Niña en sus ojos Reina en su tierra

Capítulo 590
“Oye, Loreto, ¿viste que Jaz ya entregó su examen? ¿Cómo lo hizo tan rápido? ¿Será que entregó la hoja en blanco?” Max se
giró para preguntarle a Loreto.
Estaba casi seguro de que Jazmín simplemente había entregado su examen en blanco.
Después de todo, el examen de matemáticas había sido tan complicado que hasta él había considerado entregarlo en blanco.
“Él estudiante de la segunda fila desde atrás, vuelve a tu lugar y deja de cuchichear. ¿Qué, estás tratando de hacer trampa?”
Justo después de que Max le preguntó, se escuchó la voz seria del profesor de matemáticas.
Max: “...”
¿Estaba hablando de él?
Max, con una expresión de incredulidad, lentamente volvió a su lugar.
¿El profesor dijo que estaba haciendo trampa?
Si iba a hacer trampa, definitivamente no sería con Loreto.
Al fin y al cabo, él era el penúltimo de la clase en notas, y Loreto era el último.
¿Cómo iba el penúltimo a hacer trampa con el último?
Loreto, por su parte, miró hacia el asiento ahora vacío al lado suyo, entrecerrando sus ojos.
Había estado observando cómo Jazmín completaba su examen.
Y no, no había entregado una hoja en blanco.
Incluso las preguntas más difíciles, las había terminado todas.
Cuántas habría acertado y cuántos puntos obtendría, eso ya era otra historia.
En el frente del salón.

El profesor de matemáticas ya estaba familiarizado con el historial de Jazmín y no se sorprendió por su entrega tan rápida del
examen, de hecho, ni siquiera le interesaba revisarlo.
No había nada que revisar.
O era una hoja en blanco, o estaba todo mal contestado.
No quería perder el tiempo revisándolo.
*
Jazmín salió del aula, su teléfono seguía vibrando.
Sacó el móvil del bolsillo de su uniforme y vio una llamada entrante,.
“Todo está listo, estoy cerca de tu escuela. ¿Voy por ti ahora?”
Era Kaspar.
Jazmín había quedado con él que irían al hospital esa tarde para firmar el acuerdo formal de renuncia de la relación parental
con Magda y Santiago.
Una vez firmado el acuerdo, ella y la familia Alcaraz finalmente cortarían lazos definitivamente.
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No tendrían ninguna relación legal de por medio.
Al llegar a la esquina de la escalera, Jazmín, mientras bajaba, le dijo: “Sí, acabo de pedir permiso, ven por mí ahora.”
Después de un breve intercambio, colgó el teléfono.
En la prueba de matemáticas de la escuela.
En este momento, todos los estudiantes aún estaban en sus aulas, completando sus exámenes.

Solo Jazmín había entregado el examen.
Se tomó su tiempo para llegar abajo, donde se encontró con Gabriel, que se dirigía hacia el edificio de aulas.
Gabriel la vio de inmediato, se sorprendió un momento antes de asegurarse de que no se había equivocado.
Si no recordaba mal, ¿no era esta la tarde del examen de matemáticas para toda la escuela?
Si apenas había comenzado, ¿qué hacía Jazmín ahí y no en el aula tomando su examen?
Jazmín también vio a Gabriel y se acercó lentamente hasta detenerse frente a él.
Con sus oscuros ojos fijos en él, su voz sonó tranquila: “Director Gabriel.”
Gabriel miró alrededor, notando que no había nadie cerca, y tosió levemente antes de decirle: “Eh, mmm... Srta. Jazmín, ¿a
dónde vas?”
“Voy a hacer un encargo,” le respondió Jazmín de manera concisa.
“Oh, un encargo, claro, claro,” asintió Gabriel, pensando un momento antes de preguntarle de manera indirecta, “Hoy por la
tarde hay un examen de matemáticas, ¿verdad? ¿Srta. Jazmín, ya entregaste tu examen?”
“Sí, ya lo entregué,” la voz de Jazmín seguía siendo tranquila. Su teléfono vibró nuevamente en su bolsillo. Lo sacó y vio que
Kaspar le había enviado un mensaje, diciéndole que ya había llegado y la esperaba en la entrada.