Chapter Capítulo 944
Capítulo 944
“El agua de Laguna Verde es demasiado profunda, no quiero que ella se entere de demasiado“.
Dicho esto, Sebastián pateó el saco hacia Jeronimo y dijo: “Cárgalo y llévalo arriba, yo te espero alli“.
“¡Oye! ¡Sebastián! ¿Así de fácil me dejas a cargo?”
Jeronimo, claramente molesto, miró a Ciro, quien estaba sangrando muchísimo dentro del saco, y no pudor evitar sorprenderse.
¿Por qué habla secuestrado a las dos mujeres más mimadas del extranjero? Verdaderamente, había cometido un pecado.
Mientras tanto, en la fábrica abandonada.
Oriol y Pascual llegaron tarde, y para cuando llegaron, la fábrica ya estaba vacia,
Oriol observó la escena ante él y guardó silencio por un momento: “¿Estás seguro de que es aqui?”
“Jefe, no hay duda, la gente que enviamos a investigar dijo que la señal del teléfono vino de aquí“.
Oriol miró a su reloj.
Habian pasado dos horas desde que llegaron.
¿Podría ser... que ya todo había terminado?
Oriol frunció el ceño: “Este Ciro, ¡realmente no aguanta nada!”
A la mañana siguiente, en la casa de la familia Parra.
*¿Qué? ¿Fernanda se fue? ¿Quién le dio permiso para irse?”
Mercedes, ansiosa, dijo: ¿Cuándo se fue? ¿Ya tomó el avión?”
La empleada, al ver la urgencia de Mercedes, sólo pudo asentir y decir: “Ella se fue hace un rato“.
“¿Pero cómo se va a ir así nomás? Anoche mismo le dije que le debía un favor, ¿y ahora cómo le pago si se fue?
“Tienes que traerla de vuelta!”
La empleada, incrédula, señaló hacia si misma y preguntó: “¿Yo?”
Mercedes, claramente molesta, empujó a la empleada y bajó corriendo las escaleras, encontrándose con Jeronimo, quien
estaba tratando de salir de la casa de manera sigilosa con un saco.
Mercedes se detuvo: “¿Hermano? ¿A dónde vas?”
Jeronimo, Interrumpido de repente por esa voz, se quedó paralizado.
Mercedes, confundida, se acercó y/miró a la maleta que Jeronimo estaba arrastrando y pregunto: “¿Hermano, vas a hacer un
viaje largo?”
“Sí, sí, tengo unos asuntos afuera, tengo que hacer un viaje largo...
“¿Pero p
por qué llevar gafas de sol y un sombrero para un viaje largo?”
Mercedes le quitó el sombrero y las gafas de sol a Jeronimo, quien no pudo recuperarlos a tiempo, y las escondió detrás de ella
y dijo: “Hermano, no estarás saliendo a escondidas de papá, ¿verdad?”
“¿Cómo crees? Si salgo, papá lo sabe!”
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Capitulo 944
“¿Y a dónde vas?”
“¡A Laguna Verde!”
Jeronimo casi sin pensar escupió las palabras “Laguna Verde” y ya era demasiado tarde para retractarse.
Al escuchar “Laguna Verde“, los ojos de Mercedes brillaron: “¿Laguna Verde? ¿Puedo ir contigo?”
“¿Para qué quieres ir?”
“¡A divertirme, por supuesto!”
Mercedes le tiró el brazo a Jeronimo, mimoseando: “Vamos, hermano querido, llévame contigo por favor“.
“Está bien, está bien, vamos, pero que quede claro, si vuelves a ser enviada de vuelta a casa desde Laguna Verde como una
maleta, ¡no esperes que te defienda! ¡Contra Fabio, tu hermano, no puede hacer nada!”
“¡Sin problema! ¡Esta vez me portaré bien!”
Mercedes, feliz, siguió a Jeronimo, incluso ofreciéndose a llevar su maleta.
Jeronimo miró satisfecho cómo Mercedes corria delante de él.
Si salía de casa a escondidas solo, papá podría romperle las piernas.
Pero si se iba con Mercedes, podría echarle la culpa a ella y así, su padre no tendria motivo para castigarlo severamente.