Niña en sus ojos Reina en su tierra

Capítulo 361
La pantalla seguia encendida, y el asistente le echó un vistazo antes de coger el teléfono: “Abner, ¿quieres que esta fan va tus
estados?”
Después de todo, esa fan no era del mundo de espectáculo, no compartían el mismo mundo.
“Silencia las notificaciones de su chat, le dijo Abner con un tono cansado, y también oculta mis estados para ello”
En ese momento, un miembro del equipo se acercó a tocar la puerta del carro: “Abner, ya descansaste? ¿Podemos continuar
con la grabación?”
“Ya está listo, Abner ya va“, le respondió el asistente.
Abner seguia con su aire apático, desganado: “Ella no ha respondido nun?”
El asistente miró el teléfono y negó con la cabeza: “No.”
“Voy a la grabación. Si ella me responde, me avisas de inmediato, le dijo Abner, recuperando algo de energia, y salió del carro.
“Claro, Abner“, le dijo el asistente, siguiendolo.
Max se despertó sintiéndose mejor que nunca.
Parecia que había tenido el mejor sueño de su vida.
No solo dumio profundamente.
También sentia que su mente estaba más clara que nunca, como si alguien hubiera sacado un montón de algodón que tenía
atorado alli
Se sentia renovado, estirándose ampliamente.
“Diantres!” exclamo su mejor amigo Aragón a su lado, “Max, por fin despertaste.”
Era el recreo.
La voz de Aragón era alta, atrayendo la atención de muchos

Al ver que Max despertaba, los demás en la clase también comenzaron a exclamar Max desperto, Max desperto!”
La clase se llenó de alboroto.
Con su recién despertar, Max se sintió confundido por la conmoción.
Después de unos segundos, se giro hacia Aragón: “Rayos, ¿qué pasa? Solo me eché una siesta, ¿por qué están tan
emocionados?”
Aragón miró a Jazmin y Loreto, aún adormilados: “Te dormiste y todos pensaron que Jazmin te habia hecho algún daño con sus
agujas y llamaron a la policia para que arrestaran a Jazmin.”
“¡Maldición!” Max golpeó la mesa, furioso y elevando la voz, “¿Quién se metió donde no le llamaban y llamó a la policia? Estoy
perfecto, ¿quién dijo que me hicieron algo malo? ¿Acaso esperaban que me pasara algo?”
“¿Fuiste tu?” Max se giró, mirando amenazante a los estudiantes curiosos, como si fuera a devorarlos, “O tú? ¿Quién llamó a la
policia? ¡El que llamó a la policia que se ponga de pie!”
Los de la clase F nunca habian visto a Max tan enojado.
Aunque Loreto y su grupo solian meterse en peleas y tenían temperamentos explosivos, siempre era hacia afuera.
Dentro de la clase F, todos se trataban como una familia.
Nunca antes Max habia sido tan agresivo con los suyos.
Su grito hizo que todas esas miradas curiosas se replegaran y los murmullos cesaran de golpe.
Nadie se atrevia a decir una palabra.
Pero Max seguia furioso.
“El que llamó a la policia, que dé la cara¿Ahora no tienen el valor para admitirlo?” Golpeaba la mesa con fuerza.
Desde el fondo de la clase.
Jazmin se despertó con el ruido de Max golpeando la mesa.

Despertar de golpe la dejó de mal humor, con una expresión oscura y un aura intimidante: “¿Por qué hacen tanto ruido, acaso
quieren golpes?”
El joven que un momento antes parecia un volcán a punto de erupcionar, sus ojos se iluminaron, volteándose emocionado: