personas alrededor de Jeronimo, identificando rápidamente a los empleados del centro de
videojuegos.
Los empleados vestían de civil, mezclándose entre los clientes para elegir a sus
victimas.
Y cualquiera que gastara más de cuatrocientos dólares, probablemente šerial llevado a una habitación trasera para jugar en
máquinas más divertidas‘.
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