Chapter Capítulo 78
Capitulo 78
Damaso funció el ceno al mirar al otro. “¿Qué quieres?”
Valenimo tento entrar a la casa, pero Damaso lo detuvo.
Valentinol be aconsejo que no aparezcas solo en mi casa“. Dámaso hablaba con un tono cargado de ira, estaba a punto de perder el control.
Un joven como Valentino, acostumbrado a la riqueza y sin sus guardaespaldas, no era precisamente resistente a los golpes.
Valentino apreto los dedos con fuerza. “¿Estás seguro de que ella no ha vuelto?”
La forzaste a abandonar Bella Maravilla, ¿cómo crees que podria volver ahora? Mi sobrino ya se durmió, deja de enloquecerte aqui, st buscas a algulen ve a otro lugar“. Dámaso empujó a Valentino hacia fuera.
Valentino bajo la mirada, respirando con cierta ansiedad.
Si Amelia no habla vuelto y sus contactos en Ciudad Libre tampoco hablan encontrado a Amelia… Ella seguramente habla tenido un problema….
“Sr. Suárez, créalo o no, tengo que decirle otra vez, nuestra familia nunca ha maltratado a Carolina, y yo jamas le he hecho daño. Amelia fue cambiada por mi madre cuando era una bebé, ella siempre ha sido la victima, no es necesario que la traten asi“.
Damaso agarro el cuello de la camisa de Valentino, los ojos rojos, perdiendo el control. “Por favor, sean humanos“.
Valentino empujó a Damaso con fuerza, su enojo era palpable. “Dámaso, no tienes derecho a hacerme creer en ti. Caroina es muy bondadosa, jella nunca usarla su reputación para incriminarte! Si la hubieran tratado bien. ¿estaria su depresión tan grave que podría suicidarse en cualquier momento?”
“Te lo digo, Damaso, entre tú y mi hermana Carolina, siempre elegiré creer a mi hermana“. Valentino abrió la puerta de su auto y se fue a toda prisa.
Damaso levantó la mano y se frotó la frente, murmurando una maldición. “Idiotas“.
Esos ricos no tienen cerebro.
Tomando una respiración profunda, Dámaso cerró con llave la puerta de hierro y corrió a casa para recoger sus cosas. “Amelia, despierta a Lázaro, nos vamos esta noche“.
Amelia estaba acurrucada en una esquina, pálida de miedo. ¿Valentino… Valentino ya se fue?”
Damaso miró hacia afuera. “Por ahora se fue, no sé si volverá, no hay mucho que llevar, nos vamos esta noche. Quien comete un crimen debe pagar, Esperanza cosecha lo que siembra, no vamos a ceder ni a llegar a un acuerdo“.
Amelia abrazó sus piernas, llorando desolada.
La noche anterior, realmente pensó que iba a morir.
Tenia mucho miedo, mucho miedo de verdad.
“No tengas miedo, no te dejará sola, si huimos, lo hacemos todos juntos, no voy a dejarte soportar estos La voz de Damaso se quebró y sus ojos se humedecieron.
sola“.
Los hombres no deben llorar fácilmente, pero su corazón sufria por Amelia.
Durante este tiempo, Dámaso siempre habia estado preocupado por Amelia, temiendo que estuviera mal fuera de casa.
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Capitulo 78
Esta vez, no podia permite que Amelia busera sola
“Hermano…” Amella miro Damaso con la voz entrecortada
Damaso se acercó y la consolo en vor baja “No tras si el cielo se can, lo sostenda
temas,
“Hermano… La condición de Lazaro es inestable y necesita tratamiento Quentin dijo que ya ha discutido un plan de tratamiento con los especialistas, y necesitara tratamiento regular durante et prosime año, no
podemos huir“, Amelia nego con la cabeza, secandose las laarimNAS
Los dedos de Damaso cayeron lentamente, golpeando debilmente la pared
Todo era culpa de su impotencia
“Hermano… Lazaro aún tiene que estudiar, no huvamos, Amelia sonrio, tratando de esconder su miedo. “Wilson dijo que nos protegeria, prometió cuidamos
La expresión de Damaso se oscurecio. ¿Protegernos el? ¿Acaso es un filantropo? ¿Como va a protegernos asi como asi? Amelia… ¿que le has prometido? ¿Y Quentin? ¿Por que no se encarga de ti, si es el padre de Lazaro, que diablos está haciendo ese desgraciado?”
Damaso hablaba lleno de emociones. “¿Te ha maltratado? voy a matarlo, con matarlo todo terminara“.
Hace seis años, cuando Amelia habia sido humillada en un hotel el, su hermano, no pudo hacer nada.
Personas como ellos, eran hormigas que solo merecian ser aplastados,
“Esperanza es la prometida de Quentin“. Amelia sonrio sin fuerzas,
El cuerpo de Damaso se tenso de inmediato, y sus manos cayeron sin fuerza a su lado.
Vaya, parece que todos son de la misma calana.
“Wilson dijo que necesita a una mujer que sea completamente obediente a su lado, alguien que de vez en cuando sirva como escudo humano. Como soy obediente y facil de deshacerme en el futuro, está dispuesto. a protegernos, aunque solo sea temporalmente…”
Amelia no sabia cuánto tiempo podria Wilson protegerla, probablemente hasta que se comprometiera o se
casara.
Pero al menos les daria tiempo para respirar. “Wilson es diferente a los demás, hermano… El no me tocară, no le faltan mujeres“.
Damaso frunció el ceño, todavia algo incrédulo.
Si Wilson queria encontrar a una mujer obediente para usarla como escudo, probablemente tendria miles a su disposición. ¿por qué tenia que ser Amelia?
“Después de todo…. fuiste la prometida del hermano de Wilson, no crees que puede tener otros planes siniestros?” Damaso no era tonto, con la relación de Horacio de por medio, Wilson no debería haber elegido a Amelia, pero lo hizo, lo que significa que definitivamente habla un problema entre Wilson y Horacio,
Amelia, asustada, apretó sus manos.
No se atrevió a decirle a nadie que la madre de Wilson habla sido asesinada por Cecilia, temia involucrar a Damaso y a Lázaro.
“Hermano… es mejor no te metas en ese asunto, por ahora no tenemos otra opción. Lázaro todavia necesita tratamiento regular, no podemos irnos“. La voz de Amelia era muy baja, queria confiar en Wilson una vez
más.
a
Por última vez, dar su confianza a alguien.
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Si esta vez tampoco consequia la protección que deseaba, entonces solo le quedaria un camino,
El camino hacia la muerte.
Si ella moria, serta la mejor opción para Lazaro y Damaso,
Mama… Desde la habitación, Lazaro se desperto y bajo de la cama medio adormilado y llamando a su madre.
Amelia corrió nerviosa hacia la habitación y lo abrazo con fuerza. “Mamá está aquí“.
Lazaro Bord de repente, pensando que habla sido un sueño, “Mamá, te extrañé mucho“.
“Mama no se ira, nunca más se ira“. Amelia abrazo fuerte a Lázaro, consolándolo en voz baja.
“Mama“. Lazaro sostuvo las mejillas de Amella con sus pequeñas manos, mirándola atentamente. “No es un sueño, (mama ha vuelto!”
Amelia sonrio a través de las lágrimas, riéndose por la Inocente expresión del pequeño.
Si habia algo por lo que valia la pena vivir, era querer acompañar a su hijo a crecer y convertirse en un adulto.
“Mama, te he extrañado mucho, ¿puedes no Irte?” Lázaro se acurrucó en el regazo de Amelia. “He sido muy bueno últimamente“.
Damaso desvió la mirada y tardó un momento en volver a sonreir antes de hablar. “Lázaro ha ido al jardin de infantes recientemente, es muy inteligente y los maestros lo han eloglado“.
“¿En serio? Entonces, ¿quieres seguir yendo al jardin de infantes?” Amelia preguntó feliz.
Lazaro estaba un poco asustado, pero asintió, queria seguir estudiando.
“Lazaro es un buen chico, duerme bien, mamá no se irá, estará siempre contigo“.
Lazaro se apoyo en Amelia, sin querer soltarla.
Amelia levantó con dificultad a Lázaro, riendo. “Mira como has crecido, mamá ya casi no puede cargarlo“. Lazaro miro con preocupación el vendaje en el cuello de Amelia, “Mamá está herida, soplaré y el dolor se ira”.
Amelia abrazo más fuerte a Lázaro, con la voz entrecortada. “Si soplas, mamá no sentirá más dolor“. Mientras abrazaba a su hijo y lo arrullaba, Amelia cantaba en voz baja una canción de cuna.
Esa cancion de cuna la habla aprendido en la cárcel de una mujer mayor, cuyo hijo murió a los ocho años, y desde entonces ella se volvió loca, canturreando la canción de cuna de vez en cuando.
“Esperanza envió el video al grupo de padres del jardin de infancia, y por temor a que Lázaro se viera afectado, decidi que tomara un descanso de la escuela“.
Damaso hablaba en voz baja.
Amelia fruncio el ceño ligeramente. “No hemos hecho nada malo, ¿por qué deberíamos asumir un error? Mañana llevare a Lázaro a la escuela“.
“El director del Jardin de Infantes Arcoiris es alguien de la familia Zavala,” dijo Dámaso, preocupado. “Entonces cambiaremos de escuela,” dijo Amelia, sin querer que Lázaro sufriera ningún tipo de menosprecio.