Ni en la muerte

Chapter Capítulo 20



Capítulo 20 Desenmascarando la hipocresía de su madrastra 

Ahora sabia que se había equivocado durante todo este tiempo, y que Marina estaba maquinando más allá de su imaginación. Utilizaba tácticas tan inteligentes, icapaz de mentir asi a la tierna edad de 14 años! Se dio cuenta de que estaba muy atrasada en este aspecto. Las gotas de lluvia seguían cayendo, empapando su cabello. 

De repente, sintió que su corazón se helaba: sólo llevaba dos noches y un dia de vida renacida y ya habia visto lo malvada que podía llegar a ser la gente. En su vida anterior habia perdido ante esos intrigantes porque siempre llegaba demasiado tarde. Siempre llegaba demasiado tarde para ver la verdadera cara de sus enemigos y dedicaba demasiado tiempo a cosas inútiles. 

Su amor por Armando, su afecto por su padre, su amistad con Marina… todo era inútil. Pero esta vez no iba a cometer los mismos errores. Por muy fuertes que fueran sus enemigos, iba a proteger todo lo que le pertenecia. Tenia sueños, aún era joven, no era demasiado tarde, no era…. 

Pero ¿por qué se sentia tan desgraciada? Clotilde se llevó la mano al pecho y se acuclilló lentamente en el suelo. Odio, rabia, un sufrimiento innecesario, una derrota injusta se sentia completamente desgraciada. De repente, un auto se detuvo a su lado y Valentin se apresuro a acercarse a ella. 

-Hola, estás bien? ¿Eres tú?! -Su rostro se tornó preocupado-. ¿Por qué sigues aquí? Pensaba que habías vuelto hace mucho tiempo

Al escuchar su voz, Clotilde salió lentamente de esos sentimientos dolorosamente reprimidos y dejó que Valentin la ayudara a subir al auto. Estaba toda mojada, así que Valentin encontró una camiseta extra en el maletero y se la dio para que se la pusiera. Clotilde estaba tranquila y cooperaba, como una hermosa 

marioneta. 

Por fin estaban listos para irse, y Valentin dijo: 

-Te llevare a casa. Y empezó a conducir hacia la casa de los Santillana. 

De repente, Clotilde se dio cuenta de que no quería volver a la casa, porque ese mismo dia Camila habia dicho que su padre no volveria a casa esa noche, y ella no tendría paz si volvia. Valentin le lanzó una rápida mirada y le preguntó: 

-¿Estás bien? 

Clotilde no respondió, asi que él pensó un rato y luego dijo con torpeza: 

-Sobre lo que ha pasado esta tarde… me gustaría pedirte disculpas. Esos dos hombres… están en efecto. conectados con Camila, ipero estoy seguro de que hay algún malentendido en alguna parte! 

El caso de Cain no estaba a su cargo, asi que por la tarde interrogó a Alejandro y Ignacio, y resultó que en realidad habia malinterpretado a Clotilde. Clotilde resopló y volvió la cabeza hacia Valentin

-No tienes que disculparte. No eres pariente mío, asi que cómo me veas o si me has malinterpretado o no me da igual. 

Valentin frunció el ceño y pareció un poco desanimado, pero al final consiguió responder después de un 

rato

-La tía Helena se casó con alguien de tu familia, asi que eso me convierte en tu primo. ¿Cómo puedes decir que no somos parientes

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Capítulo 20 Desenmascarando la hipocresia de su madrastra 

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Clotilde soltó una carcajada al escuchar aquello. Entarcó una ceja y lo miró. Sus rasgos eran aún más exquisitos en la penumbra, y sus ojos eran frios y tenian un brillo maligno. 

-Bien, entonces, mi querido primo, ya que ayudé a la policía a atrapar a un criminal, recibo alguna recompensa

Valentín se quedó hipnotizado por su sonrisa durante un rato, antes de responder con voz llana: 

-Algo de dinero y una medalla. 

-No era mucho dinero, asi que a esa hija mayor de los Santillana no le importaría. 

Pensando que ella diria que queria la medalla. 

-Quiero el dinero. -Las palabras de Clotilde sorprendieron a Valentín-. ¿Cuánto me toca?-preguntó Clotilde. 

Valentin encontró esto desconcertante. Cain había sido condenado por un crimen violento, asi que la policia estaba dispuesta a dar 10 mil como recompensa. Clotilde ayudó a resolver el caso, aunque no pudo decir a la policía de donde había sacado las pistas, pero el Señor Armando había utilizado su influencia para protegerla de cualquier sospecha de que estuviera relacionada con el caso, por lo que podia tener sa recompensa en metálico. 

-Te dan 10 mil–contestó Valentín, y luego no pudo evitar preguntar-: Te falta mucho dinero? ¿No te da mi tia 50 mil para gastar cada mes? Sólo eres una estudiante, ¿para qué quieres tanto dinero? 

Clotilde sabia que era dificil de explicar, asi que se limitó a contestar: 

-Entonces, ¿puedes prestarme primero 10 mil? Los necesito urgentemente. 

Esto no era mucho dinero para él. Aunque no hubiera recompensa en metálico, si Clotilde le pedia dinero se lo daría igualmente. El era sólo un policia, pero todo el mundo sabia que esto era sólo una fase pasajera. Con el tiempo su posición ascenderia más y más, y su familia ni siquiera necesitaba el dinero en primer lugar. 

Valentin sacó su larga cartera, en la que habia bastante dinero. Le dio todo el fajo a Clotilde, pero ella contó exactamente 10 mil y le devolvió el sobrante. Valentin se quedó sin habla. Era un poco exagerado, pero seguían considerandose parientes y, teniendo en cuenta que ambas familias eran bastante acomodadas, ide verdad tenía que ser tan calculadora? 

Se sintió un poco decepcionado y pensó que Clotilde era tan antipática como había escuchado. Casi habian llegado a la casa cuando de repente Clotilde se inclino y sonrio: 

-Estaciona el auto afuera, te llevaré à ver un buen espectáculo. 

Valentin pudo percibir una leve fragancia de ella mientras se acercaba a él, y de repente sintió que el corazón le latía muy deprisa, y se limitó a asentir sin pensar. Cuando recobró el sentido, empezó a preocuparse porque tenia la corazonada de que el buen programa que Clotilde quería que viera no era nada bueno. 

Estacionó el auto en la entrada y estaba a punto de Hamar a la puerta cuando Clotilde lo detuvo y señaló hacia un lado de la casa. 

-Escóndete alli. 

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Valentin camino hacia un lado, sin entender por qué estaba siendo tan obediente. Clotilde pulsó el timbre y la puerta se abrió casi de inmediato. La persona que abrió la puerta no era Liliana, sino Helena. Al ver 

Clotilde estaba empapada, Helena sonrió satisfecha. 

que 

-Aún no había saldado cuentas con Clotilde, ly esta chica se atreve a volver!. 

-¿Por qué has vuelto? Pensaba que tenías alas para volar. Ahora has aprendido a amenazar a los demás y a crear divisiones entre la gente. ¿Qué le dijiste a Valentin? ¿Piensas que te creerá? 

Clotilde contestó en voz baja: 

-He vuelto porque no tengo dinero y no tengo adónde ir. Si me das dinero me iré de inmediato. 

Helena le escupió en la cara. 

¡Clotilde debe de estar local i¿Pedirle dinero?!.. 

-Niña estúpida, ite has llevado el susto de anoche o te has vuelto loca pensando en el dinero? ¿Te atreves a venir aqui a pedirme dinero? ¿Te he alimentado, vestido y enviado a la escuela y todavia quieres dinero? ¡Sigue soñando! 

Clotilde se rio con amargura. 

-Siempre presumes ante los demás de lo bien que me tratas, de cuánto dinero me das. ¿No tienes miedo de que un dia descubran que nunca me has dado dinero? Me has dado ropa barata y me has hecho comer sobras. Si alguien se entera, tu reputación se vendrá abajo. 

Cuando Clotilde menciono la palabra reputación, Helena recordó de inmediato lo embarazoso que sido para ella la noche anterior. Miró a Clotilde de forma amenazadora, alzando sus cejas finamente. recortadas

habia 

-¡Bien por ti, estúpida! ¡Adelante, cuéntaselo a todo el mundo! ¡A ver quién te cree! Todos estos años ya han cimentado su imagen de ti. Puedes seguir adelante y decir lo que quieras, isólo pensarán que mientes! 

Clotilde se rio mientras sacudia la cabeza. 

Ya que te atreves a hablarme así, supongo que habrás encontrado a alguien que escriba una excelente tesis para Camila. Como dice el refrán, escatima la vara y malcria al niño. Camila ha sido tan mimada por ti que es tan buena como inútil. Aunque entre con facilidad en la universidad, le irá mal alli. 

Helena estuvo a punto de morir por estas palabras. Clotilde solía permanecer en silencio y su sola presencia la molestaba. Pero ahora Clotilde era como una loca diciendo todo lo que queria, ly eso la ponia furiosa! 

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仙 


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